‘La tierra yerma’, de Carla Berrocal, un wéstern​ feminista

En esta novela gráfica todo es original, el trazo, los diálogos y la trama, que nos lleva a una tierra inhóspita y violenta, donde una casta de mujeres ganaderas, las Charras, deben luchar por mantener alejados a los Ellos, unas criaturas salvajes y depredadoras.

Por Angelo Nero | 6/06/2025

Carla Berrocal es una ilustradora de comic madrileña con una amplia obra en su carrera, desde que en 2011 publicara su primera novela gráfica, El Brujo, inspirada en el folclore mágico de Chile. Su segunda obra, El violador, integrada en la adaptación del libro Todas Putas, del antiguo redactor jefe de El Víbora, Hernán Migoya, no estuvo exenta de polémica, y Carla, coordinadora de la adaptación gráfica, intentó revertir las acusaciones de apología de la violación del libro, con una interpretación femenina a través de la mirada de quince ilustradoras. Publicó también un comic sobre la poeta estadounidense Natalie Clifford Barney, anfitriona de las tertulias literarias del salón de Barney, en París. Asumió también el reto de ilustrar el amor entre dos personas autistas, en 2019, con La geometría de los silencios. Y en 2021 recuperó el personaje de la tonadillera Concha Piquer, con Doña Concha: La rosa y la espina, todo un homenaje a la cultura popular y a las mujeres que lucharon por su independencia en una sociedad conservadora y patriarcal.

En 2024 publica un deslumbrante wéstern, protagonizado por mujeres, “La tierra yerma”, dando una vuelta de tuerca a su trayectoria artística, y deconstruyendo un género muy hipermasculinizado, que nos remite a un imaginario poblado de testosterona y donde los elementos femeninos siempre son secundarios. Berrocal, sin abandonar los esquemas clásicos del western, ilustra una historia con una deliciosa pátina poética, con ese realismo mágico que subyacía en La mujer habitada de Giocconda Belli, y el dramatismo de las Bodas de sangre de Federico García Lorca. En esta novela gráfica todo es original, el trazo, los diálogos y la trama, que nos lleva a una tierra inhóspita y violenta, donde una casta de mujeres ganaderas, las Charras, deben luchar por mantener alejados a los Ellos, unas criaturas salvajes y depredadoras, que amenazan su territorio. En medio de todo esto, el romance prohibido entre Leonor e Isabel, herederas de dos familias enfrentadas, la casa de Salvatierra y la de Isla Perdida, la tierra y el agua, que arrastran un conflicto que se pierde los tiempos.

Otra de los aciertos de la novela gráfica de Carla Berrocal es el haber movido las coordenadas geográficas del género, al cambiar ese salvaje oeste americano, tan reconocido como marco mental del género, hacia las tierras salamantinas, aprovechando elementos de su folclore y alejándolo de ese escenario donde se nos antoja imposible abstraernos de todo lo que ha emanado la cultura popular en torno al wéstern. Tiene también algo de mitología, con los personajes de las Charras y los Ellos, que, en otro contexto podría antojarse un guiño a la ciencia ficción, pero sobre todo es una historia de amor y de pasión sin límites, entre dos mujeres que parecen antagónicas, que están destinadas a enfrentarse, pero que no pueden evitar amarse.

“La tierra yerma” es un comic antipatriarcal y me atrevería a decir anticapitalista, dotado de una épica feminista que nos emociona en cada viñeta de sus hojas amarillentas, y nos hace posicionarnos en el lado correcto de la historia…gráfica.

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