En realidad el ‘Frente Obrero’ es una plataforma para que un vitriólico personaje llamado Roberto Vaquero -carente de trabajo remunerado alguno- haga promoción de la venta de sus pésimos libros.
Por Lucio Martínez Pereda | 7/01/2024
El neofascismo disfrazado de marxismo dominguero es ruidoso, cuenta con el lógico apoyo mediático de las cadenas televisivas de la ultraderecha , pero no pasa de ser un fenómeno de moda pasajera sin apenas repercusión política real. Frente Obrero -liderado por el escandaloso y exhibicionista Roberto Vaquero- obtuvo 46.530 votos en las elecciones generales del 23J de 2023, sin lograr representación parlamentaria. En las elecciones europeas de 2024, consiguieron únicamente 66.200 votos, una cifra que únicamente supone el 0,37% de los votos.
En cambio si es un peligro psicológico para jóvenes con escasa formación intelectual y en situación de fracaso escolar. En realidad el Frente Obrero es una plataforma para que un vitriólico personaje llamado Roberto Vaquero -carente de trabajo remunerado alguno- haga promoción de la venta de sus pésimos libros.
Frente Obrero ha sido acusado de xenofobia: se ha presentado una denuncia ante la Fiscalía por el uso de material racista y xenófobo en su campaña electoral al Parlamento Europeo. Al igual que cualquier partido ultraderechista F.O propone un un “control estricto y punitivo “ de la inmigración, culpando a los inmigrantes de problemas sociales . Su retórica los estigmatiza l presentándolos como responsables de la criminalidad y la precariedad social.
Este fascismo marginal que se disfraza con el lenguaje de la izquierda revolucionaria es históricamente conocido desde la década de los 20 del siglo pasado. En España los nazis bolcheviques de Frente Obrero se distinguen por su odio al migrante, una intensa islamofobia, la defensa del cristianismo y un nacionalismo palingenésico que mitifica las antiguas glorias guerreras de la monarquía española. Todo ello aderezado con un sofrito de eslóganes contradictorios en los que se juntan el internacionalismo con el patriotismo españolista y la lucha de clases con la admiración por las virtudes de la nobleza guerrera. El desencanto de los jóvenes desmovilizados de izquierdas ha sido aprovechado por los naz-bol de F.O para encajarlo en una Cultura de Militancia caracterizada por el Culto a la Personalidad del Líder, el uso de técnicas de modificación de conducta y la propaganda del confusionismo ideológico.
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