La importancia de crear un frente común en Europa

Si pretenden volvernos a engañar nos van a tener enfrente y esta vez un bloque fuerte, una columna fuerte y cohesionada de trabajadores y trabajadoras luchando por unos intereses comunes.

Por Taxi Project.

Hace un par de semanas, desde Taxi Project junto con nuestra hermana, Élite Taxi Barcelona, estuvimos representando del sector del taxi a nivel internacional en el “II Foro de alternativas a la uberización” que tuvo lugar en Bruselas y donde decenas de colectivos afectados por la llamada “uberización” y la precariedad como las Kellys, Riders, empleados de Correos, conductores de Uber o Bolt y taxistas junto con varias figuras políticas de la euro cámara, trabajaron de manera conjunta, presentaron y debatieron sus propuestas para luchar contra este modelo de negocio explotador y precario, que a día de hoy afecta a miles de trabajadoras y trabajadores en todo el mundo y que si no le ponemos remedio, lo hará con otros colectivos antes de lo que creemos. 

Una jornada de trabajo promovida por el grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/ Izquierda Verde Nórdica (The Left in the European Parlament) y que este año tiene una importancia especial ya que estamos en medio de la articulación de una nueva directiva europea que sabemos que será de gran importancia para una gran parte de la clase obrera de los estados miembros y que tendrá su correspondiente impacto a nivel mundial ya que en principio, dotará de derechos a los llamados “trabajadores de plataforma”, es decir trabajadoras y trabajadores de aplicaciones como Uber, Cabify, Bolt, Deliveroo o Glovo, algo que desde Taxi Project consideramos que debe ser una de las puntas de lanza de nuestra batalla porque cualquier avance en la lucha contra este modelo de negocio de los demás colectivos que lo sufren a día de hoy, significa golpe más para evitar la implantación de estas empresas y del mismo modelo uberizador en nuestro sector como están intentando, acabando de este modo con un servicio regulado y de carácter público como es el taxi en favor de estas empresas privadas, afectando no sólo a las trabajadoras y trabajadoras, sino también a los usuarios. Y esto sólo sería la puerta de entrada.

De manera posterior al encuentro, se produjo una importante reunión de los colectivos con el Comisario Europeo de Empleo y Derechos Sociales, el socialista luxemburgués Nicolás Schmidt y en el que los diferentes representantes de los trabajadores expusieron sus reivindicaciones, y en la que del mismo modo, desde el sector del taxi advertimos de manera contundente de que si no nos escuchaban, iríamos a la calle. 

Por último, tras finalizar la reunión en la Comisión estuvimos apoyando a los conductores de Uber que se manifestaban en ese momento en la ciudad de Bruselas. 

Pese al buen tono del representante europeo, desde Taxi Project llevamos ya varios meses trabajando en esta directiva tanto creando alianzas como la Red Transnacional de Trabajadores (RTT) formada por colectivos, asociaciones y sindicatos de trabajadores y trabajadoras de aplicaciones de otros países, (Riders, taxistas, y conductores de Uber o de Lyft, afectados por las privatizaciones de la sanidad), tanto de la Unión Europea como de América Latina, California, Rusia o incluso de países asiáticos, como formando grupos de trabajo junto con grupos políticos a nivel estatal o europeo, (como The Left EU, France Insoumise o Podemos en este caso), y si hay algo que no nos gusta de Bruselas es el poder que tienen los grupos de presión, formados por las empresas a las que combatimos, las cuáles en la mayoría de los casos (por no decir todos) están participadas por entidades con un gran poder como bancos y fondos buitres, los llamados “lobbies”. 

Entidades con un poder suficiente para influir o desestabilizar a cualquier gobierno de turno. 

Y no nos gustan porque la idea de que un ente tan importante para nuestro futuro como la Unión Europea haya asimilado a estos lobbies como interlocutores, nos crea una gran desconfianza, (aparte del tufillo neoliberal que sale la Unión en sí), del mismo modo que sentimos una gran inquietud sobre cómo esta directiva será de aplicación en España, sabiendo que, como en muchos otros casos en los que nos jugamos los derechos de las trabajadoras y los trabajadores, tenemos siempre apretando a otra entidad tan poderosa en nuestro país como es la CEOE.

Creemos que las instituciones europeas deben de ser una herramienta más de las ciudadanas y ciudadanos para trabajar por el interés general y el hecho de reconocer y sentarse a negociar con organizaciones tan poderosas como estos “lobbies” nos hace pensar que podemos acabar sometidos a su poder y a sus propios intereses. Aunque por otra parte es también es cierto jugamos con la ventaja de que Europa nos da la posibilidad de establecer alianzas con otros colectivos de trabajadores y trabajadoras para organizarnos, dejar fluir la información de un lado a otro y conseguir que el impacto de cualquier acción en cualquier país diferente al nuestro tenga su repercusión en el resto. 

De hecho, hasta nuestros compañeros de California que ganaron a la infame Propuesta 22, (una ley pagada con miles de dólares de empresas como Uber, Lyft para seguir despojando de sus derechos a sus conductores y que fue tumbada con un juez por ser inconstitucional), son parte muy importante de estas alianzas, entre otras cuestiones porque saben de la gran repercusión que tiene para el resto del mundo lo que suceda en la Unión Europea.

El problema principal del sector del taxi en España vino de una lamentable e interesada transposición de una directiva europea en un momento donde nos aseguraron que nada iba a cambiar. Ahora al preparar la próxima nos aseguran, no sólo a nosotros sino a los millones de trabajadores afectados por la uberización de que todo va a mejorar…. Hemos aprendido la lección, tenemos recursos, experiencia, cautela y sobre todo, estamos organizados, que es lo que realmente siempre han intentado evitar y de igual manera también tenemos la fuerza suficiente para traducir nuestros logros en la calle en victorias en los despachos.

Si pretenden volvernos a engañar nos van a tener enfrente y esta vez un bloque fuerte, una columna fuerte y cohesionada de trabajadores y trabajadoras luchando por unos intereses comunes.

Taxi Project

Asociación de presión

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