Por Raquel García
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social le da un suspenso a los Servicios Sociales de nuestro país. Lo hace en base al último estudio de los propios profesionales de la materia. De ese informe, esta ong extrae una primera conclusión. Los recortes han debilitado las ayudas cuando más se necesitan. Han abandonado a ocho millones de personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Los dependientes y las víctimas de violencia de género han sido dos de los colectivos más afectados.
Para determinar esta nota, la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de los Servicios Sociales utiliza el Índice DEC que evalúa el grado de desarrollo de este tipo organismos y sus presupuestos. Va sumando puntos en función de aspectos como la cobertura o si se ha aumentado o disminuido el dinero destinado a estos fines. Con toda la información recogida ha sentenciado que la media nacional está en un 4,53 sobre 10.
No es lo mismo necesitar ayuda en el País Vasco que en Valencia
También, ha detectado importantes diferencias entre unas comunidades y otras. Por ejemplo, los vascos pueden estar más tranquilos si su economía les va mal. Obtienen un 8,05 en la calidad de los servicios que prestan a sus ciudadanos frente a la comunidad valenciana que saca en este índice un 1,01, seguidos de murcianos, canarios y gallegos que superan por poco un 2. Cataluña ha pasado de ser referente a ser una de las regiones donde sus vecinos están más desprotegidos.
Para comprenderlo mejor el estudio refleja que hay un profesional en los servicios sociales básicos municipales por cada 1.325 habitantes en el País Vasco y uno por cada 8.956 en La Rioja. Por otro lado, el 10,65% de la población potencialmente dependiente recibe atenciones del sistema público andaluz y sólo el 3,62% en Canarias. El 62,6% de quienes se encuentran bajo el umbral de la pobreza en el País Vasco se benefician de las Rentas Mínimas de Inserción de esta comunidad mientras que en Castilla La Mancha este porcentaje es sólo el 2,2%.
Al igual que los vascos tienen 4,1 plazas residenciales de financiación pública por cada 100 personas mayores de 65 años y en Murcia sólo 1,1. La media de horas mensuales del Servicio de Ayuda a Domicilio son 41,8 en Andalucía y sólo de 10,6 en Cataluña. Otra diferencia significativa, en el País Vasco hay 60,6 plazas de acogida por cada 100 mujeres víctimas de violencia de género con orden de protección frente a la Comunidad Valenciana que ronda 3,4.
No todas las comunidades gastan lo mismo en servicios sociales
Según el informe, en parte estas grandes diferencias se explican porque no todas las regiones dedican los mismos fondos para este fin. De nuevo, el País Vasco destaca por ser una de las comunidades que más invierte en sus ciudadanos, 611 euros por habitante en 2014 frente a los 204 de la Comunidad de Valencia, es decir, tres veces más. Cantabria, Extremadura y La Rioja gastaron entre 388 y 389 euros casi el doble que los valencianos o murcianos, con 204 y 225 euros por habitante respectivamente.
No se han salvado de los recortes
Una de las conclusiones más dolorosa para la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social cimentada sobre este documento es que desde las administraciones se ha metido la tijera del recorte presupuestario cuando peor lo están pasando millones de españoles.
Entre 2011 y 2015, período que coincide con la última legislatura popular se acumulan 2.200 millones de euros de menos en el presupuesto desde el Estado a estas partidas sociales. A esta cantidad hay que añadir otros 5.500 que han dejado de aportar las comunidades autónomas y en el caso de los ayuntamientos, sólo en este último año, se han quitado otros mil millones de euros más.
A pesar de esta merma en los recursos municipales, estos profesionales defienden que cuanto mayor sea la independencia de los organismos locales frente a las comunidades y al Estado mejor funcionan. Son más eficientes aseguran. Y se deduce que siguen estando más cercanos a sus vecinos que el resto de gobiernos.
Otro dato, según dicha ong el presupuesto de servicios sociales apenas ronda el 1,5% del PIB en 2014, lo que supone 14.000 millones de euros anuales.
Un artículo muy ilustrativo. Triste, pero informativo. Prefiero saber estas cosas que ignorarlas.