«Es crucial avanzar en la resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj para garantizar la paz y la estabilidad en esa región. No existe una solución militar para este conflicto»
Por Angelo Nero
En el XXVI Congreso de la Internacional Socialista, celebrado entre los días 25 y 27 de noviembre, en Madrid, se aprobó una “ Resolución sobre el conflicto en y alrededor de Nagorno-Karabaj”, presentada por la Federación Revolucionaria Armenia (FRA – Tashnagtsutiún), una de las 132 organizaciones que forman parte de la IS, y cuyo vicepresidente, reelegido en este congreso, es el dirigente de la FRA y miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial, Mario Nalpatian. El texto de la resolución, que apoya sin ambages la causa del pueblo armenio es el siguiente:
“En vista de las incursiones militares de Azerbaiyán en Armenia, incluidos los ataques contra poblados e infraestructuras civiles dentro de Armenia, y las escaramuzas fronterizas en curso desde mayo de 2021 hasta ahora, la Internacional Socialista insta al gobierno de Azerbaiyán a retirar sus fuerzas del territorio de Armenia y a devolver sus tropas a sus posiciones iniciales. Instamos a que se mantenga el cese de las hostilidades y la retirada de las fuerzas militares y llamamos a ambas partes a resolver todos los problemas pendientes entre Armenia y Azerbaiyán a través de negociaciones pacíficas. El proceso de establecimiento de una paz negociada entre Azerbaiyán y Armenia debe estar libre del uso de la fuerza o la amenaza del uso de la fuerza. Cualquier participación de terceros en la confrontación militar es condenable y debe detenerse.
Los informes confirmados de captura y tortura de militares armenios son profundamente preocupantes. El regreso inmediato e incondicional de los capturados en los ataques más recientes, así como el regreso de todos los demás prisioneros de guerra y detenidos, es un paso importante para lograr una paz duradera. La IS condena la tortura donde y cuando ocurra e insta encarecidamente a los gobiernos a cumplir con sus obligaciones internacionales y poner fin a la impunidad de estos crímenes.
La Internacional Socialista lleva mucho tiempo comprometida en la búsqueda de una salida pacífica al conflicto de Nagorno-Karabaj, y en diferentes ocasiones ha reunido a representantes de sus partidos miembros en Armenia y Azerbaiyán en nuestras reuniones y en sus países, para fomentar el diálogo y contribuir hacia una solución. Es crucial avanzar en la resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj para garantizar la paz y la estabilidad en esa región. No existe una solución militar para este conflicto. Solo conduciría a un mayor sufrimiento, más pérdidas de vidas y una mayor escalada de la violencia, que nunca puede ni debe ser el camino a seguir, como se ha demostrado trágicamente en el pasado, más recientemente en el otoño de 2020. Las causas fundamentales del conflicto no se han abordado con los avances militares logrados por Azerbaiyán. Hacemos un llamado una vez más a los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE para que persistan en sus esfuerzos por lograr negociaciones significativas, y a la comunidad internacional en general para que desempeñen su papel para llevar la paz y la estabilidad a la región. Sobre la base de su posición de larga data sobre el conflicto, la Internacional Socialista seguirá comprometida con un camino pacífico hasta que ambos países alcancen un acuerdo de paz integral que respete los derechos fundamentales de los ciudadanos de ambos Estados y de Nagorno-Karabaj.”
El recién elegido como presidente de la Internacional Socialista, Pedro Sánchez, trató de impulsar las relaciones comerciales con Azerbaiyán, con quién las empresas españolas tienen grandes intereses económicos, como la construcción del gasoducto TAP, donde está presente Enagás, sobretodo a partir del acuerdo que la UE firmó con el régimen de Aliyev para duplicar el suministro de gas, en la guerra económica entre Europa y Rusia, que subyace al conflicto con Ucrania. El octubre el Congreso hizo una declaración institucional de apoyo al pueblo armenio, tras la agresión del ejército de Azerbaiyán, y a principios del mes pasado el Pleno del Congreso, rechazó un acuerdo internacional firmado entre España y ese país, firmado hace un año, para el intercambio y la protección mutua de la información clasificada. Una diputada de ERC le recriminaba al gobierno español no haber reconocido “algo tan bárbaro como el genocidio armenio”.
En su discurso en el Congreso de la Internacional Socialista, Mario Nalpatian, su vicepresidente fue claro, al señalar la agresión azerí y a sus cómplices: “En septiembre de 2020, Artsaj fue atacado por sorpresa por Azerbaiyán, con la gran participación y apoyo militar de Turquía, a la que se sumaron islamistas radicales traídos del norte de Siria. Durante la guerra de 44 días, la carga aérea entre Israel-Azerbaiyán, Ucrania-Azerbaiyán y Bielorrusia-Azerbaiyán también operaron sin interrupción. Azerbaiyán utilizó el apoyo militar de la OTAN, el Ejército turco: las capacidades de la OTAN se utilizaron contra Artsaj y la OTAN lo aceptó tácitamente.” Para continuar con una encendida defensa del derecho de autodeterminación del pueblo de Arsaj: “Artsaj nunca será parte de Azerbaiyán. También cabe señalar que después de la guerra, Azerbaiyán atacó y ocupó los territorios soberanos de la República de Armenia, lo cual es inaceptable y reprobable. En la década de 1920, Armenia y el pueblo armenio fueron sacrificados en el altar de la revolución turco-bolchevique. Ahora, Armenia y Artsaj están tratando de no convertirse en víctimas en el altar del ‘gas y el petróleo’ y lo lograrán. Creemos que se unirán a nosotros en esta justa lucha por la libertad y la justicia.”
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