A pesar de la propaganda eclesiástica, la casilla de la Iglesia Católica en la Declaración de la Renta supone una pérdida millonaria de dinero público para las arcas del estado.
Por Redacción NR
Juanjo Picó, Presidente de Europa Laica, denuncia en un artículo publicado en laicismo.org el mecanismo que usa la Iglesia Católica española para sacar una cantidad ingente de millones de las arcas públicas a través de la casilla del IRPF de la Declaración de la Renta.
«Como todos los años, la jerarquía eclesial nos inunda con su campaña publicitaria denominada Xtantos para recabar de los contribuyentes que marquen la casilla del IRPF de Asignación Tributaria dedicada a la Iglesia Católica», afirma en la publicación.
Según señala Picó, de esta manera la Iglesia usa millones de euros de dinero público para financiar gastos propios de «una organización privada de creyentes». Como recoge en el texto, en la Campaña de la Renta del año 2022, la Iglesia obtuvo 321 millones de euros.
Es por ello, que Europa Laica, la organización que preside, exige que desaparezca la casilla de la Iglesia del IRPF para que todos los impuestos se queden en la hucha común.
Como indica Juanjo, a pesar de que cada año son menos los contribuyentes que optan por marcar la casilla de la Iglesia todavía lo hace un 31,6%. «Cuando se marca la casilla se está detrayendo de las arcas públicas el 0,7% de los impuestos del contribuyente, una cantidad que se asigna directamente a la Iglesia, sin decisión ni pasar por control gubernamental ni parlamentario alguno», advierte.
Esta casilla perjudica enormemente al financiamiento de servicios básicos públicos, ya que al detraer dinero de las arcas públicas queda menos dinero para educación, sanidad, pensiones, infraestructuras, etc.
Europa Laica estima que la Iglesia Católica recibe del erario público -a nivel central, autonómico y municipal- más de 12.000 millones anuales en forma de subvenciones directas -siendo lo de la casilla del IRPF tan solo la punta del iceberg-, como por las exenciones fiscales de privilegio que disfruta, no pagando el IBI como lo más escandaloso.
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