La increíble historia de la Isla de las Rosas

Dirigida por Sydney Sibilia e interpretada correctamente por Elio Germano, “La increíble historia de la Isla de las Rosas” narra la loca y verídica aventura del ingeniero italiano Giorgio Rosa. Ofuscado por una burocracia insolentemente inútil y animado por el amor a una mujer y el deseo de demostrar que uno puede ser real y plenamente libre, Girogio decide aplicar sus conocimientos de ingeniería y su desatada imaginación para construir una isla artificial de apenas 400 metros cuadrados a 11.612 kilómetros de la costa de Rímini. Tan disparatada aventura daría lugar a la República Esperantista de la Isla de las Rosas cuando el 1 de mayo de 1968 declara su independencia.

Trasladando esta injustamente olvidada historia de la Italia de finales de la década de los 60 a nuestras pantallas, Sydney Sibilia nos ofrece la oportunidad de constatar que el desafío a lo establecido y las ideas disparatadas en ocasiones pueden llegar mucho más lejos de lo que nuestra imaginación se podría plantear jamás. La Isla de las Rosas gozó de agua potable, llegó a emitir sus propios sellos, hacer circular su propia moneda o incluso a emitir sus propios pasaportes. Por ello pronto despertó la curiosidad de numerosos turistas y se convirtió en un centro de peregrinaje de todo ese submundo que germinaba en las costas italianas de 1960.

55 días después de la declaración de independencia, el martes 25 de junio de 1968, el gobierno italiano decidió tomar cartas en el asunto, pero eso mejor que lo descubráis por vuestra propia cuenta, ¿lograría realmente Giorgio Rosa ser plenamente libre? Sea como sea, os aseguro que los 117 min que dura “La increíble historia de la Isla de las Rosas” serán mejor lección acerca del humor, la cultura y la libertad que todas aquellas moralinas que personajes como Isabel Díaz Ayuso nos han pretendido dar acerca de la libertad durante esta campaña madrileña. Sin duda, una oportuna desintoxicación para este fin de semana.