El centroizquierdista Partido Democrático Constitucional (CDP), liderado por Yoshihiko Noda es el gran vencedor de estas elecciones, ya que aunque no haya quedado en primera posición, ha logrado un crecimiento excepcional, subiendo de 96 a 148 diputados.
Por Angelo Nero | 29/10/2024
Este domingo, 27 de octubre, se realizaron elecciones generales en Japón, para renovar su Cámara de Representantes (Shugiin), con un año de antelación, con la intención, por parte del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), de lograr un voto de confianza para el recién nombrado primer ministro, Shigeru Ishiba. El PLD que ha gobernado el país del sol naciente casi ininterrumpidamente desde su fundación, en 1955 -diez años después de la capitulación japonesa- ha errado de forma estrepitosa en sus cálculos, perdiendo la mayoría en el parlamento desde 2009, y pasando de 261 a 191 escaños.
La formación conservadora se ha visto envuelta en varios escándalos financieros, y los gobiernos de los primeros ministros Yoshihide Suga y Fumio Kishida, ambos del PLD, han tenido un fuerte rechazo por parte de los ciudadanos, por lo que la perdida de votos era previsible, aunque no en la magnitud con que se ha producido. “Estamos recibiendo un juicio severo”, declaró Ishiba tras conocer los resultados, “los votantes han expresado su firme deseo de que el PLD reflexione y se convierta en un partido que actúe de acuerdo con la voluntad del pueblo”.
Al debacle del PLD se le suma el de su socio en el gobierno, el partido conservador budista Kōmeitō, que pierde 8 escaños y se queda con 24 diputados, por lo que se quedarían lejos de, juntos, alcanzar la mayoría absoluta.
El centroizquierdista Partido Democrático Constitucional (CDP), liderado por Yoshihiko Noda -que fue primer ministro en el breve periodo, entre 2011 y 2012- es el gran vencedor de estas elecciones, ya que aunque no haya quedado en primera posición, ha logrado un crecimiento excepcional, subiendo de 96 a 148 diputados, y se ha mostrado favorable, tras conocer los resultados, a explorar la posibilidad de lograr un gobierno de coalición con otros grupos, lo que deja un escenario abierto tras las elecciones. “Es una situación en la que debemos competir por el cargo de primer ministro. Es lo natural. Soy de la opinión que es inaceptable que siga el gobierno PLD-Komeito y me gustaría abrir un diálogo si existen puntos en común para impulsar una reforma política profunda”, ha declarado Yoshihiko Noda tras el recuento de votos.
El tercer grupo del parlamento nipón lo conformarán los 38 diputados del derechista Innovación (Ishin), cuyo secretario general es Nobuyuki Baba, que pierde 3 escaños.
Importante ha sido también el ascenso meteórico del liberal Partido Democrático del Pueblo (Kokumin-minshutō), a poco de triplicar su representación en la cámara, pasando de 11 a 28 diputados, y que ya se ha manifestado en contra de entrar en una posible coalición de gobierno con el PDL.
En el arco más a la izquierda del parlamento, el Partido Comunista Japonés ( Nihon Kyōsantō), que lidera Nihon Kyōsantō, pierde dos escaños, y se queda con 8 diputados, siendo superado por el anticapitalista Reiwa Shinsengumi, creado en 2019 por el actor Tarō Yamamoto, que triplica su representación y pasa de 3 a 9 escaños. Y conserva también su diputado el Partido Socialdemócrata, sucesor del Partido Socialista de Japón, liderado por Mizuho Fukushima.
En el otro extremo ideológico, la ultraderecha japonesa de Sanseitō, sube de 1 a 3 escaños, y el ultranacionalista Partido Conservador entra en el parlamento también con 3 diputados.
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