La estrategia cubana que la RASD debe copiar para no perder a sus mejores graduados

Es importante que el gobierno de la RASD implemente políticas y programas que fomenten el retorno de estos graduados al país y que creen un entorno propicio para que puedan contribuir al desarrollo nacional con las habilidades y conocimientos adquiridos durante sus estudios en el extranjero.

Por Héctor Santorum | 21/07/2024

La práctica de enviar estudiantes a otros países para recibir educación, como Cuba y Argelia, es una estrategia que muchos gobiernos implementan para proporcionar oportunidades educativas a sus ciudadanos, especialmente cuando no pueden ofrecer programas de educación superior dentro de su propio territorio.

En el caso de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el envío de estudiantes a Cuba y Argelia para recibir educación universitaria representa un esfuerzo loable por parte del gobierno para ofrecer oportunidades educativas a sus ciudadanos en un entorno donde los recursos y las instituciones educativas pueden ser limitados.

Sin embargo, si estos estudiantes no regresan al país después de completar sus estudios, la RASD enfrenta el mismo desafío de fuga de talentos. La inversión en la educación de estos estudiantes, no se traduce en un beneficio tangible para el desarrollo nacional si los graduados no contribuyen al crecimiento y la prosperidad de la RASD.

Es importante que el gobierno de la RASD implemente políticas y programas que fomenten el retorno de estos graduados al país y que creen un entorno propicio para que puedan contribuir al desarrollo nacional con las habilidades y conocimientos adquiridos durante sus estudios en el extranjero. Esto podría incluir la creación de oportunidades laborales atractivas, el desarrollo de infraestructura económica y la promoción de la innovación y el emprendimiento.

Además, es esencial que el gobierno de la RASD evalúe la efectividad de sus programas de educación en el extranjero y busque formas de mejorar la retención de talento y maximizar el impacto positivo de estas inversiones en el desarrollo nacional. En última instancia, la educación de los ciudadanos saharauis en el extranjero debe ser vista como una inversión estratégica en el futuro de la RASD.

Para retener el talento saharaui formado en el extranjero y beneficiar el desarrollo de la RASD, se podría implementar un programa similar al modelo cubano de exportación de servicios profesionales. Este programa consistiría en establecer convenios internacionales para que los graduados saharauis trabajen en el extranjero, destinando parte de sus ingresos a sus sueldos y otra parte para financiar proyectos y profesionales en la RASD.

Esto generaría ingresos para el país, ofrecería oportunidades laborales atractivas, fortalecería relaciones internacionales y contribuiría al desarrollo nacional.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.