Estas elecciones regionales llegaron en un momento incómodo para su gobierno: la alianza con la que llegó al poder se disolvió, los acuerdos legislativos se rompieron y algunos escándalos (incluyendo acusaciones de corrupción contra su hijo) erosionaron su gestión de la mano de la sistema guerra de los medios hegemónicos
Por Camilo Rengifo Marín / Estrategia.es
Las coaliciones políticas de derecha fueron las protagonistas en las elecciones regionales en Colombia, donde la maquinaria política y las campañas con costosas financiaciones impusieron los gobernantes en ciudades y departamentos. La participación fue cercana al 60 por ciento mientras que el voto en blanco rondó el 10 por ciento.
Carlos Fernando Galán obtuvo el 49,02 por ciento de los votos en Bogotá y los derechistas Federico «Fico» Gutiérrez y Alejandro Char se quedaron con las alcaldías de Medellín y Barranquilla. Estos resultados suponen una derrota para la coalición del presidente Gustavo Petro, que tiene en Bogotá, ciudad de la que él mismo fue alcalde, uno de sus grandes fortines electorales.
La situación y el clima político han cambiado en Colombia en poco más de un año. Gustavo Petro, el primer presidente izquierdista, inició su mandato hace 14 meses en medio de grandes expectativas, de la mano de un programa de profundas reformas económicas y planes ambiciosos para reducir la violencia en el país.
Pero estas elecciones regionales llegaron en un momento incómodo para su gobierno: la alianza con la que llegó al poder se disolvió, los acuerdos legislativos se rompieron y algunos escándalos (incluyendo acusaciones de corrupción contra su hijo) erosionaron su gestión de la mano de la sistema guerra de los medios hegemónicos.
Lo extraño es que mientras el país respira gracias al éxito de la política de paz total, que busca acordar con las fuerzas guerrilleras y de narcotraficantess que actúan en el país, se verifican triunfos de candidatos apoyados por la ultraderecha y clanes narcotraficantes. Las negociaciones por la paz total avanzan aunque con dificultades y un clima de violencia todavía alto.
Los resultados
Las principales ciudades quedaron en manos de mandatarios contrarios al ideario del jefe del Estado.
Galán, hijo menor del excandidato presidencial Luis Carlos Galán, asesinado en 1989 por el Cártel de Medellín, se impuso con el 49,02% de los votos y reemplazará en la alcaldía a Claudia López, quien llegó a ese cargo en 2020, en representación de Alianza Verde y con el respaldo de la oficialista Coalición Colombia.
El candidato del partido Nuevo Liberalismo superó en su tercer intento de llegar a la alcaldía capitalina, al independiente Juan Daniel Oviedo, que alcanzó el 20,10 por ciento y al también exsenador Gustavo Bolívar, de la coalición oficialista Pacto Histórico, que sumó el 18,71 por ciento.
Galán dijo que sus primeras tareas estarán enfocadas a devolverle la seguridad a la ciudad y combatir el hambre. «Si no nos apoyamos, nos soportamos y valoramos, será muy difícil salir bien librados de la tormenta que se avecina», advirtió desde la capital.
En Medellín, el excandidato presidencial Federico «Fico» Gutiérrez logró el 73,43 por ciento de los votos frente al 10,11 por ciento de Juan Carlos Upegui. Ya fue alcalde de esa ciudad de tradición conservadora entre 2016 y 2020. Sustituye a Daniel Quintero, un candidato independiente que terminó alineado con Gustavo Petro.
Para ser alcalde por segunda vez, Fico tuvo el apoyo de Cesar Gaviria líder del partido Liberal, del expresidente Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático y Luis Felipe Henao de Cambio Radical, así como de empresarios como Manuel Santiago Mejía (Alkosto), Carlos Manuel Uribe (Flores El Capiro) y Jorge Londoño de la Cuesta (exgerente de EPM).
En Barranquilla, la principal ciudad de la costa atlántica colombiana, Alejandro Char, cabeza de una poderosa familia de empresarios y políticos, y candidato de Cambio Radical consiguió el 73,32 por ciento de los votos.contra 9,37 por ciento del izquierdista Antonio Eduardo Bohorquez. Su hermano Arturo Char fue detenido hace unas semanas por compra de votos y corrupción electoral.
En Cali, Alejandro Eder, un empresario apoyado por el Partido Conservador, Cambio Radical, Colombia Justa Libres, el Nuevo Liberalismo y Colombia Renaciente. También es apoyado por Colombia Justa Libres y por parte de la militancia del Centro Democrático, derrotó a Roberto Ortiz, su rival inmediato.
Hace cuatro años el pastor evangélico Jaime Andrés Beltrán se lanzó a la alcaldía de Bucaramanga pero no lo logró. Para llegar ahora a la victoria contó con el apoyo de Dilian Francisco Toro y su partido de la U, Salvación Nacional y por los partidos cristianos de Colombia Justa Libre, y el espaldarazo que le dio el expresidente Álvaro Uribe. Aunque no lo reconoció contó con el apoyo del cuestionado clan Aguilar.
Con el apoyo del Partido Liberal, el Conservador, la ASI, Colombia Justa y Libres, la Fuerza de la Paz y Mais, Dilian Francisco Toro obtuvo una aplastante victoria en la gobernación del Valle. Llegó a la contienda después de renunciar a la dirección del Partido de La U en donde incluso llegó a aspirar a las pasadas presidenciales. La victoria en la gobernación es un consuelo para ella.
Hijo de sindicalistas, Jorge Enrique Rey lleva ocho años mandando en el departamento de Cundinamarca. Ganó las elecciones del 2015 y cuatro años después, un político de su entraña, Nicolás García Bustos, se impuso. Este domingo, con el aval de Colombia Renaciente, un partido afro, logró una aplastante victoria ante la experimentada exministra de Iván Duque, Nancy Patricia Gutierrez.
Contrariando a las encuestas que apuntaban hacia el exgobernador Luis Pérez, Andrés Julián Rendón dio el batacazo en Antioquia, de la mano del expresidente Alvaro Uribe con el Movimiento Significativo de Ciudadanos “Por Antioquia Firme”, y con el coaval del Partido Liberal,. Fue secretario de gobierno del departamento y ha sido gobernador encargado en 11 ocasiones.
En Atlántico, dos semanas atrás, Eduardo Verano de la Rosa, quien tenía el aval de su partido, el Liberal, recibió un espaldarazo que resultó crucial: Alejandro Char se reunió con él en su casa. Desde entonces contó con toda la maquinaria de la casa política más importante del Caribe. La dupleta Verano-Char ya había ganado el pasado.
En Santander, el general Juvenal Díaz, de línea uribista y uno de los seis altos oficiales que descabezó Gustavo Petro tomó las riendas. Es hermano de Iván Diaz Mateus, senador condenado por la Yidis-Politica. Contó con el impulso de Álvaro Uribe e hizo una campaña atacando al ex candidato presidencial y ex gobernador Rodolfo Hernández.
El excongresista opositor Eduardo Zuleta Bechara ganó la gobernación de Córdoba. Octavio Guzmán, del partido Colombia Renaciente, se impuso en las elecciones de gobernador de Cauca, uno de los departamentos más convulsionados del país. Por el lado del Pacto Histórico apenas pudo celebrar Luis Alfonso Escobar en Nariño, recuperando una gobernación que la izquierda había perdido en 2019.
El registrador nacional Alexander Vega anunció que las elecciones en los municipios de Ricaurte, en Nariño, y Santiago, en Putumayo, se suspendieron y deberán repetirse.
*Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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