La escultura en la época arcaica

Por Susana Gómez Nuño

La escultura arcaica, en el contexto histórico de su misma época, se caracteriza por el establecimiento de muchos de los rasgos comunes que predominarán y conformarán posteriormente la civilización griega. Durante ese periodo, los factores geográficos y climatológicos favorecieron el aislamiento de las comunidades que se desarrollarían de forma aislada, creándose así las primeras polis.

Los recursos agrícolas en estas ciudades de nueva formación eran limitados y la riqueza se hallaba en manos de los aristócratas. Esto provocó crisis y tensiones sociales y generó la aparición de nuevas constituciones, legisladores y, también, tiranías, con los consecuentes cambios políticos asociados. La colonización de otras tierras se hizo necesaria para relajar los conflictos sociales y favoreció intercambios comerciales que impulsaron la economía.

Los certámenes deportivos y poéticos tuvieron un importante papel a la hora de mitigar las tensiones entre las diferentes polis

Las tensiones y conflictos bélicos entre las diferentes polis se hicieron patentes durante este periodo. Los certámenes deportivos y poéticos tuvieron un importante papel a la hora de mitigar la animosidad y sosegar los exaltados ánimos, de forma tal que durante la celebración de los mismos se establecían treguas respetadas por todas las comunidades. Estos juegos se realizaba en los santuarios dedicados a diferentes divinidades y servían también de nexo cultural entre las diferentes polis favoreciendo la cohesión social y el sentimiento de permanencia a una misma identidad cultural. Los juegos fueron un factor determinante para el florecimiento de las artes literarias y poéticas, la arquitectura y la escultura, puesto que su celebración venía acompañada de todas esas manifestaciones artísticas.

Concretamente, la escultura perteneciente a la época arcaica viene representada por el atleta desnudo o kouros y la mujer vestida o kore, y están estrechamente relacionados con el contexto histórico al que pertenecen. Estas esculturas con claras influencias cretenses y egipcias conmemoraban a héroes y dioses, y estaban vinculadas a fines religiosos. La mayoría de estas creaciones escultóricas estaban consagradas a los dioses más venerados en los numerosos santuarios y templos de Grecia.

Kouroi de Anabyssos

Durante un tiempo los kouroi se conocieron como “Apolos”, aunque podían representar tanto a esta deidad como a cualquier otra. Estas esculturas también podían cumplir una función conmemorativa de tipo funerario o bien de tributo, dedicadas a algún personaje conocido o destacado atleta para honrarle y rendirle culto. Recordemos que los vencedores de las olimpiadas eran considerados héroes, con lo que es probable que muchas de estas esculturas simbolizaran a estos atletas.

Apolo, deidad en la que se inspiraron los kouroi

Las koré, que a diferencia de los kouroi, iban con túnicas hasta los pies, solían representar a doncellas, saterdotisas o diferentes diosas. No se han encontrado muchas esculturas femeninas de esa época, seguramente por el papel poco significativo de la mujer en la sociedad griega.

Los elementos principales que caracterizan estas representacione escultóricas son su rigidez y estatismo, su frontalidad, su actitud de marcha, adelantando un pie, brazos pegados a las caderas y los puños cerrados, rasgos hieráticos con ojos y orejas grandes y prominenetes, sonrisa forzada o arcaica, y pelo largo que cae por la espalda o por delante formando tirabuzones geométricos. La musculatura es geométrica y muy marcada, y las extremidades (manos y pies) presentan mayores proporciones con respecto al resto del cuerpo. Las figuras masculinas aparecen desnudas y las femeninas cubiertas.

Koré del Peplo

No obstante, la apariencia con la que han llegado a nuestros días no se corresponde a la apareiencia que tenían en el momento de su creación. En las esculturas encontramos una estética influencia por los egipcios (como la actitud de marcha, el hieratismo, la sonrisa arcaica y las soluciones geométricas) que evolucionará, posteriormente, a figuras más realistas.

En mi opinión, estas figuras expresan unos volúmenes demasiado geométricos y algo desproporcionados, bastante alejados de los modelos relaes. Posiblemente, el hecho de esculpir las extremidades más grandes estaría relacionado con el visionado más proporcional de la escultura de forma frontal y en la distancia. Seguramente, el escultor, en su afán de exaltar una musculatura fuerte, símbolo de la buena forma física de los atletas y heroes, recurría a este tipo de volúmenes. Por otro lado, el dominio incompleto de las técnicas en esta disciplina artística y las influecias orientales tambíen fueron factores clave en la realización de estas obras.

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