La realidad es que el Gobierno, los grandes creadores de opinión de la comunicación sesgada del capital, pero también la nefasta “subcultura de izquierda” (basada en categorías como “el mérito y la posibilidad democrática de integrarse todos en los dispositivos del mercado”), han preparado y acompañado una feroz y clasista “guerra contra los pobres”.
Por Michele Franco / Sin Permiso
“Los 169.000 mensajes de texto que el INPS ha enviado a los teléfonos inteligentes de los beneficiarios de la Renta de Ciudadanía [un subsidio condicionado para pobres, a pesar de que el nombre pueda llevar a confusión. NdR] hacen más ruido a la sombra del Vesubio que en otros lugares.
El temido efecto “bomba social” ha llegado, por desgracia, y las protestas de los ciudadanos en Nápoles y su provincia fluyen. De hecho, 37.000 de estos mensajes se refieren a la Campania. Más de la mitad, 21.500, fueron dirigidos a ciudadanos de Nápoles y sus alrededores.
El recorte de ingresos, en la región con mayor número de perceptores, ha puesto en marcha las oficinas, asaltadas por miles de ciudadanos que buscan aclaraciones sobre las nuevas modalidades de acceso a la prestación.
No faltan momentos de tensión, incluidas las agresiones verbales contra los funcionarios del INPS y los trabajadores sociales, tanto que ayer la Consejería Municipal de Bienestar pidió y obtuvo de la Consejería de Seguridad de Antonio De Iesu la presencia de la policía de tránsito.
Asedio de Fuorigrotta en Scampia, hasta la sede del InPS en via De Gasperi: ayer, para calmar los ánimos, tuvo que intervenir la policía.
Al clima ya abrasador se suma el impasse burocrático: demasiadas prestaciones que eliminar antes de la fecha límite del primero de agosto. Resultado: “Alrededor de 20.000 personas con derecho solo en Nápoles corren el riesgo inminente de perder el subsidio de 350 euros al mes”, explica Luca Trapanese, concejal de Bienestar del Palazzo San Giacomo.
Esta es la nota del periódico “il Mattino” del sábado 29 de julio con el que se describe el efecto que está causando en la ciudad y en la provincia la cobarde decisión del Gobierno de Meloni de poner en peligro con un SMS la vida, la dignidad, las esperanzas y la supervivencia de decenas de miles de familias que en la Campania, en el sur pero también en las zonas periféricas de otras ciudades de Italia sobreviven en parte gracias a la Renta de Ciudadania.
Las instituciones locales -los municipios en primer lugar- se dicen “preocupados” y declaran no tener herramientas, fondos y estructuras para iniciar vías de formación / trabajo e intentan descargar las responsabilidades de esta situación en el INPS.
Ninguno de los alcaldes, los distintos concejales de trabajo o los propios Presidentes de la Región (con Vincenzo De Luca y Michele Emiliano a la vanguardia de la negación de estas formas de malestar social) -en estos años de aplicación de la RdC- había actuado para construir las condiciones para la creación de empleos limpios, socialmente útiles y, finalmente, conectados a las modernas morfologías sociales de sus territorios, empezando por las ambientales.
Todos, en estos años, han competido para estigmatizar y criminalizar a los perceptores, para viviseccionar – desde cómodos sillones o en los diversos programas de entrevistas mediáticos – esta o aquella persona considerándola más o menos compatible / meritoria con tal medida o (cuando querían interpretar una especie de “función propositiva”) se limitan a invocar el timo habitual del “recorte de la tasa fiscal” para las empresas o a reclamar alguna Zona Económica Especial donde –con derechos negados y recortes salariales– se engañan conscientemente alegando que están determinando el empleo y el crecimiento social.
La realidad es que el Gobierno, los grandes creadores de opinión de la comunicación sesgada del capital, pero también la nefasta “subcultura de izquierda” (basada en categorías como “el mérito y la posibilidad democrática de integrarse todos en los dispositivos del mercado”), han preparado y acompañado una feroz y clasista “guerra contra los pobres”. Que ahora adquiere formas visibles…
A millones de personas (estas son las cifras que dan las encuestas estadísticas oficiales) no solo se les niega una “institución de la civilización” elemental (presente en muchos países de la propia Unión Europea), sino que son sometidos a un acoso mediático con el objetivo declarado de culparlos y humillarlos por su condición social.
Una demostración flagrante de este alucinante clima político fue ayer la provocación de Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia, el partido de extrema derecha de la primera ministra Meloni) que incluso quiere establecer una Comisión de Investigación Parlamentaria contra el ex presidente del INPS, Pasquale Tridico, señalándolo como el líder de unas medidas sin precisar que habrían favorecido el despilfarro, el asistencialismo y todo lo demás.
No es, por tanto, una boutade afirmar que estamos ante una verdadera operación feroz de darwinismo social que intenta – explícitamente – impedir cualquier crecimiento de una exigencia colectiva de rescate y renacimiento social favoreciendo, en cambio, una mayor fragmentación y división fratricida entre trabajadores, desempleados y precarios de diversa índole.
La defensa social y la lucha
En los últimos meses hemos registrado poca atención y disposición a la movilización por parte de los beneficiarios de la Renta de Ciudadanía, a pesar de los repetidos anuncios por parte del Gobierno y la consiguiente contrainformación que los sindicatos combativos y las fuerzas políticas independientes habían iniciado, sin embargo, para informar y llamar a la lucha a estos sectores sociales para advertirles de la poderosa ofensiva antisocial que se anuncia.
Este dato, que a menudo ha causado asombro entre los propios activistas políticos y sociales, no se debe únicamente a las dificultades políticas y materiales que en esta fase los trabajadores y los sectores populares están mostrando a través de una forma de letargo social sobre el que, sin embargo, es urgente un análisis más detallado por parte de las organizaciones de alternativa.
En realidad, este escenario se deriva lamentablemente del curso político general, desastroso, del Movimiento 5 Estrellas que ha sido percibido, por los sectores populares, como el sujeto que más ha contribuido a la institucionalización de la RdC.
Las tientas culturales y políticas, los llamamientos a la movilización invocados y luego dejados caer en la nada o -como ocurre en la acción institucional del M5E- vaciados de la incoherencia política y programática de Grillo, Conte y sus epígones, han arrancado las alas al crecimiento de un movimiento de lucha seguro de si mismo.
Por último, pero no menos importante, los beneficiarios de esta medida han vivido el instrumento de la Renta de Ciudadanía no como un logro social / sindical a defender si se cuestiona, sino como una especie de “donación única” que también puede interrumpirse repentinamente.
Este dato social ha -en opinión de los analistas- afectado, al menos en los últimos meses, la posibilidad de construir a tiempo una barrera de organización y lucha contra cualquier intento de abolir la RdC y manipular lo que queda del Estado de Bienestar.
Muchos de los beneficiarios de la RdC se han comportado con la nefasta autoconvicción “esperemos que pueda arreglarmelas”. o – queriendo citar al Moro de Tréveris – se han movido con “la lógica del mínimo esfuerzo”.
Obviamente – por el momento – no podemos predecir si el envío de SMS por parte del INPS y la relativa suspensión del RdC a partir de finales de julio de 2023 actuará como un estímulo objetivo para una recuperación del protagonismo social en la dirección de una defensa más eficaz y organizada de las propias condiciones de vida.
Lo que interesa destacar, en la situación que se está creando, es la posible función de masas que debemos ejercer en los territorios, entre los sectores sociales subordinados y en el complejo de las contradicciones sociales que en las próximas semanas podrían acentuarse o tomar las formas endémicas de una rebelión “sensacionalista”.
Lunes 31 de julio – en Nápoles – Potere al Popolo convocó un Presidio en la sede de Inps en Via De Gasperi para representar el malestar general de quienes se vieron afectados por este recorte del Gobierno y para relanzar la batalla en defensa de la Renta de Ciudadanía, para afirmar nuevas y extensas formas de Estado de Bienestar y para solicitar un Salario Mínimo de al menos 10 euros a la hora
En los próximos días se anuncian protestas y movilizaciones territoriales por parte de quienes están recibiendo el infame SMS del Gobierno Meloni.
Obviamente estaremos presentes en todas las expresiones de este variado descontento social defendiendo una línea de conducta política que debe apuntar a la articulación de esta protesta, a su generalización territorial más extensa y a la construcción de formas inéditas y necesarias de unidad y lucha por un nuevo Movimiento Obrero.
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