«Resulta cuando menos curioso qué puede pintar Reino Unido en la causa cuando el carro de combate que disparó fue estadounidense».
Por Javier F Ferrero
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha autorizado que Reino Unido «intervenga como tercero» en el ‘caso Couso‘, el periodista español que murió en 2003 por disparos del Ejército estadounidense en Irak, y presente alegaciones «escritas» antes del 15 de septiembre. Así consta en una comunicación que ha remitido Milan Blasko, secretario de la Sección Tercera del tribunal, al Gobierno británico en respuesta a la solicitud efectuada por Londres el pasado 27 de octubre.
Esta vía se abre apenas un mes después de que el Tribunal Supremo reconociera a la familia el derecho a una indemnización, decisión que confirmaba la sentencia de la Audiencia Nacional, que declaraba la responsabilidad patrimonial del Estado por los perjuicios ocasionados a la viuda y a los dos hijos de José Couso.
En diciembre de 2019, la familia del cámara de Telecinco José Couso recurrió al TEDH para tratar de reactivar el caso –después de haber agotado todas las vías ante los tribunales españoles— y «buscar el respaldo ante la violación de derechos humanos y la pérdida de protección ante las modificaciones de la legislación española».
El Gobierno británico aseguró en su solicitud que tenía «interés» en dirigirse a la Corte y presentar observaciones «sobre las circunstancias en las que un Estado contratante puede ser requerido para asegurar derechos y libertades fuera de su territorio». La resolución que pueda adoptar el tribunal «podría tener importantes implicaciones para Reino Unido, incluso en relación con la seguridad nacional y la aplicación de la ley». En este sentido, el Gobierno británico «quisiera asegurarse de que estas cuestiones se señalen a la atención de la Corte».
Un «no» rotundo
La familia de Couso rechaza la intervención del Gobierno británico en la investigación de su muerte y en un comunicado en el que ha mostrado su negativa a la iniciativa de Londres. «No toleraremos intromisión de potencias extranjeras en el ‘caso Couso», han asegurado.
Así, han subrayado que les «resulta cuando menos curioso qué puede pintar Reino Unido» en la causa «cuando el carro de combate que disparó fue estadounidense, el cámara asesinado español y el Gobierno que modifica su legislación interna en materia de jurisdiccional universal, también, español».
«Desde el ámbito de la familia Couso somos muy conscientes de que el respeto al derecho internacional y el cumplimiento de las obligaciones que de él se derivan suponen un estorbo para los estados poderoso que, como el británico o el estadounidense, pretenden imponer sus propias normas al resto del planeta», han añadido.
Han señalado también que les «sorprende que el hecho de que Reino Unido reconozca que el respeto y cumplimiento del derecho internacional pueda suponer un problema de seguridad nacional» y que «sugieran que un Estado no pueda o no deba garantizar los derechos y libertades de sus compatriotas fuera de su territorio o de otros seres humanos cuando de crímenes de guerra se trata».
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