Quisiera ver las portadas de los medios occidentales si estos resultados fueran los ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela.
Por Angelo Nero | 3/09/2024
El domingo, 1 de septiembre, se han realizado elecciones parlamentarias en Azerbaiyán. Busco en los titulares la noticia, “El partido del presidente de Azerbaiyán renueva su mayoría absoluta en el Parlamento”, dice RTVE; “El partido gobernante de Azerbaiyán gana las elecciones parlamentarias”, apunta Europa Press; la Agencia EFE concreta, “El partido de Aliyev obtiene 68 de los 125 escaños del Parlamento azerbaiyano”; me resulta sorprendente que un mes después de las elecciones parlamentarias en Venezuela todavía hay medios que sigan sembrando dudas sobre su proceso electoral y pidiendo la publicación de sus actas, mientras despachan con tanta premura las elecciones azerís, donde una dinastía, la de los Alíyev, lleva gobernando el país, desde su independencia, en 1991.
Tal vez sea porque Azerbaiyán tiene uno de los yacimientos de gas más grandes del mundo, y que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificara a Bakú de socio «digno de confianza», tras visitar Baku, en 2022, para firmar un acuerdo que permitiera a la UE paliar la dependencia del gas ruso. Todo ello mientras se fraguaba la limpieza étnica de armenios en Nagorno Karabakh, en la que los “valores democráticos” de la UE, esos mismos a los que apela cuando habla de Venezuela, fueron ignorados. A veces, la geopolítica es más sencilla que las grandes declaraciones de nuestros líderes, y sólo hay que seguir el rastro del dinero.
Pero vayamos al proceso electoral azerí, y sigamos indagando en la Cara B, antes de ir a los resultados, y es que, para empezar, la principal fuerza de la oposición el liberal, Frente Popular de Azebaiyán (FPA), fundado en 1988, y protagonista del movimiento de liberación nacional que luchó por la independencia del país, ha boicoteado estas elecciones, y su líder, Alí Kerimli, señaló “ En las actuales condiciones no tiene ningún sentido participar en la elecciones, hay más de 300 presos políticos, está prácticamente prohibida la libertad de reunión y las autoridades controlan las comisiones electorales de todos los niveles.”
Si nos vamos a los resultados, estos también son esclarecedores de que clase de sistema es el azerí. El Nuevo Partido de Azerbaiyán (YAP), que tiene de todo menos de nuevo, ya que fue fundado también en 1991, por el padre del actual presidente, Heydar Aliyev, ha obtenido 68 de los 125 escaños del Parlamento azerí, pero es que, además, 44 independientes han obtenido también escaño, aunque de independientes también tienen bien poco, pues suelen alinearse con las políticas del gobierno azerí, por lo que el partido del presidente Ilham Aliyev, tendrá una más que holgada mayoría parlamentaria.
La farsa electoral la completan 13 diputados más pertenecientes a 10 formaciones políticas, el que más representación ha quitado, con 3 escaños, ha sido el derechista Partido de Solidaridad Cívica, de Sabir Rustamkhanli. Todos los partidos del arco parlamentario azerí se sitúan en el espectro de la derecha, a excepción del socialdemócrata Frente Nacional, liderado por Razi Nurullayev, que tiene un solo escaño. Quisiera ver las portadas de los medios occidentales si estos resultados fueran los ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela!
El interés que estas elecciones han despertado entre los azerís, también es indicativa de la salud democrática del régimen de Aliyev, ya que la abstención subió hasta el 62,76%.
En febrero se celebraron elecciones presidenciales en Azerbaiyán, que volvió a ganar, como no, ese campeón de la democracia y socio digno de confianza de la UE, que es Ilham Alíyev, con un 92% de los votos, y el presidente español, Pedro Sánchez le felicitó en los siguientes términos:
«Estimado Sr. Presidente
En nombre del Gobierno de España, deseo transmitirle mi felicitación por su reelección como Presidente de la República de Azerbaiyán en las elecciones celebradas el pasado 7 de febrero.
Le deseo el mayor de los éxitos en su nuevo mandato, le expreso la intención del Gobierno español de continuar el desarrollo de las relaciones entre nuestros países, también en el ámbito económico, en el que se han producido importantes avances en los últimos años, y constato que existe un gran potencial de cooperación mutuamente beneficiosa.
Asimismo, le deseo todo lo necesario para que continúe los esfuerzos que hasta ahora se han realizado en el camino de la paz, y les hago llegar mi deseo de que se garantice pronto una paz en la región del Cáucaso que sea justa, sostenible y respetada por el Derecho internacional. Sabe que España y la Unión Europea le apoyan en ello.
Aprovecho la ocasión para expresarle, Sr. Presidente, el testimonio de mi más alta consideración”.
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