Fue concejal en Bilbao y diputado en las Cortes Españolas. Durante la Guerra Civil Española, ocupó cargos de relevancia, incluyendo el de ministro de Gobernación. Su gestión estuvo marcada por la defensa de la República y la organización de la resistencia contra las fuerzas franquistas.
Por Isabel Ginés | 27/07/2024
Julián Zugazagoitia, periodista, escritor y político, es una figura clave en la historia del socialismo español. Un ejemplo de valor, lucha y estar al lado de su pueblo. Su vida estuvo marcada por un compromiso firme con los ideales socialistas, tanto en su vida política y en los momentos más críticos de la política e historia de España.
Nacido en Bilbao se involucró desde joven en el movimiento socialista, influenciado por su padre, Fermín Zugazagoitia Aranguren, quien fue presidente de la Agrupación Socialista de Bilbao y concejal del ayuntamiento. Julián se unió a las Juventudes Socialistas de Bilbao en 1914 y trabajó en la Cooperativa Socialista de la Casa del Pueblo. Su temprano compromiso con la causa socialista lo llevó a asumir responsabilidades importantes dentro del movimiento, incluyendo la presidencia de las Juventudes Socialistas de Bilbao en 1920.
Zugazagoitia se destacó como periodista, colaborando en publicaciones como El Liberal y La Lucha de Clases, donde llegó a ser director en 1921. Sus escritos reflejaban una profunda convicción en los principios socialistas y una crítica constante a las injusticias sociales de su tiempo. Su activismo le costó caro; en 1923 fue desterrado por un artículo crítico contra el doctor Revilla de Bilbao, lo que lo llevó a Madrid y Santoña, donde continuó su labor periodística y literaria.
Durante su destierro, Zugazagoitia inició su carrera literaria con una serie de biografías noveladas de líderes socialistas. Obras como Una vida heroica (dedicada a Pablo Iglesias), Una vida humilde (sobre Tomás Meabe) y Una vida anónima reflejan su habilidad para combinar la narrativa literaria con el activismo político. Estas obras no solo narran vidas ejemplares, sino que también buscan inspirar y educar sobre los valores y luchas del socialismo.
En 1929, Zugazagoitia regresó a Bilbao y comenzó una trilogía literaria sobre la huelga y la vida socialista: El botín, El asalto y Trabajos clandestinos. Estas novelas, basadas en eventos y personajes reales, son consideradas pioneras de la novela social en España, ofreciendo una visión detallada de las condiciones de vida y las luchas de la clase trabajadora.
También tuvo una gran carrera política. Fue concejal en Bilbao y diputado en las Cortes Españolas. Durante la Guerra Civil Española, ocupó cargos de relevancia, incluyendo el de ministro de Gobernación. Su gestión estuvo marcada por la defensa de la República y la organización de la resistencia contra las fuerzas franquistas. Con el estallido de la guerra civil española, Zugazagoitia fue uno de los pocos líderes socialistas que permaneció en Madrid durante el ataque franquista. En agosto de 1936, tras la masacre en la cárcel Modelo de Madrid, condenó enérgicamente estos hechos desde las páginas del diario El Socialista. Afirmó que «para juzgar a quienes han cometido delitos disponemos de la Ley. Mientras tengamos la Ley, debemos acatarla. Con ella todo es legítimo, sin ella nada lo es».
Para ahondar más en su vida política y exilio recordemos que con la caída del gobierno de Largo Caballero después de los eventos de mayo de 1937, Zugazagoitia fue nombrado ministro de la Gobernación por el nuevo presidente Juan Negrín. Zugazagoitia compartía con Negrín la convicción de que el gobierno legítimo de la República no debía rendirse ante los insurrectos, aunque se oponía a la participación del Partido Comunista en el gobierno, alineándose así con las ideas de Indalecio Prieto.
Durante su mandato, creó el Departamento Especial de Información del Estado (DEDIDE), un servicio de inteligencia bajo su supervisión, destinado a reprimir a los quintacolumnistas y saboteadores izquierdistas. Entre sus acciones notables, designó a Julia Álvarez Resano como gobernadora civil de la provincia de Ciudad Real, convirtiéndola en la primera mujer en ocupar tal posición.
También desempeñó el cargo de ministro de Hacienda de manera interina entre el 6 y el 27 de septiembre de 1937. Durante el conflicto, promovió un trato humanitario para los prisioneros de guerra y permitió que el escritor Wenceslao Fernández Flórez abandonara la zona republicana para salvar su vida. Continuó como ministro hasta abril de 1938 y luego asumió la Secretaría General de Defensa Nacional hasta el fin de la guerra civil.
Al finalizar la guerra, se exilió en Francia. En Colliure, fue el encargado de pronunciar el elogio fúnebre en el entierro del poeta Antonio Machado.
Zugazagoitia se estableció en París, pero tras la ocupación alemana de Francia, fue arrestado por la Gestapo el 27 de julio de 1940. A diferencia de otros líderes socialistas que habían huido de París por temor a ser capturados por los nazis, él permaneció en la ciudad, según dijo a la policía franquista, para presenciar «uno de los grandes eventos de la historia de nuestro siglo». Fue entregado a las autoridades franquistas junto con el periodista Francisco Cruz Salido, el político Teodomiro Menéndez, el director Cipriano Rivas Cherif (cuñado de Manuel Azaña), y los amigos de este último, Carlos Montilla y Miguel Salvador Carreras.
El oficial responsable de su detención y posterior entrega a España fue Pedro Urraca. En un juicio sumarísimo, el general Arroyo concluyó la instrucción del caso el 16 de octubre, calificando los hechos como delito de rebelión según el Código de
Justicia Militar. El 21 de octubre, cinco de los seis procesados fueron condenados a muerte, aunque Rivas Cherif, Montilla y Salvador fueron posteriormente indultados. El 9 de noviembre, a las siete menos cuarto de la mañana, Julián Zugazagoitia fue fusilado junto con Francisco Cruz Salido y otros catorce prisioneros en las tapias del cementerio de la Almudena en Madrid.
Obras
- Una vida heroica, Pablo Iglesias (1925, Ediciones Morata)
- Una vida anónima (1927, Ediciones Morata)
- El botín (1929)
- El asalto (1930)
- Rusia al día (1932)
- Los trabajos clandestinos (1934; inédita hasta 2005)
- Historia de la guerra en España (1940; reeditada en 1968, 1977 y 2001 como Guerra y vicisitudes de los españoles)
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