¿Les interesa a los empresarios acabar con el desempleo y el subempleo?

Por Christian Orozco | Ilustración de ElKoko

«La condena de una parte de la clase obrera al ocio forzoso mediante el exceso de trabajo impuesto a la otra parte, y viceversa, se convierte en medio de enriquecimiento del capitalista […]»
Karl Marx, El Capital.

¡Vamos a acabar con el desempleo! ¡Si gano crearé un millón de puestos de trabajo! ¡El país necesita más jóvenes emprendedores!… Sin duda alguna, son eslóganes políticos que estoy convencido nos suenan muy familiares, con sus peculiaridades nacionales y locales, pero ¿quién no los ha escuchado de la boca de algún político o representante de la patronal? Sin embargo, más allá del discurso político hegemónico, la realidad nos demuestra que dentro del sistema capitalista, la noción de «acabar» con el desempleo e incluso el subempleo —en forma de trabajadores sobrecualificados o aquellos que trabajan menos horas de las que desearían—  es una quimera propia de vendedores de humo profesionales y ladinos estafadores.

Ambos fenómenos no se pueden explicar desde una visión aislada y ciega de las relaciones de poder como generalmente hace la economía neoclásica. El subempleo, al igual que el desempleo están asociados a un elemento consustancial al capitalismo, definido como el ejército industrial de reserva hace más de un siglo. Desempleo y subempleo constituyen elementos fundamentales de este modo de producción para garantizar un disciplinamiento y sometimiento de la clase obrera en su conjunto, en la medida en que limitan la capacidad reivindicativa de la misma para exigir mayores retribuciones salariales y más derechos por parte de los trabajadores que tienen la «suerte» de estar empleados —por el miedo al despido—, de tal forma que los empresarios pueden mantener salarios relativos bajos y condiciones de trabajo precarias.

En este juego de trileros, los inmigrantes —pobres naturalmente— son los conejillos de indias favoritos —siendo en el siglo pasado las mujeres, cuando se advertía que, si las mujeres se incorporaban al mundo del trabajo asalariado, esto provocaría más desempleo y peores condiciones para los obreros varones—. Los miedos de comunicación —como diría Eduardo Galeano— sensacionalistas, amarillistas y morbosos son las principales herramienta que las burguesías nacionales tienen para exacerbar los instintos más básicos de una clase obrera alienada y derrotada ideológicamente. El odio al extranjero se vuelve el plato fuerte de todos los días —aderezado con ciertas dosis de demagogia y pedantería de autodenominados expertos—, un inmigrante robó por aquí, un inmigrante sustrajo aquello por allá, una estampida de indocumentados nos está «robando» tal número de empleos… Es decir, su tarea es la de crear una consciencia colectiva en la que la anécdota se convierte en la norma, plasmada en la tan normalizada frase, «…es que los inmigrantes nos roban el trabajo y son unos delincuentes». Vivimos en un mundo al revés en el que nos han convencido de que son los foráneos los que nos «roban» y los empresarios los que crean riqueza y empleo. En definitiva, el intento de inocular en la población el discurso de la lucha del pobre contra el más pobre, la lucha del trabajador o parado nacional contra el trabajador o parado con un pasaporte diferente.

Dentro de este sistema las reformas son limitadas si no van acompañadas de un proyecto de transformación real de la sociedad y la economía.

Así, afirmar que dentro del sistema capitalista —central o periférico— alcanzar el «pleno empleo» y erradicar el subempleo es sencillamente descabellado no supone en absoluto asumir una posición maximalista. Muy por el contrario, es instar a desempleados, subempleados y demás trabajadores precarios —nacionales y extranjeros— a no depositar su confianza en todos aquellos movimientos, partidos y propuestas que intentan convencernos de que el problema del desempleo es que somos poco emprendedores o de que hay demasiados inmigrantes en el país, o de aquellos que defienden que el capitalismo es reformable, de que puede llegar a tener un rostro compasivo y amable de empleo para todos.

Esto no significa ni muchísimo menos que los trabajadores no debamos organizarnos y luchar por mejores condiciones laborales y más puestos de trabajo, lo que pone de manifiesto es que simplemente dentro de este sistema las reformas son limitadas si no van acompañadas de un proyecto de transformación real de la sociedad y la economía. He ahí la imperiosa necesidad de crear una hegemonía proletaria que deje de mirar hacia los de más abajo con rabia y rencor, y más bien levantemos la mirada hacia arriba, y proyectemos esos sentimientos hacia aquellos que realmente sí nos roban, sí nos explotan diariamente, por más que en sus tarjetas de identificación compartamos la misma nacionalidad.

2 Comments

  1. Nos lo quitan todo salvo el orgullo drogas narcisismo hipersexualizacion porno futbol=regionalismo para manipularnos . Nos lo quitan desde hace siglos con mentiras y violencia ,
    para revendernoslo, despues de explotarnos y cada vez mas caro y de paso prostituir a las mujeres pobres
    Nos hacen enfrentarnos con los mas pobres para que no veamos que ellos son los culpables
    Nos educan en el sadomaso mental en vez de empatia logica asertividad escucha amabilidad etc para que establezcamos relaciones competitivas y luchas de poder .
    Viven de crearnos desgracias y enfermedades, deliberada y masivamente
    En España por culpa del capitalismo hay menores que no comen, tener casa tajo la calefaccion etc etc es un lujo,
    Es mentira que el capitalismo elimina pobreza, eso lo hace el marxismo en su fase productiva-distributiva, pero el capitalismo regala los benefios de producir a unos pocos. Hoy para sacar una familia dlte deben trabajar los dos…y el capitalismo-machista le permitea ella el tajo de puta .
    El capitalismo crea pobreza por que pobres son los obreros que explota y las mujeres que se meten a putas que necesita para el «mercado»

  2. El capitalismo crea pobreza por que pobres son los obreros explotados y las putas que necesita
    Cuando las cosas van mal para las empresas piden ajustes -rebajas salariales, contratos basuras, etc. para los trabajadores y el Gobierno de turno se los impone (a los trabajadores) mientras baja los impuestos (a los empresaurios). Cuando las cosas van bien para las empresas, piden moderación salarial. Éllos (el consejo de administración) se gastan fortunas en caprichos y vicios caros .
    La gente está en babia…Los C´orruPPto$ nos lo siguen quitando todo como desde hace siglos, para luego explotarnos y revendernoslo mas caro cada vez. Todo nos lo quitan salvo moda, orgullo, Pporno ( el PP no le ha subido el IVA), tele, violencia, fuPPbol?regionalismos-nacionalistas , drogas para anularnos envenenarnos y manipularnos…Nos zombifican en vida. Nos alejan de la realidad, la salud y la vida y ademas nos envenenan a base de comida basura manufacturada, pesticidas incluso medicinas-basura inutiles, administradas preventivamente o con potentes efectos secundarios, creando nº desgracia y enfermedad deliberada y sistematicamente , por que viven de ello creado deliberadamente y exageradamente no como algo humano y normal . Incluso la farmafia disfraza las drogas de medicina con la comPPlicida de los corruPPtos y
    asi nos anula y hace ademas negocio.
    Nos educan en el sadomaso-mental en vez de empatia y asertividad, para que las relaciones se basen en luchas d epoder competitivas en vez de escucha dialogo logica etc.

1 Trackback / Pingback

  1. 2stretch

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.