“Queremos que el documental llegue a la mayor cantidad de personas posible, sobre todo en este tiempo, cuando tenemos mucho que reflexionar y decir sobre el rol de las Fuerzas Armadas».
Por Lissette Fossa | Interferencia
César Veliz y Rolando Robledo quedaron con secuelas físicas y psicológicas, tras sobrevivir a disparos percutados por militares el 20 de octubre del 2019, en pleno estallido social en La Serena. Junto a ellos, Romario Veloz falleció producto del ataque, transformándose en la primera víctima fatal de la revuelta. Acá el documentalista Cristián Lagos Soto cuenta cómo fue filmar un documental que muestra la lucha diaria por justicia y reparación por parte de los sobrevivientes.
Las Balas de Octubre es un mediometraje documental, de cerca de 40 minutos, realizado por el periodista y documentalista Cristián Lagos Soto, de 36 años. La película, que aún está en proceso de ser estrenada, muestra los efectos que ha tenido en la vida de César Véliz y Rolando Robledo el haber sido baleados por personeros del Ejército durante una manifestación, en el contexto del estallido social, en La Serena, el 20 de octubre de 2019.
Véliz y Robledo fueron heridos en el mismo ataque a Romario Veloz, hombre afrodescendiente ecuatoriano con más de diez años de residencia en Chile, quien estaba manifestándose pacíficamente en ese momento. Veloz fue la primera víctima fatal a nivel nacional del estallido social y fue atacado por un militar durante el estado de sitio. Los dos sobrevivientes del ataque, Veliz y Robledo, quedaron con graves secuelas, sin ningún apoyo ni reparación por parte del Estado, lo que ha afectado su situación laboral y económica y la de sus familias.
El documental aún espera fecha de estreno, pero pronto va a poder ser exhibido en Europa.
“Queremos que el documental llegue a la mayor cantidad de personas posible, sobre todo en este tiempo, cuando tenemos mucho que reflexionar y decir sobre el rol de las Fuerzas Armadas, sobre el monopolio del uso de la fuerza del Estado, etc.”, comenta en esta entrevista su director.

– ¿Qué le movió y motivó a hablar sobre las víctimas del estallido social de La Serena?
– Yo soy periodista y siempre he trabajado con herramientas audiovisuales, registrando, grabando en medios independientes y comunitarios. Y desde ahí, estuve grabando y visibilizando lo que pasaba durante el estallido. Fue así como me enteré de los hechos que ocurrieron en La Serena, pero me involucré porque estando en Antofagasta, donde pude presenciar el funeral de Romario Veloz, ciudad donde fue enterrado su cuerpo. Y en ese momento me conmovió mucho su muerte, así que fui a grabar al funeral, hice un video que se viralizó, después mantuve contacto con la familia y terminé trabajando en el caso a partir de la muerte de Romario. Ahí me voy acercando a las otras dos víctimas sobrevivientes de los ataques que alcanzaron a Romario, y ahí empecé con la idea de hacer algo y visibilizar la situación en que se encontraban.
Desde el compromiso, la necesidad de que sus casos no queden en el olvido y que puedan recibir algún tipo de ayuda urgente, y que en algún momento haya alguna efectiva reparación. Porque si bien el caso ha ido avanzando y quizás pueda llegarse a condenar a los culpables, ellos van a vivir con secuelas para siempre. O sea, no basta la justicia, es necesario que haya reparación para ellos y ojalá tengan algún cambio para bien, para que puedan hacer sus vidas con algo de normalidad.
– ¿Qué es lo que se viene para el documental? ¿La gente va a poder verlo terminado pronto? ¿O verlo en festivales?
– El documental es una precuela de un largometraje que estoy realizando en paralelo. Este mediometraje ya está terminado, producido por Cuello Negro Films, y fue pre estrenado en febrero de este año. Pero lamentablemente los festivales, para participar, exigen que las obras no hayan sido mostradas de manera pública, por eso estamos tratando de guardarla un poco para participar en algunos festivales, si quedamos.
También, queremos que este mediometraje apoye de alguna manera al largometraje, que se llama Madres de Octubre, que cuenta la historia de familiares de Romario Veloz y la lucha que han llevado por casi dos años y medio por justicia y verdad.
También estamos subtitulando la película al inglés y al alemán. Y el documental se va a ir de gira a fin de mes, porque queremos hacer un recorrido en Europa, principalmente en Alemania, con el fin de conseguir recursos para ayudar a las víctimas sobrevivientes y para terminar de desarrollar el largometraje.
– ¿Cómo ha visto que la justicia y la sociedad en general han tratado el caso de Romario Veloz y de las víctimas sobrevivientes de La Serena?
-El caso de Romario Veloz es un caso entre importante y grave, y que ha generado mucho interés en un círculo muy acotado. Romario fue el primer asesinado por agentes del estado tras el inicio de la revuelta. Y su condición de inmigrante lo hace particular, porque a pesar de que hace más de una década residía en Chile, era de las pocas personas negras que estaban en las protestas. Por eso su asesinato tiene un carácter racista, los militares que en ese momento estaban apuntando a las personas, sabían perfectamente a donde y a quien estaban disparando, por eso nuestra teoría es que esto siempre tuvo una motivación racista. Y hemos tratado de plantear que además de lo horrendo del crimen, lo injusto de que los militares hayan disparado contra manifestantes desarmados, también que le hayan disparado a una persona afrodescendiente le añade aún más gravedad, alerta del racismo que está presente en Chile y no dudo que está muy presente en las Fuerzas Armadas.
Lamentablemente, la investigación se ha demorado mucho tiempo, la fiscalía ha hecho lo que ha podido, pero acá lo lamentable ha sido la actitud del ejército y su nulo interés en colaborar en la investigación. A dos años y medio, aún las familias están sin respuesta y sin justicia, están con tristeza esperando que el Estado reconozca la vulneración de derechos y cuando haya justicia recién van a vivir el luto como debe ser.
– ¿Cómo cree que la prensa y los comunicadores han tratado este tema?
– Creo que los medios de comunicación han ido reaccionando a la coyuntura. Las familias han hecho acciones públicas para convocar a la prensa y atraer el interés de los medios. Los medios locales han estado muy interesados en el caso de Romario, a nivel regional, han difundido todo lo relacionado al caso. Lamentablemente, durante el estallido todos los medios repitieron información falsa sobre Romario Veloz: que supuestamente habría estado saqueando, que estaba indocumentado. También, los medios son responsables de generar un prejuicio al inicio del caso, si bien han cubierto mucho este tema.

A nivel nacional se conoce menos el caso de Romario y mucho menos de las dos víctimas sobrevivientes. Pero por eso mismo estamos visibilizando estos casos, porque queremos que la mayor cantidad de personas pueda ver y conocer lo que ocurrió ese 20 de octubre de 2019 en La Serena.
– ¿Qué impresión va a quedarle a la gente tras ver el documental?
– En el documental podemos ver el impacto físico, emocional y humano de dos personas que recibieron disparos en el contexto de la revuelta social. Tratamos de mostrar cómo es vivir después de recibir disparos de guerra, por manifestar o simplemente estar caminando en ese lugar. Mostramos esta historia humana que muchos desconocen, con rostros humanos, alma y corazón. Queremos que el documental llegue a la mayor cantidad de personas posible, sobre todo en este tiempo, cuando tenemos mucho que reflexionar y decir sobre el rol de las Fuerzas Armadas, sobre el monopolio del uso de la fuerza del Estado, etc. Esperamos que con el documental evidencie esta reflexión y que nunca se repitan estos actos atroces.
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