Vox, la formación de extrema derecha, pide firmar un programa único a PP y Ciudadanos para apoyar la investidura de Isabel Díaz Ayuso. Vox quiere que el partido de Albert Rivera y el de Pablo Casado pasen por el aro y suscriban algunos de sus planteamientos más fascistas para la Comunidad de Madrid, hecho que pone de manifiesto el gran error de dejar entrar a los ultras en el poder.
Algunas de las medidas más radicales que plantea Vox son la retirada de la sanidad para los inmigrantes sin papeles, la derogación de artículos de las leyes de LGTBI y transexualidad de la región o la «supresión de subvenciones destinadas a financiar chiringuitos, entes, sindicatos, patronales o empresas públicas que tengan carácter ideológico«. Vox también propone eliminar «la ayuda al exterior» y la creación de una Consejería de Familia y Natalidad, situación que acercaría a la Comunidad madrileña a una especie de gestión neocristiana, entre el racismo y la defensa de los principios eclesiásticos más rancios.
La excusa de Vox para presentar estas propuestas es que los recursos de los madrileños «no son infinitos» y por eso quiere los países de origen asuman las facturas de la sanidad de las personas «ilegales«. Al mismo nivel coloca a las personas que hayan hecho uso de la sanidad madrileña para evitar el «turismo sanitario«.
Pero, además, la formación de Abascal quiere ir más allá y que PP y Ciudadanos se comprometan a «colaborar» para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para la «identificación» de las personas sin papeles, poniendo mayor atención en los más desfavorecidos entre los desfavorecidos: los menores extranjeros no acompañados (MENAS). En España el fenómeno de los MENA está mayoritariamente asociado a niños y adolescentes procedentes de los países del Magreb y, fundamentalmente, de Marruecos y Argelia. Sin embargo, se observan asimismo menores no acompañados procedentes de países de Europa del Este, del África Subsahariana, de Siria, etc. Los datos de la memoria de la Fiscalía de 2016, correspondiente al ejercicio de 2015, apuntaban a la presencia de 3.660 menores de origen extranjero no acompañados en España y bajo la tutela de las comunidades autónomas, y son los que necesitan una mayor atención y cuidados por parte de estas.
Ahora solo queda preguntarse, ¿qué esperaban Rivera y Casado al plantear un pacto con la extrema derecha?, ¿quizá un folio en blanco? Nada bueno puede salir del racismo y del canto exacerbado a las creencias, ya sean cristianas o de cualquier tipo. Lo decía Karl Popper en 1945: si una sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de ser tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerantes.
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