Por José Antonio Martín Acosta
Desde la ventana
Las hormigas pasan
Se ocultan bajo los paraguas
Bajo los adoquines
Bajo las bolsas que ocultan luciérnagas
Bajo los árboles caídos
Por un rayo paranoico
Bajo la sustancia impersonal
Que nos unifica a todo
Bajo las circunstancias
De cada peso atómico
Que desfila con su ego en el centro
Se ocultan de los demás
Porque creen desfallecer
Pidiendo ayuda
Porque el orgullo
Se cuela por los intersticios
De la socialización
Y somos tantos los que necesitamos
Desfilar bajo las ventanas
Abiertas
De los otros
Que nos tendremos que esforzar más
Para que se escuchen nuestros gritos
Desde la ventana
Pasan los maliciosos
Los artificiales
Los macilentos
Los insidiosos
Los descolocados
Los apóstoles de la indolencia
Los discriminados
Los olvidados de la justicia
Los alevosos instigadores
Las mujeres con sus cuitas eternas
Y se ven tan pequeñas
Tan poca cosa
Tan vívidamente presas
De sus propias críticas
Que a veces dan ganas de saltar
De ir a buscarles
De darles un abrazo
O una manta
Y decirles al oído quedamente
Aquí estamos
Los que os miramos de lejos
Los que somos mirados también de lejos
Los distanciados del afecto
De la tan absurda elocuencia
Empaticémonos todas
Para que nadie mire de lejos
Salgamos todos de cerca
En busca de justicia.
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