La independencia de Somalilandia, una quimera… Tal vez

La independencia de Somalilandia también podría convertirse en un pretexto para las regiones secesionistas somalíes de Puntlandia, Jubbalandia e Hiranlandia

Por Nicola Comparato / Focus on África

Es una delgada franja de tierra habitada por somalíes (en su mayoría musulmanes sunitas que hablan somalí, árabe e inglés como idiomas oficiales), tiene todos los requisitos para ser considerado un estado independiente, está ubicado en el Golfo de Adén, tiene su moneda propia (chelín de Somalilandia de facto), su policía y sus fuerzas armadas están muy bien preparadas y también su nivel de burocracia puede definirse como bastante eficiente.

Hablamos de Somalilandia, un estado pacífico comparado con su “hermana mayor”, pero no reconocido, que durante años luchó por la independencia, pero que sigue siendo considerado únicamente como una región autónoma de Somalia. Somalilandia, con su capital Hargeisa, ha demostrado en varias ocasiones que sabe manejarse sin problemas, firmando contratos legales con países extranjeros, y con Dinamarca, el Reino Unido, las Naciones Unidas, la Liga Árabe, la Unión Europea y los Estados Unidos, participa en diversas operaciones diplomáticas. Pese a todo, su independencia, autoproclamada el 18 de mayo de 1991 (5 meses después de la caída del dictador Siad Barre, en el poder desde 1969, a quien los habitantes de Somalilandia recuerdan sólo por las masacres y la marginación en su contra), no es reconocido por cualquier gobierno extranjero.

Su forma de gobierno es la de una república presidencial, mientras que el actual jefe de estado es Muse Bihi Abdi. que los habitantes de Somalilandia recuerdan sólo por las masacres y la marginación en su contra), no es reconocido por ningún gobierno extranjero. Su forma de gobierno es la de una república presidencial, mientras que el actual jefe de estado es Muse Bihi Abdi. que los habitantes de Somalilandia recuerdan sólo por las masacres y la marginación en su contra), no es reconocido por ningún gobierno extranjero. Su forma de gobierno es la de una república presidencial, mientras que el actual jefe de estado es Muse Bihi Abdi.

En los años 60 tras las primeras independencias africanas, el factor geopolítico de las fronteras sólo tenía en cuenta las fronteras coloniales establecidas por los estados invasores, y con la excepción de la separación de Eritrea de Etiopía, en 1993, y la separación de Sudán del Sur de Sudán, en el año 2011, los cambios territoriales no han sufrido cambios significativos. Con respecto a Somalilandia, la Unión Africana, que es el punto de referencia para los problemas y disputas fronterizas, se ha limitado a mantener la línea tradicional, negando efectivamente la independencia del país, tal vez para frenar las ideas separatistas de los habitantes de la región. Por lo tanto, según la Unión Africana, la única forma de obtener oficialmente la independencia de Somalilandia de Somalia es solo recibir el permiso de este último. Algo que deja perpleja a Somalilandia, que en más de una ocasión ha declarado la inconsistencia de la propuesta, recordando que a diferencia de la mucho más amplia Somalia, Somalilandia disfrutó de la condición de Estado soberano durante 5 días (del 26 de junio al 1 de julio de 1960) antes de la independencia, mientras que el territorio fue administrado como una colonia británica separada (Estado de Somalilandia). Además, Somalilandia en términos de fronteras, se corresponde exactamente con el territorio de la época colonial, (limita al oeste con Djibouti, al sur con Etiopía y al este con Somalia), lo que la sitúa al mismo nivel que los actuales estados en las cartas, por tanto, un candidato válido a la independencia siguiendo la lógica de la Unión Africana.

La constitución de la Somalia moderna se obtuvo, se dice voluntariamente, entre la unificación de la Somalilandia británica con la italiana al sur, en el año 1960. En 2005, tras analizar estas declaraciones, la Unión Africana dio algunas señales de reconocimiento hacia Somalilandia, sin reconocer sin embargo la independencia del país, probablemente debido a la guerra civil de 25 años en Somalia, que, aunque de manera precaria, todavía ejerce un control considerable sobre el territorio.

Según diversas fuentes, la independencia de Somalilandia también podría convertirse en un pretexto para las regiones secesionistas somalíes de Puntlandia, Jubbalandia e Hiranlandia. En consecuencia, es preferible evitar una posible balcanización de Somalia, que conduciría a graves tensiones regionales, incluso de larga data, como las enemistades entre somalíes y etíopes. Se produciría una verdadera catástrofe, alimentada por las luchas entre clanes, con un fuerte reinicio de las hostilidades entre el norte y el sur, haciendo imposibles en la práctica las negociaciones de paz que desde hace años se intentan llevar a cabo en el país. Un escenario apocalíptico tanto para Somalia como para los estados vecinos y en consecuencia para toda la comunidad internacional. Un sueño imposible, al menos por ahora, que nos hace entender que hasta que Somalia deje de ser la mayor preocupación del Cuerno de África, Somalilandia no tendrá ninguna posibilidad de convertirse en un estado independiente en todos los sentidos.

Articulo original:

L’indipendenza del Somaliland, un sogno irrealizzabile… Forse

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