La hora de la revancha, la hora de “La Nueve”

En La Nueve había 146 españoles sobre un total de 160 soldados, pero los mandos decidieron que al frente de la misma estuviera un militar francés, siendo designado para ello el comandante Raymond Dronne, mientras que Amado Granell Mesado sería el segundo al mando.

Por Manuel del Valle

Tal y como vimos hace unos meses, los republicanos y comunistas españoles combatieron en la Segunda Guerra Mundial contra el nazismo englobados en distintos cuerpos del Ejército Rojo. Ahora es el turno de analizar el papel que tuvo “La Nueve”, como era conocida la 9ª Compañía de la Segunda División Blindada del ejército francés del general Leclerc

La historia de los hombres que compusieron la 9ª Compañía se remonta a la Guerra Civil española. Estando Franco a las puertas de Alicante y con la guerra totalmente en su bolsillo, muchos republicanos optaron por exiliarse para no caer prisioneros y evitar así un juicio sumarísimo que en muchos casos era una condena a muerte asegurada. De esta manera, el 28 de marzo de 1939, numerosos de los futuros soldados de la Nueve embarcaron bordo del barco Stanbrook con dirección a Orán, colonia de la III República Francesa. Entre las 3.500 personas que iban a bordo encontramos a Amado Granell y Federico Moreno, futuros teniente y sargento en jefe respectivamente de La Nueve y de su 1ª sección.

Al llegar a África no pudieron desembarcar y tuvieron que pasar una cuarentena confinados en el navío. Los motivos, según las autoridades francesas, eran que temían que los pasajeros causaran problemas y que no había donde albergarlos. Una vez en tierra, algunos de ellos fueron enviados al desierto y a campos de concentración.

La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939, solo cinco meses después de finalizar la Guerra Civil española. Con el nuevo conflicto el jefe del gobierno Daladier promulgó una serie de leyes que obligaban a los apátridas a obtener el derecho de asilo o de lo contrario, serían devueltos a su país de origen. En esta calificación de apátridas fueron englobados los exiliados españoles en territorio francés.

Consecuentemente, los españoles para lograr el susodicho derecho de asilo podían ingresar en algún cuerpo del ejército francés. Fue así como nació el 8º Regimiento de Trabajadores Extranjeros, que estaba formado únicamente por españoles y que sirvieron en África en condiciones, en muchos casos, deplorables. Otros, pasaron a formar parte de la Legión francesa como parte de los Voluntarios Extranjeros e incluso llegaron a luchar contra los nazis en Narvik, donde algunos encontraron la muerte y se encuentran enterrados en el cementerio francés de dicha ciudad.

La ocupación alemana de Francia y la creación de la llamada Francia de Vichy provocó que empezara a fraguarse una débil, pero cada vez más amplia, resistencia. Esta en su mayoría fue encabezada por comunistas franceses y por parte de algunas divisiones del ejército colonial francés. Para organizar y liderar algunos de estos regimientos, De Gaulle eligió Philippe de Hautecloque, más conocido como François Leclerc, el cual cambió de nombre para proteger a su familia que estaba en Francia.

En 1942 las tropas de Leclerc, que actuaron en África, llegaron hasta Trípoli y retomaron Libia. Finalizada la campaña en Libia, las fuerzas de De Gaulle fueron incluidas como parte del ejército británico de Montgomery y en 1943, los ejércitos de Leclerc y de Giraud se unieron. Poco a poco se conformando la 2º División Blindada, cuya 9ª Compañía estaría integrada casi íntegramente por españoles y sería más conocida como “La Nueve”. También se formarían “La Diez” y “La Once”, aunque con un menor número de españoles entre sus filas.

En La Nueve había 146 españoles sobre un total de 160 soldados, pero los mandos decidieron que al frente de la misma estuviera un militar francés, siendo designado para ello el comandante Raymond Dronne, mientras que Amado Granell Mesado sería el segundo al mando. Los españoles procedían desde puntos muy alejados del país, por ejemplo, Ángel Rodríguez Leira, conocido como Cariño López, ese último bastión republicano que fue Alicante procedía del municipio de Cariño (A Coruña), Martín Bernal, de Zaragoza o Manuel Pinto Queiroz Ruíz, de Jerez de la Frontera.

En cuanto a su composición ideológica, según los informes ofrecidos por Dronne, los anarquistas eran predominantes en la Tercera Sección de la Compañía, mientras que los socialistas y republicanos moderados lo eran en la Primera y la Segunda. Hubo pocos comunistas, quizás porque la mayoría de ellos estaban en la Unión Soviética y combatían en el Ejército Rojo, aunque sí estaban presentes.

“La Nueve” se convirtió en una división acorazada dotada de semiorugas y de carros de ​combate. Algunos de los vehículos de esta unidad fueron nombrados como “Guadalajara”, “Belchite”, “Ebro” o “Don Quixote”, en referencia a algunas batallas importantes de la Guerra Civil Española.

En 1944, los miembros de esta compañía se encontraban en Gran Bretaña, donde entrenarían con el nuevo material de combate antes de dar el salto a Francia a finales de julio de ese mismo año, semanas después del Desembarco de Normandía. El 30 de julio se produjo el embarque en Southampton y el 1 de agosto los primeros elementos de la División desembarcan en la playa de Utah.

La división se puso en marcha con la misión de apoyar a los estadounidenses frente al contraataque alemán en Mortain, si bien es verdad que fueron designados a la retaguardia, por lo que la 9ª Compañía tardará algún tiempo en entrar en combate. El bautismo de fuego se produjo con la toma del puente sobre el Sarthe y de Alençon, así que la 2ª División Blindada participó en una de las operaciones más famosas del frente occidental: la reducción de la bolsa de Falaise, que supuso el colapso alemán en Francia.

Después de un rápido combate en Vieux-Bourg, en el que La Nueve destruyó varios vehículos alemanes, el 13 de agosto entró en Ecouché, destruyendo más vehículos a su paso. El pueblo quedó dominado, pero los combates más violentos se produjeron a la hora de defender la población. Además, al día siguiente el principal enemigo resultó ser la aviación estadounidense, que vertió «fuego amigo» sobre la Compañía. El día 15, La Nueve fue cañoneada por los alemanes y nuevamente por los propios americanos. Al día siguiente se produjo un contraataque alemán, así que Dronne consideró que era mejor adelantarse a las intenciones enemigas y atacar. Hasta el día 18 se sucedieron los ataques y contrataques por parte de ambas fuerzas, ya que en ese día los soldados españoles enlazaron con una columna británica.

Libre el camino hacia París, los generales aliados se disputaban quiénes iban a ser los primeros en entrar en la ciudad. Charles De Gaulle quería que fueran las tropas francesas y así lo consiguió fruto de sus presiones. Desde el día 21 hasta el 24 de agosto la columna del general Leclerc llegó a avanzar hasta 210 kilómetros por jornada. Por su parte, los alemanes fueron evacuando a los heridos y preparándose para una eventual retirada cuando llegaran las tropas aliadas. Mientras que la resistencia francesa, llamada Fuerzas Francesas del Interior, durante los días previos se dedicaron a allanar el camino al ejército francés.

Finalmente, el día 24 de agosto de 1944, pasadas las 21:20, los primeros soldados de La Nueve entraron en el edificio del ayuntamiento de la ciudad, en donde esperaba el presidente del consejo de la resistencia, Georges Bidault. Esto quedó inmortalizado a través de una foto en el diario Libération en la portada del día 25.

La Nueve había entrado como avanzadilla bajo el mando de Raymond Dronne por orden del general Leclerc. Así el primer vehículo aliado que llegó a la plaza del ayuntamiento llevaba el nombre de “Guadalajara”. Poco después de esto solicitaron refuerzos al resto de tropas apostadas en las cercanías de París para que fueran asegurando la ciudad. A lo largo de los días 25 y 26 hubo algunos combates en la capital francesa. La redición definitiva se firmó el 26 de agosto, siendo quien Von Choltiz firmó la capitulación ante el comandante La Horie en el hotel Maurice. Los primeros en entrar en el edificio fueron Antonio Gutiérrez, extremeño, Antonio Navarro, sevillano, y Francisco Sánchez, aragonés.

El mismo día 26, De Gaulle hizo un desfile triunfal en el que pidió que fueran los españoles los que lo escoltaran. Las semiorugas “Guernica”, “Teruel” o “Guadalajara” marcharon junto a él en un momento tan señalado como el de la liberación de París. En estos blindados, además de la bandera francesa estaba también la tricolor de la II República Española.

Una vez liberada París, el 8 de septiembre, la 2ª División Blindada se puso en marcha hacia el este. Sucesivamente, La Nueve participó en la toma de Bilottte, de Estrasburgo, Grussenheim o Royan. Algunos de los hombres de esta compañía llegaron incluso a Berchtesgaden, la casa de Adolf Hitler en los Alpes austríacos. Para muchos de ellos la Segunda Guerra Mundial había acabado. El adiós definitivo se produjo el día 22 de junio de 1945 cuando el general Leclerc se marchó a combatir a Indochina, todavía colonia francesa, y se despidió de los que habían sido sus soldados desde la campaña en el sur de África.

Los hombres de La Nueve tienen un mayor reconocimiento en Francia que en España, no en vano en París tienen unos jardines dedicados a su memoria al lado del Ayuntamiento.

Fue a partir de 2015 cuando algunas autoridades españolas han tenido mayor consideración con el sacrificio de estos héroes, aunque es del todo insuficiente. A pesar de ello, no han sido tan olvidados como aquellos que lucharon con el mismo fin en el Ejército Rojo. Estos hombres han sido denostados y vilipendiados durante muchísimas décadas, pero siempre tendrán mi personal reconocimiento y admiración. Con ese objetivo les dediqué un artículo llamado Los Rojos del Ejército Rojo. Con todo, sería necesario que a todos se les reconociera su importancia histórica y fueran declarados héroes nacionales debido a la lucha antifascista que mantuvieron por casi una década.

Fuentes consultadas para la elaboración del presente artículo:

http://www.lanueve.net/breve-historia-de-la-nueve.html

https://academiaplay.es/la-nueve-los-soldados-del-general-leclerc/

MESQUIDA, Evelyn (2016): La Nueve: Los españoles que liberaron París. Ediciones B.

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