La perla de Carla (Boda Real, Ventajas, Bukowski)

Por Manuel del Pino

Carla vive en una ciudad de provincias de Hispania. Tiene un precario trabajo convencional, aunque sueña con ser modelo, actriz o escritora… si bien se le empieza a pasar el arroz debido a la interminable crisis. Roza los treinta años y ha aprendido cosas de la vida, de ésas que no vienen en los cuentos ni en los libros.

Es una joven de barrio corriente y a la vez peculiar. Una “detective” como cualquiera podría serlo e identificarse con ella: va atando cabos de su sociedad y su época, entre crítica y con humor, en clave de parodia. Esas lecciones que da la vida gratis, o quizá caras.

Carla es lucida, aguda e irónica. Siente desdén por la injusticia y ternura por los desgraciados de la vida, defiende a los trabajadores honrados y sufridos.

BODA REAL

Me encanta la boda del príncipe Harry y Meghan.

Me alegro por el chico. Se lo merecía, igual que su hermano mayor, que será rey, después de lo del ACCIDENTE de su madre, Lady Di, cuando eran niños.

Al menos ellos tienen compensaciones. En mi barrio, en esta época, no tenemos compensaciones, estud  ies lo que estudies, trabajes lo que trabajes.

Reconozco que veo la boda en la tele con gustillo, pero toda esa gente ya no me parece tan alta, ni tan glamurosa, ni tan elegante, ni siquiera tan noble.

De niña yo también quería ser princesa. Ahora sé que es otra estafa.

 

VENTAJAS

No todos nacen en la misma casilla de salida. Algunos nacen en la casilla 0, otros en la 100, y otros en la ─100.

Alguien dijo que la azarosa vida, al final, reparte iguales bienes y males a todos. Otra mentira. Algunos terminan esta vida en la casilla 100, otros en la 0, y otros en la ─100.

Quien puede deja a sus hijos privilegios, para que éstos no tengan que partir de la casilla 0, sino de 50 ó de 100. Es la vida misma. Y a los demás que nos den, claro.

Los demás nacimos en 0, o en ─50, gastamos la vida con esfuerzos para llegar a 10, y ya hay otros que van por 100, o por 200. Y encima son los que quedan bien, claro.

En esta vida, en el fondo, no importan los esfuerzos ni el mérito. Lo que está bien visto es tener la suerte de haber nacido en una estupenda casilla de salida, y así el privilegio de dejar este mundo en una casilla aún mucho mejor.

Ojalá yo, y sospecho que la mayoría, estuviera en la casilla 0. Llega un momento en que tener 0 es un ideal. Porque, aunque la mayoría nazca en la casilla 0, la vida se las arregla para ir haciéndonos retroceder poco a poco a ─100.

 

BUKOWSKI

La primera vez que oigo hablar de Bukowski es en la universidad: Lince me enseña un libro de Bukowski. Tiro el libro al suelo. NO me parece literatura.

Para mí, literatura era entonces El Quijote de Cervantes, el Lazarillo de Anónimo, El Buscón de Quevedo, los libros escritos por Sócrates… Me quedaba un poquito de vida.

Ahora no tengo ese problema: La vida me sale ya por las orejas. Y sé que Cervantes estornudaba. Sé que Quevedo tosía. Sé que Sócrates roncaba.

Cuanta más mierda trago, más leo a Bukowski.

Así que llega un momento en que leo mucho a Bukowski.

 


 

Anteriores reflexiones de Carla:

La perla de Carla (Drag, Pensiones, Mantero y Lluvia)

La perla de Carla (Fariña, bragas y el cambio de hora)

La perla de Carla (Universidad, viernes y Kellys)

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.