La huelga surgió a raíz del incumplimiento por parte de la patronal de la legislación sobre jornada laboral para las trabajadoras.
Por Eduardo Montagut
En este artículo pretendemos contribuir de forma muy modesta al conocimiento de los conflictos laborales protagonizados por mujeres en la Historia del movimiento obrero español con el caso de las obreras que se pusieron en huelga en 1923 en Aranjuez, un hecho, cuyo desenlace no conocemos, pero sí sus causas y parte de su desarrollo.
La huelga surgió a raíz del incumplimiento por parte de la patronal de la legislación sobre jornada laboral para las trabajadoras. Al parecer, las obreras de las fábricas de calzado y cintas de la Aranjuez trabajaban unas diez horas, y el límite debía ser de ocho. Aunque no estaban asociadas decidieron reclamar a la patronal la reducción horaria de la jornada. La petición fue aceptada, pero a cambio de una rebaja salarial, lo que motivó que se pusieran en huelga. Eran unas trescientas cincuenta trabajadoras, aunque otros datos nos hablan de doscientas. El Socialista opinaba que merecían el apoyo de los obreros organizados.
Y así fue, porque el domingo 6 se celebró un mitin de apoyo por parte de los socialistas, presidido por el concejal Eugenio Armicio, participando, entre otros destacados líderes, Manuel Cordero, que ya era miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE en ese momento, lo que refleja el interés socialista en este conflicto.
La reunión tuvo que celebrarse en el patio de una casa grande porque no se pudo contar con el Teatro del Patrimonio, ya que, al parecer, nunca se concedía, menos a los mauristas, como denunciaban los socialistas.
El Socialista confiaba en el triunfo de estas trabajadoras. Los socialistas se comprometieron, especialmente, cuando descubrieron que también se estaban explotando a niñas de diez años. Los vocales de la UGT lo denunciaron en el Instituto de Reformas Sociales, ante el alcalde de la localidad y en el Gobierno Civil de la provincia. Estaban dispuestos a elevar la protesta.
El conflicto se alargó. El Heraldo de Aranjuez se convirtió en el defensor de la patronal como denunciaba, por su parte, El Socialista, que acusaba de mal trato a las trabajadoras por parte de aquel periódico. Esto provocó la reacción del periódico del lugar, ya que, avanzado el mes de junio, su director envió una carta al órgano oficial del PSOE protestando porque no habían injuriado a las trabajadoras y siempre habían defendido la causa de los obreros, pero El Socialista consideraba que sí se había hecho según las informaciones que le proporcionaba una persona de confianza, pero estaba dispuesto a rectificar en caso de que fuera verdad la protesta, por lo que hacía público que se había pedido a esa persona que proporcionase los números de la publicación donde supuestamente se habían insertado las injurias.
Lamentablemente, no sabemos cómo terminó la polémica ni la huelga de las trabajadoras del Real Sitio.
Hemos consultado los números 4443, 4469 y 4482 de El Socialista, fuente principal de este artículo.
Sobre la mujer en el ámbito laboral español de la época, y sin ánimo de exhaustividad, podemos consultar algunas de estas referencias:
P. Zancada, El trabajo de la mujer y el niño, Madrid (1904).
R. Mª. Capel, El trabajo y la educación de la mujer en España (1900-1930), Madrid, (1982).
V.V.A.A., La mujer en la Historia de España (Siglos XVI-XX), Actas de las II Jornadas de Investigación Interdisciplinaria, Madrid (1984). V.V.A.A., Ordenamiento jurídico y realidad social de las mujeres, Actas de las IV Jornadas de Investigación Interdisciplinaria, Madrid (1986).
C. Borderías, et allí (comp.), Las mujeres y el trabajo. Rupturas conceptuales, Barcelona, (1994).
P. Pérez-Puentes, “El trabajo de las mujeres en la España de los siglos XIX y XX. Consideraciones metodológicas, en Arenal, Revista de Historia de las mujeres (1995).
I. Morant (ed.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Del siglo XIX a los umbrales del XX, Madrid, (2006).
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