Salvador Durán, acompañado del militante de Fuerza Joven, Cristóbal García, se desplazaron esa misma noche al paraje rural de Santa Elena d’Agell, cerca de Argentona, y acribillaron a Juana Caso González -de 26 años de edad-, a José Muñoz Expósito -de 16-, y a Antonio Camacho Tejera -de 15 años de edad-
Por Angelo Nero
Era una fría noche de invierno, el 19 de noviembre de 1980, cuando Salvador Durán, delegado en la comarca del Maresme, de Fuerza Joven, las juventudes del partido de extrema derecha Fuerza Nueva, se reunió con tres guardias civiles y con dos inspectores de policía, para planear un escarmiento contra el Ateneo Libertario de Mataró, que entonces estaba promoviendo una campaña antirepresiva, que los ultras entendían como “una campaña de desprestigio contra los cuerpos de seguridad del estado”. En aquella reunión se acordó el modo de la represalia, y se le facilitaron armas para atentar contra miembros del Ateneo.
Salvador Durán, acompañado del militante de Fuerza Joven, Cristóbal García, se desplazaron esa misma noche al paraje rural de Santa Elena d’Agell, cerca de Argentona, y acribillaron a Juana Caso González -de 26 años de edad-, a José Muñoz Expósito -de 16-, y a Antonio Camacho Tejera -de 15 años de edad-, matando a los dos primeros, que no tenían ninguna relación con el Ateneo Libertario. Tres días después el ultraderechista, que tenía entonces 28 años, fue detenido.
En marzo de 1984 se produjo el juicio contra Salvador Durán, para el que el fiscal pedía un total de 86 años de privación de libertad, por dos delitos de asesinato y uno de asesinato frustrado, y 27 años para Cristóbal García, y tras las declaraciones de los ultras se procedía a abrir una investigación, promovida por el magistrado juez Rafael Gimeno, para destapar la trama fascista en la comarca de Mataró, al implicar estos a la policía y a la guardia civil en el asesinato de los dos jóvenes. Salvador Durán fue condenado a 75 años y siete meses de prisión, finalmente, mientras que el juez de instrucción de Mataró, Rafael Gimeno Cobos, dictó un auto de prisión provisional para un miembro del servicio de información de la Guardia Civil, que estaba en la reunión de la noche de autos, aunque no llegó a entrar en prisión, tras pagar una fianza de 30.000 pesetas. Por su parte Cristóbal García, “militante de la misma organización ultraderechista, ha sido condenado a diez meses de prisión menor por cada uno de los delitos de complicidad en asesinato consumado y al pago de una multa de 25.000 pesetas por la complicidad en tenencia ilícita de armas”
Tal como recoge el diario el País, el 13 de junio de 1932, “La sentencia establece que, en la fecha citada, los dos condenados encontraron en la Rambla de Mataró a Juana Caso, de veinticinco años de edad; José Muñoz, de dieciséis y Antonio Camacho, de quince. Los tres se desenvolvían habitualmente en ambientes de delincuencia. Salvador Durán les propuso dar un palo a alguno de los vendedores de droga o camellos que se encontraban en la zona y más tarde, al no dar con ninguno, desvalijar un chalé en el que no se encontraban sus dueños.
Cuando se encontraban a la expectativa del posible robo, Durán disparó con una carabina de calibre 22 contra José Muñoz y Antonio Camacho. Mientras los dos huían heridos, Duran aseguró a los otros dos jóvenes que los disparos habían sido de fogueo y propuso volver al coche. Una vez en el automóvil volvió a disparar, en esta ocasión por la espalda contra Juana Caso, a la que alcanzaron en zonas vitales seis impactos.”
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