Lilit Shahverdyan: “El régimen de Aliyev está preparado para usar la fuerza otra vez con el objetivo de ganar concesiones de Armenia”

Entrevistamos a la periodista Lilit Shahverdyan, con quien conversamos sobre el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán

Por Angelo Nero / Traducción: María Seráns

Lilit Shahverdyan es una joven periodista freelance de Stepanakert, Artsakh. Actualmente estudia Inglés y Comunicaciones en la Universidad Americana de Armenia, en Ereván. Colaboradora habitual del medio Eurasianet, hemos podido leer artículos suyos en The Armenian Mirror-Spectator, EVN Report, The Moscow Times y, recientemente, en NR. Lilit pone el foco informativo en su realidad más cercana, en la gente de la República de Artsakh, en su vida cotidiana, sus costumbres, pero también está atenta a la actualidad del conflicto abierto con Azerbaiyán, y en la vida política armenia.

Detrás de Azerbaiyán está, sin ocultarlo demasiado, Turquía, que, aprovechando que el mundo mira ahora hacia Ucrania, está desarrollando una política muy agresiva en Irak, Siria, Grecia y Chipre. Nagorno Karabakh es otra pieza más de la estrategia de Erdogan de recuperar, en cierta modo, el área de influencia del imperio Otomano, para situarse en un puesto preferente en el nuevo tablero geoestratégico que se está configurando.

Tu viviste durante el largo periodo de paz comprendido entre la primera guerra de Nagorno Karabakh, que finalizó en 1994 con la independencia de facto de este territorio, y la segunda guerra de 2020, desencadenada tras la invasión azerí. ¿Cómo se desarrollaba la vida en la República de Nagorno Karabakh durante ese periodo?

La vida en Nagorno Karabakh fue tranquila y pacífica en realidad. Como era muy joven antes de la guerra, disfruté al máximo de mis años escolares allí. Nuestra clase iba de excursión a menudo, para familiarizarnos con la historia de nuestra región, sus monumentos y otros sitios de interés. Así pude visitar la mayoría de los sitios turísticos y los grandiosos parajes naturales de Artsakh. Stepanakert era, y todavía lo es, mi lugar favorito en el mundo. Está siempre limpio, tranquilo, y la gente es cordial.

Antes de la guerra, se organizaban diversos festivales todos los años. Los más famosos el Festival del Vino, el Mulberry y otros. Normalmente los sitios escogidos para los festivales son enclaves históricos, para resaltar el valor cultural de Artsakh en nuestra historia.

En resumen, disfrutábamos de verdad de la vida en Artsakh porque teníamos tanto la posibilidad de relajarnos y divertirnos, como de esforzarnos y trabajar en nuestra tierra.

La ofensiva azerí desatada en septiembre de 2020, además de causar miles de muertos y de refugiados, amputó tres cuartas partes de la República de Artsakh, quedando en manos azerís su segunda ciudad, Shushi. ¿En que situación quedó la población armenia que habitaba las zonas ahora ocupadas militarmente por Azerbaiyán? Y, por otra parte ¿los habitantes que viven todavía en las zonas que están bajo el control de Artsakh temen que pueda desarrollarse una nueva invasión?

No hay armenios en absoluto en los territorios que tomaron los azeríes. Algunas personas mayores que se quedaron allí durante la guerra fueron asesinadas. Y siempre hay una gran amenaza de una nueva escalada militar. Una fue en agosto de 2022 a lo largo del corredor de Lachin, después de lo cual los azeríes tomaron algunos asentamientos más.

En los acuerdos de Alto el Fuego, firmados en noviembre de 2020 por el el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, y con Rusia como garante de su cumplimiento, se echaba en falta la voz de Artsakh, ¿Porque las autoridades de Stepanakert no formaron parte de las negociaciones para detener la guerra?

Las autoridades de Stepanakert no han formado parte de ninguna negociación formal desde principios de los 2000. Hasta el momento, es un estado no reconocido con poca población, y el mundo no se toma a Karabakh lo bastante en serio como para incluirlo en negociaciones internacionales.

Tras el fin de la guerra de Artsakh se ha mostrado una fuerte división entre los armenios que apoyan al gobierno de Nikol Pashinyan, y los que lo acusan de entregar el territorio de Nagorno Karabakh, en la que se derramó tanta sangre armenia en los años noventa, a los azerís. ¿Está siendo esta división en la sociedad armenia aprovechada por el régimen de Aliyev, para continuar con sus planes expansionistas?

Yo no diría que a Azerbaiyán le importe mucho la opinión de la sociedad. Azerbaiyán se beneficia del gobierno de Pashinyan porque firmó la capitulación en 2020 y no puede imponer mucho. Así que es sencillo para Aliyev manipular a un líder que perdió la guerra. Por lo tanto, Aliyev se aprovecha del gobierno, no de la sociedad.

A pesar de todas las protestas por parte de la oposición, y de que el apoyo de Moscú no ha sido el esperado, Pashinyan ha demostrado habilidad para mantenerse en el gobierno, ganando las elecciones de 2021 por una amplia mayoría. ¿Esto revela que la oposición, pese a su presencia en las calles, no es tan fuerte como parece?

La oposición ya no puede tomar el poder porque la sociedad los asocia con cosas negativas. Son conocidos por sus altos niveles de corrupción, y esa es la principal razón que les mantiene fuera del juego político. La gente no quiere la vuelta de un gobierno corrupto que creen responsable de la caída económica de Armenia e incapaz de mejorar las fuerzas armadas. Así que toleran a Pashinyan, aunque su equipo también es corrupto e incompetente, pero la reputación de la oposición cayó tan bajo que ya no se les toma en serio.

La Armenia actual es nuestra tierra” ha declarado recientemente el presidente azerí Ilham Aliyev, que no ocultan sus planes de conquistar todo lo que el llama Azerbaiyán Occidental. Las recientes ofensivas militares a lo largo de la frontera de Armenia hacen temer que sus amenazas van muy en serio. ¿Está amenazada realmente no solo la existencia de la República de Artsakh, sino la de toda Armenia?

Los enfrentamientos de septiembre evidenciaron que el régimen de Aliyev está preparado para usar la fuerza otra vez con el objetivo de ganar concesiones de Armenia. Está el problema del “corredor de Zangezur”, una de las mayores ambiciones políticas de Aliyev, que intentó alcanzar con manipulaciones. La matanza de septiembre es un ejemplo de cómo Aliyev puede usar su superioridad militar para alcanzar sus objetivos, y de cómo el territorio soberano de Armenia sigue bajo la amenaza de las invasiones de Azerbaiyán.

El bloqueo del corredor de Lachin, la única vía de comunicación abierta entre Artsakh y Armenia, por parte de unos supuestos ambientalistas azerís, están asfixiando más aún a la población de Nagorno Karabakh, a los que han cortado incluso el suministro de gas. ¿Cómo se ha desarrollado esta situación, que motivos están detrás de este bloqueo, y que consecuencias ha tenido para los habitantes de Artsakh?

Azerbaiyán asegura que la carretera está abierta porque muchos vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ambulancias y camiones de las fuerzas de paz rusas consiguieron atravesarla. Azerbaiyán justifica el bloqueo definiéndolo como una protesta independiente de ecologistas dispuestos a defender las minas de Karabakh. El ecologismo y las minas son sólo un pretexto para bloquear la carretera. Mediante el bloqueo tratan de ganar el control sobre el corredor, colocan sus puestos de retén y controlan todo aquello que entra o sale de Nagorno Karabakh. La peor consecuencia es la crisis humanitaria, puesto que ya no llegan suministros de Armenia, así que la gente carece de comida y de lo necesario para cubrir sus necesidades básicas. En este momento, el CICR y las fuerzas de paz rusas facilitan la importación de pequeñas cantidades de bienes de consumo, y el gobierno local ha introducido un sistema de cupones para la compra de comida que asegura la distribución equitativa de estos bienes. Por otra parte, muchas cirugías se han suspendido y una persona enferma murió recientemente debido a la imposibilidad de viajar a Armenia para el tratamiento. No hay medicinas suficientes, aunque el CICR ayude con esta cuestión. Algunas escuelas de preescolar y todas las guarderías se cerraron a causa de la escasez de comida. Los cables eléctricos que suministran Artsakh con energía procedente de Armenia fueron cortados, por lo que se cambiaron al modo ahorro. Hay numerosos apagones todos los días, y también se interrumpió la conexión a internet.

La comunidad internacional ha sido bastante activa en la condena del bloqueo, instando a Azerbaiyán a permitir la libre circulación de personas y mercancías, y por otra parte Armenia ha denunciado que las fuerzas de paz rusas no están cumpliendo con su misión. ¿Que confianza puede tener la población de Artsakh en que la comunidad internacional y Rusia sean garantía para que cesen las provocaciones azerís?

La población de Artsakh no espera mucho de la comunidad internacional porque sólo emite declaraciones y condenas vagas. En la práctica, las NU, la UE, los EU o cualquier otro mediador no tiene autoridad ni poder en la región. El único actor que puede cambiar esta situación es la presencia “física” de Rusia, pero Rusia tampoco intenta resolver la crisis. Rusia y Azerbaiyán son ambos responsables del bloqueo.

Por último nos gustaría que nos contaras el papel que están jugando los medios de comunicación en Armenia, si además de los medios convencionales, existen también medios alternativos, que ofrezcan una versión distinta a la oficial y ofrezcan un lugar a las voces más críticas de la sociedad armenia.

Armenia tiene una libertad de prensa mucho mayor que la de sus países vecinos, lo que nos ofrece la oportunidad de mostrar la situación desde diferentes perspectivas. Por supuesto que los medios estatales tratan de hacer más fuerte el actual rol del gobierno y se abstienen de criticarlo abiertamente, además de tener un especial cuidado cuando se trata el tema de Artsakh. El bloqueo no se ha cubierto adecuadamente y la conferencia Yerevan-Stepanakert del 12 de enero no se retransmitió, esto ejemplifica la actitud de los medios estatales y demuestra los intentos de quitarle importancia al bloqueo.

Con todo, yo no diría que son tan propagandistas como, por ejemplo, los medios de Azerbaiyán.

Además, nosotros tenemos plataformas mediáticas independientes que se centran en el análisis y el enfoque crítico. Desafortunadamente, no son tan populares y poca gente las sigue, así que deberíamos trabajar en fortalecer las voces críticas para así tener siempre a la vista una perspectiva alternativa.

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