Juanma, el 19 yo no te voy a votar

El 19 de Junio cuando vayas a votar, recuerda que los servicios públicos de los que queremos seguir disfrutando están en disputa, y que hay unas cuantas empresas que se están frotando las patitas pensando en el negocio tan grande que van a hacer con nuestra salud. Sobre todo, ahora, con una población cada día más envejecida, que va a necesitar más y más servicios.

Por Carmen Aneas

El 30 de marzo me hicieron una colonoscopia en el hospital privado CHIP (Complejo Hospitalario Integral Privado) de Málaga. Tras un periplo de dos años para saber qué me pasaba y llegar a decirme que era estrés.

Vaya por delante que soy funcionaria pública y no he querido nunca que mi salud sea tratada por una compañía privada. Siempre he tenido claro que quería estar en la sanidad pública. Pero a veces las cosas no son así y se empeñan en hacer conciertos y en que te traten al margen de lo público. Y en lugar de mejorar, de dotar mejor los servicios públicos, para que no haya listas de espera, nuestros políticos cada día van externalizando más y más. Gastan nuestro dinero en contratar los servicios que debieran de darse en la sanidad pública y los prestan empresas privadas.

Hemos de acabar con el desvío de dinero público a la sanidad privada a través de conciertos y subcontratas, que están demostrando que no mejoran la eficiencia del sistema público y a su vez lo descapitalizan.

Los datos

Andalucía es una de las comunidades autónomas que menos va a invertir en sanidad este 2022, 1398€/habitante. Sólo por encima de Madrid. El mayor presupuesto es el de Euzkadi, 1.991,21 €/habitante. Los números hablan solos. Son datos de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

Según un informe de CCOO-A, Andalucía ha pasado a estar en el ranking de externalizaciones en el sexto lugar. Es ya la tercera comunidad española con mayor porcentaje de camas en hospitales privados, tras Madrid y Catalunya, la cuarta en consultas a especialistas de consultas privadas y la quinta en médicos generalistas, así como la sexta en gasto por habitante en seguros sanitarios.

En 2014, nos encontrábamos entre las cinco regiones con un menor nivel de privatización de los servicios sanitarios. Empezó el PSOE de Susana y el PP de Juanma le está dando la puntilla.

Mi historia

Me atendieron muy bien en el CHIP, todo hay que decirlo. Pero al salir del quirófano me dijo el médico que en quince días me tenían que repetir la operación. Había un pólipo y no habían podido extraerlo completamente. ¿Y quién me va a llamar? ¿Dónde me la van a hacer? ¿El CHIP? ¿Seguridad Social? ¿Qué tengo que hacer yo ahora? Espera y ya te llamarán.

Esperé a que pasara una semana y como seguía sin noticias me aventuré a llamar a mi médico de cabecera, al CARE (centro de especialidades), al Hospital Regional, mal llamado Carlos Haya. Nadie sabía decirme nada. Me pasaban la pelota incluso a mí, mi médico de cabecera me dijo que, si él fuera yo, iría a por los resultados al CHIP.

Tras insistir a lo largo de toda la semana conseguí que me dieran cita en Digestivo del Hospital Regional para la segunda colonoscopia, esta vez, en la seguridad social.

Tras la segunda vez, fui a ver a la especialista de Digestivo. Me dijo que necesitaban ver el pólipo completo y que tenía que ir yo al CHIP a recoger mis muestras… No es broma. Le dije que yo había firmado allí, que aceptaba que mis resultados/pruebas fueran trasladados a la Seguridad Social. Pues no, tenía que ir a recogerlos yo y luego volver al hospital a entregarlos en el servicio de Anatomía patológica.

No pasa nada. Fui al hospital privado concertado y allí resulta que ellos a su vez también habían subcontratado el servicio de laboratorio y que tenía que ir yo a recoger las muestras allí. Por cierto, el laboratorio en cuestión está a 15 kilómetros del hospital, en el extrarradio de Málaga. Yo sí tengo coche…

Las recogí y las llevé al hospital al servicio de Anatomía patológica con un papel de la médica de Digestivo encomendando el análisis de las mismas. Tras dar con el sitio y explicar lo que llevaba en tres mostradores diferentes, me dicen que si quiero dejar mis muestras allí, al venir éstas de un laboratorio privado y querer que sean analizadas en un hospital público, se me van a cobrar los servicios.

Imaginad mi cara de estupefacción. Traté de explicar a la persona que me estaba atendiendo, que yo no había pedido ir al CHIP, que el sistema público de sanidad era quien me había mandado allí. Imposible.

De nuevo a Digestivo, les conté lo que me había sucedido y me mandaron a atención a la ciudadanía, con igual resultado. No sabían de qué estaba hablando y que si quería esperar al responsable del servicio. Volví a la consulta de Digestivo, no sabían qué decirme.

Empezaron a pensar que a lo mejor era desde allí desde donde se tenían que mandar los resultados del laboratorio…. (quizás hubiera sido lo mejor desde el principio) cuando apareció la persona que me había atendido en Anatomía patológica, diciéndome que parecía que yo estaba en lo cierto, que me tendría que haber recogido las muestras. Había llegado tras de mí un señor diciendo lo mismo y aportando también los resultados de una intervención para ser analizados en la sanidad pública (esto último no lo voy a tocar ahora, paso).

El desconcierto y la sensación de desprotección sentida en este proceso está siendo muy grande. Creo que soy una persona resolutiva y que sé enfrentarme a las situaciones, pero aparte de la indefensión y de las ganas de llorar de impotencia, estaba mi salud.

Juanma, el 19 yo no te voy a votar

Estamos hablando de salud, de agilizar las cosas, de no marear a los usuarios y usuarias llamando a teléfonos en los que salud «no responde», con profesionales que no saben qué decirte porque los protocolos no son los que les habían sido comunicados.

Al final se trata de saber si tengo cáncer o si ha sido ya extirpado el pólipo maligno, no de andar preocupada de si mis papeles están en proceso, si me atenderán o si resulta que ahora estoy fuera del sistema.

El 19 de Junio cuando vayas a votar, recuerda que los servicios públicos de los que queremos seguir disfrutando están en disputa, y que hay unas cuantas empresas que se están frotando las patitas pensando en el negocio tan grande que van a hacer con nuestra salud. Sobre todo, ahora, con una población cada día más envejecida, que va a necesitar más y más servicios.

Por eso, Juanma, el 19J YO NO TE VOY A VOTAR, mi voto no lo van a tener ninguno de los partidos neoliberales (no me voy a molestar en nombrarlos) que sólo buscan hacer caja con nuestros servicios públicos y quieren “bajarnos impuestos” para desdotarlos. Parece mentira que pasáramos una pandemia, en la que hemos visto lo necesario que es el personal sanitario y unas buenas infraestructuras hospitalarias y no hayamos aprendido NADA.

No lo olvides, la salud nunca puede ser un negocio, es un servicio que ha de ser público y debe ser el mejor posible.

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