Sumar carece de definición orgánica, no tiene estructura territorial, y únicamente es una marca electoral.
Por Lucio Martínez Pereda | 1/07/2024
Cuando hay pocas respuestas posibles no se puede complicar la cosa con muchas preguntas. Las posibilidades de reconstrucción orgánica de la izquierda en España giran en torno a 3 preguntas con respuestas que se entrelazan modificándose entre ellas como incógnitas de un sudoku: ¿Quién dirige qué y cómo? Sumar carece de definición orgánica, no tiene estructura territorial, y únicamente es una marca electoral que sólo existe si algún periodista le hace una pregunta a uno de sus miembros y la repuesta sale en un telediario.
La presencia de Sumar en el gobierno no le da ningún plus para encabezar nada: en el ejecutivo hay ministros de Sumar pero también de IU (Sira Rego) y Más Madrid (Mónica García). A ello hay que añadir que algunos partidos que conformaron la coalición de julio de 2023 -Compromís, Més per Mallorca y Chunta aragonesista- ya no están en ella. El escenario de la complejidad se acrecienta con un Más Madrid que no sabe y no contesta, y los comunes que no dicen ni que sí ni que no. Por si esto fuera poco IU les recuerda a los de sumar que ya no son el “primus inter pares”: esa ancestral expresión latina que limitaba el poder de las monarquías electivas bajo medievales, cuando los nobles guerreros acordaban votar a uno entre ellos para hacerlo rey y le señalaban su debilidad haciéndole prometer que únicamente era “el primero entre los iguales”
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