En medio de la nueva ofensiva azerí, la más mortífera desde la guerra de 2020, miles de personas se han echado a las calles de Stepanakert en «un movimiento de autodefensa» tras el anuncio del primer ministro armenio de firmar un documento que anexionaría la República de Artsaj a Azerbaiyán. Hemos hablado con varias manifestantes para saber qué les llevó a movilizarse.
Por Siranush Sargsyan
La capital de Nagorno Karabaj, Stepanakert, ha sido testigo de concentraciones espontáneas durante varios días con llamamientos a la «unión», la «lucha» y la «victoria» tras el anuncio del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, en la Asamblea Nacional de la República Armenia del pasado miércoles, 14 de septiembre. Pashinyan dijo que firmaría un documento que reconocería a la República de Artsaj, como se denomina el enclave de Nagorno Karabaj, como parte de Azerbaiyán.
Este polémico anuncio, que le ha acarreado duras críticas e incluso le podría privar del poder, llegaba después de que las fuerzas armadas de Azerbaiyán atacaran a gran escala las ciudades armenias de Goris, Vardenis y Jermuk, utilizando drones y artillería pesada en intensos bombardeos. Los datos oficiales actuales apuntan a 135 bajas en el lado armenio, incluyendo población civil, y a 79 en el lado azerí, en la semana más mortífera de combates en la región desde la guerra de 2020.
El 14 de septiembre miles de personas se concentraron en la plaza del Renacimiento de Stepanakert y exigieron al Gobierno armenio abstenerse de firmar un documento que anexionaría la República de Artsaj a Azerbaiyán. Las concentraciones continuaron este jueves y viernes con la presencia de profesorado, estudiantes e incluso escolares de diversas instituciones y centros educativos, así como de ciudadanía en general. A la convocatoria se unieron Artur Tovmasyan, presidente de la Asamblea Nacional de Artsaj, diputados y diputadas y representantes de este gobierno.
El mismo 14 de septiembre, la Asamblea Nacional de la República de Artsaj emitió una declaración oficial «ante la agresión de Azerbaiyán hacia los Territorios Soberanos de la República de Armenia», que se puede leer en su página web. Al mismo tiempo, el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, y la delegación de la Asamblea Nacional partieron hacia Ereván para celebrar reuniones sobre la situación actual.
Harutyunyan ha anunciado que participó en la reunión del Consejo de Seguridad de la República Armenia. Afirmó que en la misma no se discutió ningún documento relacionado con el estatus de Artsaj. El jefe del parlamento informó a las personas participantes en la manifestación de que «Artsaj fue, es y será armenio». «Ninguna persona está autorizada a resolver la cuestión de la determinación del estatus de República de Artsaj. Nuestro estatus lo decidiremos entre todos, y el pueblo de Artsaj no le ha dado esa autoridad a Nikol Pashinyan», destacó. Este jueves, Harutyunyan ya reafirmó esta posición durante una manifestación de varios miles de personas.
El diputado de la Asamblea Nacional y secretario de la facción Dashnaktsutyun, Vahram Balayan, también se unió a las movilizaciones. Según él, la población armenia de Artsaj «ha logrado sus objetivos gracias a los esfuerzos conjuntos», y añadió que «las cuestiones de importancia nacional pueden alcanzarse mediante la unidad». Las manifestaciones de los últimos días son la expresión de esos deseos.
El problema es que Azerbaiyán no sólo pretende ocupar Artsaj, sino que en este caso atacó y ocupó territorios de la República de Armenia, reconocida internacionalmente. Los armenios de Artsaj no pueden permanecer indiferentes ante los acontecimientos que se están produciendo en Armenia y expresan su protesta apelando a la comunidad internacional. «No se trata sólo de una cuestión de territorios, somos una nación que ha vivido un genocidio y hoy la amenaza de exterminio vuelve a pender sobre nuestras cabezas como una espada de Damocles y tratamos de luchar contra ella con todos los medios posibles e imposibles. Estas manifestaciones son por nuestros derechos y libertades», agregó Balayan.
Antes del ataque a gran escala contra Armenia por parte de Azerbaiyán, el activista político Tigran Petrosyan y sus seguidores ya llevaban 20 días protestando en la plaza principal de Stepanakert. Exigían reformas en el país. Sin embargo, hoy cree que estamos en tiempos difíciles, que debemos dejar de lado las cuestiones internas y tomar medidas para «salvar la patria». «Debemos hacer un llamamiento a la comunidad internacional, nuestra lucha hoy es por la autodeterminación, al igual que otras naciones tienen ese derecho, el pueblo de Artsaj también lo tiene. También demostramos con esta reunión de varios miles de personas que no somos 30.000l, como dice Ilham Aliyev [presidente de Azerbaiyán desde 2003], sino más de 100.000», subraya Petrosyan.
Durante el transcurso de las protestas en Stepanakert, hemos podido hablar con varias personas para saber qué les llevó a manifestarse.
Melania Babayan es profesora de historia armenia en la Universidad Estatal de Artsaj y trabaja como asesora del Ministro de Educación, Ciencia, Cultura y Deportes. Dice que «la amenaza a la patria nos obliga a no permanecer indiferentes» y que «cualquier ciudadano o ciudadana preocupada por el destino de la patria, debería estar aquí». «Es aquí y ahora cuando todas nosotras podemos perfilar nuestras acciones de futuro y salvar a nuestra patria. Al ver la preocupación en los ojos de mis alumnos y escuchar su inquietud, vine con ellos y me uní a la manifestación. Se trata de un movimiento de autodefensa», afirma Babayan. El pueblo armenio «pasó por momentos más difíciles. Después del Genocidio armenio, construimos un Estado y creo que ahora debemos levantarnos».
Haykush, madre de tres hijos, es de Shushi. Su hija menor nació el 9 de noviembre de 2020, el último día de los 44 de guerra. Su hija nació el día en que decidieron entregar su casa al enemigo. «Estoy aquí porque no quiero perder esta pequeña parte de la patria salvada por la sangre de nuestros hijos, como mi casa. Mi paso va dirigido también a la comunidad internacional, que se muestra abiertamente indiferente, haciéndose la sorda y la muda, como si no quisiera darse cuenta de la agresión de Azerbaiyán», critica.
El mismo día por la tarde, en la Catedral de la Santa Madre de Dios de Stepanakert, se celebra una «oración unida para ascender a Dios por los mártires y por los defensores de la patria, nuestros soldados». En una conversación con AraInfo, el reverendo Matevos Dravyants se unió a la concentración con su congregación después del servicio. Celebran misa dos veces por semana, el servicio de adoración y la oración unida. «Cada vez es más necesario y la oración no se detendrá hasta que haya paz en nuestras fronteras. El poder de Dios trabaja en la unidad, el de Satanás en la división. La iglesia está entre el pueblo, el pueblo está en la iglesia, estamos unidos y yo estoy con mi pueblo», afirmó.
A la oración conjunta le siguió una concentración espontánea que continuará en la plaza del Renacimiento de Stepanakert. Las personas participantes tienen la intención de continuar «mientras la patria esté en peligro».
Siranush Sargsyan es blogger y periodista independiente de Stepanakert, capital de la República de Artsaj / Nagorno Karabaj.
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