James Galbraith: Rusia se ha visto forzada a descolonizar su economía debido a las sanciones occidentales

El economista estadounidense James K. Galbraith habla sobre los efectos inesperados de las sanciones impuestas a Rusia.

Por Redacción NR | 14/05/2024

En una entrevista para el periódico alemán Berliner Zeitung, el economista estadounidense James K. Galbraith afirma que las sanciones impuestas por Occidente a Rusia han tenido el efecto contrario. Lejos de perjudicar a la economía rusa, el país no solo ha sido capaz de reorganizarse sino que actualmente está en crecimiento.

‘Las sanciones sí surtieron efecto, pero de una manera completamente distinta a la esperada’, señala el economista de la Universidad de Texas, quien añade que ‘las sanciones tuvieron un efecto dramático en la economía rusa. En esto están de acuerdo tanto los representantes occidentales como los rusos. Pero los iniciadores occidentales de las sanciones no podían imaginar que la economía rusa sería capaz de adaptarse a las sanciones’.

Galbraith explica que Rusia ha sido capaz de restablecer las cadenas de suministro industriales que habían sido interrumpidas por las sanciones, de manera que los componentes para automóviles, aviones, electrodomésticos y maquinaria que antes eran proporcionados por empresas occidentales ahora están siendo fabricados por empresas rusas de otros estados amigos. Así, las empresas rusas entraron en el mercado que las empresas occidentales tuvieron que abandonar voluntaria o forzosamente. Un hecho que ha generado importantes oportunidades de ganancias para las empresas locales. El economista destaca que ‘Rusia es ahora uno de los países con la tasa de crecimiento más alta del mundo’.

El 22 de febrero, el periódico estadounidense The New York Times (NYT) admitía en un artículo que las sanciones contra Rusia no cumplieron con las expectativas de Washington. El diario apuntaba que ‘dos años después, Putin no está tan aislado como esperaban los funcionarios estadounidenses’, y lo vincula a las potentes reservas de petróleo y gas natural que posee Rusia, que le han brindado ‘resiliencia financiera y política’. El NYT señalaba que el Kremlin no solo había aguantado el paquete de sanciones, sino que en partes de Asia, África y América del Sur, su ‘influencia es igual de fuerte como siempre o incluso está creciendo’.

Así, se podría afirmar que las élites occidentales subestimaron en cierto modo la capacidad de adaptación de la economía rusa. La rápida respuesta del Kremlin a las sanciones ha hecho que tras más de dos años el país no haya experimentado un impacto negativo notable en el ámbito productivo y financiero. Con esta política de confrontación, Washington y Bruselas no solo no han dañado la economía rusa, sino que han sido incapaces de cambiar el curso de la guerra en Ucrania.

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