José Rodríguez “Pepe, el de Comisiones”. Un dirigente obrero del antifranquismo y la transición en Laciana y León

En 1972 son las Comisiones Obreras quienes dirigen la gran huelga minera del año en España que trascurre en la MSP de Laciana.

Por Alejandro Martínez | 24/11/2024

El 24 de febrero de 1947 nacía en La Vega de los Viejos (Babia, León), José Rodríguez Álvarez, “Pepe” el de Comisiones. Un dirigente obrero del antifranquismo y la transición en Laciana, y la provincia de León, tan destacado como desconocido. 

En 1963 José Rodríguez entra a trabajar en Hullas Requilán y posteriormente pasará a Tomás García Blanco. Minas situadas en La Mora de Quintanilla de Babia. En 1966 se traslada a vivir a Villablino y comienza a trabajar como entibador en el grupo Calderón de MSP, en un piso que tenía en Orallo.  

En torno a 1968 entra en contacto con la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y conoce a Lorenzo, del Banco Central de Ponferrada, al párroco Pepe Álvarez de Paz y al cura de Palacios del Sil, Graciano. Poco después, durante una huelga de la antracita en El Bierzo, realizan una colecta en Laciana y la llevan a Ponferrada donde tras un chivatazo tienen que escapar de la policía. Su actividad militante, sin embargo, se  reduce tras su boda en 1970. 

Será durante una operación de rodilla en el hospital de MSP en Ponferrada cuando Pepe entre en contacto con el PCE a través de Manuel Alonso, “Lolo, el Quinto”. Posteriormente lo llama Ramiro Pol y, aunque inicialmente simpatiza con el PSOE por tradición familiar, el dirigente del PCE en Laciana lo convence y entra a militar en el partido del antifranquismo, y por extensión, en las Comisiones Obreras. 

En estos momentos los militantes impulsan movilizaciones en apoyo a los trabajadores silicóticos en las que aprovechan para reivindicar la libertad sindical. También preparan su infiltración en el sindicato vertical.  

Con ocasión de las elecciones al sindicato vertical de 1971 la Comisión Obrera de Laciana se reúne y da unas orientaciones que cada trabajador adapta a su grupo. Los candidatos hacen asambleas en el cuarto de aseo para exponer sus ideas. José Rodríguez explica que en Calderón proponen “cosas muy sencillas, que la gente aplaudía. (…) Reconocían la sinceridad, porque no planteabas grandes retos, porque era imposible”. Este grupo cuenta con una nómina de destacados militantes comunistas y sindicalistas, entre los que, aparte del propio Pepe, destacan Benjamín Rubio o José Ramón Vega. 

En este momento las CCOO consigue un copo de los principales cargos en Laciana, entran en la Unión de Trabajadores y Técnicos  (UTyT) del Combustible, que preside Benjamín Rubio, en la Junta de Economatos, con José Rodríguez Álvarez, y en la Junta de Gobierno de Ambulatorios y el Jurado de Empresa. Las empresas tratan de comprar a los sindicalistas con cestas. Cuando es nombrado para la Junta de Economatos Pepe promueve que los enlaces donen sus cestas de navidad a la gente necesitada, ante la incredulidad de otros compañeros. Su testimonio es esclarecedor: “así se rompió con aquella manera de sobornar. Fue muy mal asumido por los tres de Laciana, llevaban muchos años en ella”. 

En 1972 son las Comisiones Obreras quienes dirigen la gran huelga minera del año en España que trascurre en la MSP de Laciana. Benjamín Rubio y José Rodríguez cómo enlaces acuden a negociar a Ponferrada con la empresa, aunque MSP veta la presencia del minero babiano. Posteriormente la asamblea de Calderón pide explicaciones a Rubio por lo sucedido. Todas las semanas un guardia civil, natural de Caboalles de Abajo, lo cita en el Autobar y lo saluda diciendo “¿Pagas un café?” y Pepe le responde “no tengo liquidez”. Intenta convencerlo de que Benjamín le había dicho que al día siguiente entraban a trabajar. A Rubio le daba la misma versión tratando de dividir el movimiento.  

El paro de 48 días dejará un poso organizativo en las Comisiones Obreras, pues según José Rodríguez “a partir de ahí despegamos”. 

Las posibilidades legales contribuyen a la coordinación de las CCOO. La asistencia a cursillos de la Organización Sindical oficial facilita a los enlaces de distintas empresas y ramas de la producción conocerse, entablar discusiones y contactos. Rodríguez asistirá a cursillos en el parador Nacional de Pajares y en Madrid. La Asociación de ex Alumnos de Escuelas Sindicales será otra grieta por la que se cuelan. La de Villablino está presidida por Benjamín Rubio, el tesorero es Mariano (su hijo) y José Rodríguez el secretario, todos miembros de las CCOO y del PCE. A partir de su puesta en marcha, las Comisiones elegían un trabajador de cada grupo de MSP y se reunían en la sede de la asociación, ubicada en el segundo piso de los juzgados.  

Por entonces las CCOO presentan 400 firmas ante los despidos en Tormaleo tras una huelga de 8 meses, una iniciativa dirigida, entre otros, por Pepe. 

En 1975 se producen las últimas elecciones al sindicato vertical franquista. En ellas las CCOO lacianiegas consiguen un copo masivo y José Rodríguez salta al Consejo de Administración de MSP. La empresa se mueve entre la represión y el soborno para tratar de acallar sus posiciones combativas. MSP ofrece vacaciones pagadas al minero para evitar que acuda a las reuniones y muestre sus posturas incómodas. En una ocasión el capitán de la guardia civil de Villablino, Antonio Morales, le sugiere que pida el libro de cuentas para que lo analice su mujer. Luis de Usía y los Miláns del Bosch responden de forma agresiva. A las voces de los directivos les seguirá un seguimiento policial que solo concluirá tiempo después con la intervención del guardia civil.  

El año 1976, tras la muerte de Franco, es un año de efervescencia para ver hacia donde se decanta la balanza. El ministro de la Gobernación, Manuel Fraga, se reúne con lo que considera “gente moderada” de la oposición leonesa para la elaboración de la Ley de Asociaciones Políticas. Entre otros participan Benjamín Rubio y José Rodríguez, que se reparten las intervenciones. Mientras Rodríguez exige un hospital para Laciana, Rubio plantea la cuestión sindical: “Nosotros lo que queremos es auténtica libertad para elegir a nuestros representantes”, le plantean ante el nerviosismo del dirigente franquista.  

En septiembre se crea la Coordinadora de Organizaciones Sindicales formada por CCOO, UGT y USO, que lanza una huelga general el 12 de noviembre. En El Bierzo y Laciana la forman José Rodríguez, Octavio Quiroga, Daniel Fernández y Jonás, por CCOO, Lorenzo Gallego y Ricardo, de USO, dado que UGT todavía no está conformada. 

Pepe es elegido como el primer Secretario Comarcal de las Comisiones Obreras de Laciana. Responsabilidad que ocupará hasta la primavera de 1978 cuando es sustituido por Ramón Álvarez González (Moña). Rodríguez dirigirá la organización y pondrá en marcha el primer local que está ubicado en el número 23 de la avenida de Asturias de Villablino. CCOO, además, conseguirá un triunfo incontestable en las primeras elecciones sindicales democráticas en MSP de 1978. 

El 28 de mayo de 1978 se celebra el primer congreso de la Unión Provincial de León de CCOO. En el cónclave José Rodríguez es elegido Secretario General por “11.000 votos delegados a favor, ninguno en contra y 5.000 abstenciones”. Pepe es propuesto por El Bierzo, Laciana, La Robla y Sabero, en medio de un enfrentamiento con Manuel Velasco por la compra de un local en León, que retira su candidatura.  

José Rodríguez es liberado por el sindicato y se traslada a vivir a León con un sueldo menor que el que tiene en la empresa. 30.000 pesetas para sostener una familia numerosa, mientras los impagos de nóminas se van acumulando. Comparte piso con los abogados José Manuel Buján y Fernando del Reguero Orallo. Las ausencias injustificadas a los órganos son constantes y la cantidad de tareas, ingente. Especialmente para una estructura que se basa en su mayoría en los “tiempos libres” de pocos militantes. A ello se unen los choques de modelos sindicales. Para Pepe Ponferrada había “decidido un sindicatos de abogados”, Rodríguez por su parte rechaza el sindicalismo de servicios y también la entrada de trabajadores de cuello blanco: “Yo era de los que creía que había que ir a un sindicato de clase.  Yo no comulgué nunca con que el de mono azul y bata blanca estuvieran en el mismo sindicato”. Y pone el ejemplo al médico leonés José María Fidalgo. 

Tras 5 meses sin cobrar en León, Rodríguez pide el reingreso en MSP en mayo de 1979. Durante un tiempo compagina su trabajo y la dirección provincial del sindicato. Sin embargo, en julio la situación se vuelve insostenible, entre llamadas al trabajo, salarios no percibidos por faltas al trabajo fruto de su actividad sindical (especialmente por el conflicto que se vive en AFSA) y sacrificios que “de revote” paga la familia”. 94.380 pts. de la época son una deuda que pesa.  

Desde abril, además, formaba parte del equipo de gobierno de Villablino. La candidatura del PCE gana por amplia mayoría y Pepe es designado como Primer teniente de alcalde, además lleva la concejalía de Hacienda y Agricultura. Cargo que ostentará hasta su dimisión en diciembre de 1980. José reivindica que “era un hombre de dimisión”, cuando cree que no aporta, se aparta. 

Desde abril de 1981 compagina su trabajo de minero en MSP con una gestoría que durante unos meses es una sociedad con Mariano Rubio. 

El 23 F de 1981, a pesar de estar alejado de la primera línea política y sindical no fue un buen día para aquellas personas que habían estado más significadas en las luchas recientes. Rodríguez explica que ese día quema las agendas que tenía “porque me quedé yo aquí sólo en Laciana”. 

Tras la renuncia a la secretaría provincial durante unos años se mantiene cómo sindicalista de base hasta que la dirección comarcal de CCOO de Laciana en enero de 1984 le comunica que son “incompatibles” sus cargos en el Sindicato de la Minería, con los de la “Asesoría Jurídica que tu representas”. Permanece como Delegado de CCOO en Calderón hasta el final del mandato en el que vivirá lo que considera “presiones de bloqueo” por parte de la dirección comarcal del sindicato y se traducirán en que dejan de citarlo a las reuniones y finalmente de pasarle la cuota.  

En 1992, durante la primera marcha negra, Pepe retomará su relación con el sindicato que contribuyó a fundar poniendo su experiencia en la gestoría al servicio de las cuentas de la marcha en nombre de Comisiones  Obreras.   

A pesar de su expulsión de facto del sindicato, siempre se consideró “uno más”. Lo mismo en el PCE, del cual ha reivindicado su papel en la lucha obrera y democrática española. Considera que “el Partido Comunista tuvo que ver todo en esta historia. Y en las libertades, también. En las recortadas libertades”.  

Pepe también tuvo mucho que ver “en esta historia”, Nuestra Historia. “Y en las libertades, también.”  

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