Las bombas siguen cayendo sobre Tigray

Este ataque se suma a otros que, al menos, han dejado 146 muertos y 213 heridos, según un informe elaborado por los organismos no gubernamentales, que ha hecho público la agencia Reuters, contabilizando los ataques aéreos desde el 18 de octubre.

Por Angelo Nero

A pesar de la declaración, solo hace un par de días, del ejecutivo etíope de “la decisión del Gobierno de no entrar en Tigray tras el TPLF, busca dar a la población tigrayana una oportunidad de considerar su pérdida de tiempo y distanciarse del grupo terrorista”, y de efectuar un llamamiento la población de la región rebelde y la comunidad internacional a que “deben jugar su parte para llevar a la región de vuelta a una vida pacífica para resolver sus problemas socioeconómicos”, el premio Nobel de la Paz, y primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ha vuelto a lanzar una nueva ofensiva aérea sobre objetivos civiles en la castigada Tigray, donde los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgan a lomos de la conquista, la guerra, el hambre y la muerte.

En la noche del viernes, 7 de enero, decenas de tigriños perdieron la vida, entre ellos mujeres y niños, hasta ahora el balance es de 56 personas, y otras decenas más resultaron gravemente heridas, en el bombardeo aéreo de un campamento de refugiados, desplazados internos de la invasión terrestre que comenzó hace un año por parte de los ejércitos etíope y eritreo, con apoyo de las milicias amharas. El objetivo del ataque fue la escuela de la localidad de Dedebit, que se había convertido en un centro de acogida para desplazados por la guerra, llegados principalmente desde la ciudad fronteriza de Humera.

Getachew K Reda, portavoz del Tigray People’s Liberation Front (TPLF), condenó el ataque desde su cuenta de twitter: “Otro ataque de avión no tripulado insensible por AbiyAhmed en un campamento en Dedebit ha cobrado la vida de 56 civiles inocentes hasta ahora. La parte más triste de la historia es que las víctimas son personas desplazadas de Western Tigray por la campaña genocida del régimen. ¡Doble peligro en su peor momento!.”

Este ataque se suma a otros que, al menos, han dejado 146 muertos y 213 heridos, según un informe elaborado por los organismos no gubernamentales, que ha hecho público la agencia Reuters, contabilizando los ataques aéreos desde el 18 de octubre.

Esta nueva ofensiva se produce solo un día después del anuncio del indulto y de la liberación del ex presidente de Tigray, Abay Weldu, uno de los fundadores del TPLF, y otros dirigentes tigriños como Sebhat Nega o Kidusan Nega, y de otros dos líderes políticos de la Oromía: Bekele Gerba, líder del Oromo Federalist Congress (OFC) y Jawar Mohammed, fundador de Oromiya Media Network, que permanecían encarcelados desde septiembre de 2020 acusados de delitos de terrorismo, así como Eskeinder Nega, también miembro del OFC, detenido en relación al asesinato de Hachalu Hundesa, un famoso cantante oromo, en junio de 2020, que derivó en una ola de violencia que causó más de 250 muertos.

Los indultos llegaron en la celebración etíope de la Navidad, según el gobierno de Abiy con la intención de “allanar el camino para una solución duradera de los problemas de Etiopía de una forma pacífica y no violenta”, afirmando que “creen que los amnistiados han aprendido del pasado y se espera que hagan una mejor contribución a su país y al pueblo de Etiopía.” Una declaración de intenciones que ahora, tras este nuevo ataque aéreo del ejército etíope sobre la población civil tigriña, queda en entredicho, así como la apertura de una comisión de diálogo nacional, aprobada por el parlamento de Etiopía hace una semana.

Sobre este último punto también se ha pronunciado el portavoz internacional del Oromo Liberation Army (OLA), Odaa Tarbii, a través de la red social Twitter: “La organización de tales farsas ha sido una herramienta para que Abiy apacigüe las comunicaciones internacionales, establezca legitimidad y consolide su poder mal habido. La paz duradera solo puede resultar de garantizar la justicia y de mantener conversaciones legítimas e inclusivas mediadas por un tercero. El llamado «Diálogo Nacional» es la última repetición de muchas de esas farsas organizadas por el régimen de Abiy en los últimos 3 años. La mayoría de los participantes son afiliados al PP, el resto está invitado a aceptar los dictados del régimen. Este no es el diálogo inclusivo que muchos esperaban.”

La vía diplomática abierta por Addis Adeba responde, entre otros factores, a la decisión de Washington de excluir a Etiopía de un importante acuerdo comercial y a restringir sus relaciones comerciales, por las acusaciones de diversos organismos internacionales sobre las violaciones de derechos humanos por parte del gobierno etíope. Este mismo jueves, el enviado especial de EEUU para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, se ha reunido con Abiy Ahmed, para pedir unas conversaciones de paz con garantías, siguiendo las indicaciones del departamento de estado, cuyo portavoz, Ned Price, ha señalado: “Seguimos pidiendo el cese inmediato de las hostilidades y el fin de las atrocidades contra los Derechos Humanos, el acceso humanitario sin trabas y una resolución negociada del conflicto. Todos esos temas fueron planteados y discutidos durante las discusiones del enviado especial con el primer ministro el día de hoy.”

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