Huelguistas de Sol: Sus reivindicaciones, finalmente escuchadas

Por Roberto Santos

Desprotegidas y desamparadas, así se sentía el grupo de mujeres que decidió acampar en la Puerta del Sol y ponerse en huelga de hambre porque estaban hartas y cansadas de que no dejen de morir mujeres víctimas de la violencia de género y sienten que desde las instituciones no se está haciendo lo suficiente para frenar estos asesinatos, casi 900 desde que se empieza a llevar la cuenta en el año 2003.

En lo que llevamos de año, 21 mujeres han sido víctimas de la violencia machista y son miles las que sufren malos tratos en silencio, con miedo a denunciar, con miedo a convertirse en una cifra más que engrose esa lista que a todos como país y como sociedad nos debería avergonzar.

Es por ello, que este grupo de mujeres han estado en el Km 0 de Madrid acampadas bajo una carpa azul y con un círculo de zapatos rojos y esquelas con los datos de las últimas víctimas de violencia machista en el suelo, porque quieren despertar a esa sociedad que ha empezado a normalizar las noticias de mujeres asesinadas hasta el punto de pasarlo por alto y porque consideran que «el Gobierno debe asumir la violencia machista como una cuestión de Estado».

Pese a todo lo que ya se ha escrito sobre ellas en los medios, decido acercarme a la Puerta del Sol, para hablar con ellas y que me cuenten ellas mismas sus motivos y sus reivindicaciones. Allí me reciben Paloma y Begoña, que me ofrecen un asiento en pleno Km 0, para que podamos hablar tranquilos.

“Nosotras nos sumamos a la huelga de hambre de Ve- la luz, que comenzaron ellas el 9 de Febrero, porque queríamos apoyar la iniciativa y ayudar a que salga adelante”. Ambas llevan en huelga de hambre desde el sábado y creen en la necesidad de que algo cambie de una vez por todas. “Necesitamos que nos escuchen los de arriba”, es una frase que me repiten varias veces.

De hecho, me explican que la gente se está portando muy bien con ellas, “nos traen cositas, caldos, Aquarius, compresas…, la gente nos cuida, el problema es la falta de interés de los de arriba, que nos dan la espalda. Desgraciadamente, no nos están escuchando”.

¿Qué esperan que nos suicidemos aquí delante de todo el mundo para conseguir que vengan aquí, para que nos escuchen?

Para ellas es incomprensible que pese a lo que están haciendo, pese a las cifras de víctimas mortales y también de mujeres maltratadas que no han dejado de aumentar en los últimos 5 años, los políticos no les estén escuchando. “Aquí hay personas que están poniendo en riesgo su salud, incluso alguna ha tenido ya que ser atendida por problemas graves. Una de las mujeres, Celia, que estaba aquí, acabo ingresada por neumonía con un pulmón completamente encharcado, ¿cómo pueden permitir este tipo de cosas? Nos están matando todos los días y parece que a nadie le importa”

Ayer mismo, Gloria Vázquez, presidenta de la asociación Ve- la luz y una de las primeras en ponerse en huelga de hambre, tuvo que ser atendida por los servicios médicos tras encontrarse mal y tras esto fue trasladada a un centro hospitalario para realizarle una revisión. Gloria Vázquez pidió el alta voluntaria para poder continuar con sus compañeras la huelga de hambre que comenzaron hace casi un mes en la Puerta del Sol, para continuar con su lucha.

Esta acampada y esta huelga de hambre que iniciaron las mujeres de Ve- la luz y a la que se han sumado otras como Paloma, Begoña o Angie, lo han hecho para defender un manifiesto de 25 puntos que este lunes pudieron presentar en el Senado, entre las que se encuentran medidas como impulsar una Ley Integral de violencias machistas, en las que se contemple la figura de “Feminicidio”, ser reconocidas como víctimas a las que se debe proporcionar las mismas ayudas que las establecidas para víctimas del “terrorismo”, el reconocimiento como víctimas a aquellas mujeres a las que se les asesinaron a sus hijos, reconociéndoles una pensión indefinida y compatible para las mismas, así como el reconocimiento como víctimas al entorno de las mujeres víctimas de la violencia de género con el que mantengan convivencia en él durante las agresiones y/o asesinatos, así como la vídeo-grabación de las declaraciones de menores para frenar la revictimización en los procesos por violencia y/o abusos… El manifiesto completo recoge otros 20 puntos de calado, que podéis leer y apoyar aquí.

Angie y Paloma

“No nos hemos sentido respaldas por el ayuntamiento ni por ningún político, el otro día vino la vicealcaldesa, Marta Higueras, para decirnos que podíamos ir a un albergue. Eso es no haber entendido nada”, me comenta otra de las mujeres que están aquí acampadas. Paloma, sobre este punto también me relata que “el otro día vino una concejala de no sé que partido, vino diciendo que venía a título personal y nos trajo un Aquarius. Ella que está ahí arriba podría intentar hacer algo desde su posición, pero parece ser que no, que la gente viene a hacerse la foto y ya”.

“¿Qué tiene que pasar una tragedia para que nos escuchen?”, la frustración ante la falta de interés de la clase política es evidente en ellas, que no entienden como con las cifras de asesinadas, de víctimas del machismo, sigan mirando para otro lado y haciendo como que no estuviesen ahí. “¿Qué tenemos que hacer? ¿Qué esperan que nos suicidemos aquí delante de todo el mundo para conseguir que vengan aquí, para que nos escuchen?”

¿Cuántas más mujeres tienen que morir para que se les escuche? Ellas lo tienen claro, “mujeres ya han muerto muchas, 21 en lo que llevamos de año y parece que se ha convertido en algo normal, incluso el tratamiento que se hace en los medios de estas noticias parece que también las ha normalizado porque es algo que ya ni llama la atención, ni sorprende y eso es muy grave”.

¿Quién vigila que las ordenes de alejamiento se cumplan? Nadie, ¿quién vigila que yo este segura? Nadie

Cuando les pregunto, ¿qué les ha traído a estar aquí acampadas también con las compañeras de Ve- la luz?, lo tienen claro, “me parece tan evidente que tengamos que estar aquí las personas que ni me he planteado otra opción” asegura Paloma, “empezando porque soy mujer, soy feminista y quiero vivir en una sociedad donde todos seamos iguales y estemos en las mismas condiciones. Las cosas tienen que cambiar y se tiene que hacer justicia, y no me refiero solo a que se proteja a las víctimas sino a que deben ser libres, todas las mujeres debemos ser libres”.

Además, todas ellas coinciden en que “falta mucha educación en los colegios y en las familias”, tienen claro que es muy “importante educar en la igualdad y contra el machismo, porque esa es la raíz de todo”. “De nada serviría que les enseñemos eso en el colegio si al llegar a casa los niños van a ver un comportamiento machista en su padre o en un familiar. Falta educación a nivel general”.

También creen que falta justicia, “ahora mismo ser una mujer maltratada, representa que yo tenga que estar en una casa de acogida, si tengo esa suerte, y sin moverme, porque el otro día le dieron un navajazo a una con dos niñas, un tío con una orden de alejamiento, cuando salio a dar una vuelta, tratando de llevar una vida normal. ¿Quién vigila que las ordenes de alejamiento se cumplan? Nadie, ¿quién vigila que yo este segura? Nadie”. Esto son palabras de una mujer con gafas oscuras que ha venido a dar su apoyo a las que están aquí acampadas pero que no puede estar ahí con ellas, porque debe volver a la casa de acogida en la que se encuentra, porque desgraciadamente, ella es una de las que vive con miedo. “¿Cuánto han recortado en materia de violencia de género? Muchísimo y sin dinero y sin protección no se puede hacer nada. Hace falta una inversión muy fuerte para que este tema se tome en serio, porque si no pasa lo que dicen ellas, que se acostumbra uno, que se vuelve normal lo que no lo es, porque que nos asesinen por ser mujeres, aunque sea una noticia frecuente, no es normal”.

Detrás de las cifras hay personas y ellas creen que estamos olvidando eso, 21 mujeres muertas este año, se traduce en 21 vidas acabadas, en 21 familias destrozadas y eso no puede pasar inadvertido.

“¿Por qué no cumplen las penas completas? ¿De qué sirve encerrarlos si no se hace por re-educarlos para que se reinserten en la sociedad y al final como allí se portan bien, acaben saliendo al poco tiempo de entrar? ¿Para qué sirve eso? ¿Para qué salgan con más rabia contra su víctima?” El tema de la justicia, mejor dicho, de la falta de justicia es recurrente en el corrillo que hemos formado. Creen que faltan recursos, justicia y voluntad política y no les falta razón, porque lo cierto es que las cifras hablan por si solas y no han dejado de crecer. El número de víctimas de violencia de género registradas ha aumentado por primera vez en cinco años, aumentando a más de 36.000 personas registradas con medidas judiciales por maltrato, y esto es lo que nos dicen las cifras oficiales, pero “todas sabemos que hay miles que no denuncian, porque tienen miedo, porque al final lo que ven en las noticias es que a las que denuncian las acaban matando o peor, que a las que intentan dejarlos o lo llevan a cabo, les matan a los hijos. ¿Cómo esperan que denuncien así? Claro que hay que denunciar, pero con garantías, la víctima debe tener todas las garantías”.

No puedo evitar sorprenderme cuando me cuentan que el SAMUR no viene todos los días a verlas, como marca el protocolo cuando alguien inicia una huelga de hambre. Me hablan de un policía que sí que se preocupa por ellas y que justo cuando me lo están comentando aparece para indicarles que hoy sí, el SAMUR va a ir a verlas y a hacerles análisis, “él sí que se preocupa por nosotras, pero es el único, no te creas que todos sus compañeros son iguales”. Sobre el SAMUR me comentan que “han venido, pero no a diario”, con total resignación.

Ellas iban a seguir acampadas en Sol y en huelga de hambre hasta que alguien de los de arriba como dicen ellas, les escuchase, esperando que sus 25 propuestas fueran tenidas en cuenta, que todo ese apoyo que sienten de la gente se tradujese en medidas políticas que sirvan para acabar con la lacra de la violencia machista, que no deja de cobrarse vidas en nuestro país. En definitiva, estaban dispuestas a seguir con su lucha hasta que algo cambias, “es sencillo, 21 victimas en lo que va de año es del todo inadmisible y la muestra más clara de que lo que hay no sirve, de que algo tiene que cambiar, sí o sí”.

Y justo tras está charla, Gloria, presidenta de Ve la luz y todas las mujeres que estaban en huelga de hambre por los 25 puntos para la violencia machista han desconvocado la huelga ya que el Partido Popular y el Partido Socialista han aceptado los 25 puntos que proponían. Finalmente, los de arriba les han escuchado, que es lo que ellas realmente querían, finalmente parece que han conseguido con su lucha, que las cosas cambien.

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