Israel ha anunciado que en los próximos días enviará a Washington una delegación para que les «explique» por qué se cierran las ONG y sus vínculos con el «terrorismo».
Luna Izquierdo – Javier F. Ferrero
Los agresivos planes de Israel con respecto a los palestinos no se han modificado a pesar de que el nuevo gobierno de Naftalí Bennett, que cuenta el respaldo de un partido islamista palestino, debería servir para moderar el ímpetu de las ya tradicionales medidas de castigo.
Israel aprobó la construcción de 3.144 viviendas para colonos en Cisjordania ocupada. Dio el visto bueno definitivo a 1.800 viviendas y aprobó otras 1.344 construcciones, un día antes de que incluso Washington, eterno aliado israelí, criticase la acción por las presiones recibidas. Ha sido el primer anuncio de este tipo desde que Bennett asumió la jefatura de gobierno en junio y también el primer anuncio de esta naturaleza que tiene lugar bajo el mandato de Joe Biden.
«Nos oponemos a la extensión de estas colonias, que es totalmente contraria a los esfuerzos para disminuir las tensiones y garantizar la calma, y que afecta a las perspectivas de solución con dos Estados: israelí y palestino», señaló el portavoz de la diplomacia estadounidense.
La ocupación sigue expandiéndose sin control sin que nadie le ponga coto. Simplemente tienen lugar tímidas protestas, rápidamente reprimidas, y nadie confía en que los mandatarios europeos respondan a Israel con energía.
El Coordinador Especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, denunció a Israel por abrir licitaciones para nuevas unidades de asentamientos en la Cisjordania ocupada. «Estoy profundamente preocupado por la continua expansión de los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental», dijo.
Y añadió: «Reitero que todos los asentamientos son ilegales según el derecho internacional, siguen siendo un obstáculo sustancial para la paz y deben cesar inmediatamente».
El Ministerio de Construcción y Vivienda también dijo que tiene previsto duplicar la población de colonos, que actualmente es de unos 6.400, en el Valle del Jordán ocupado para 2026, y que anunciarán 1.500 unidades de vivienda en la zona.
Incremento de los precios de la vivienda dentro de Israel
A todo esto hay que añadir que no pasa ni un día sin que los medios hebreos informen del incremento de los precios de la vivienda dentro de Israel, de manera que muchos jóvenes cambian su residencia a los más económicos territorios ocupados, un plan perfectamente dibujado por las autoridades, tal y como señala Público[1].
Por su parte, el titular de Defensa, Benny Gantz, ha declarado «terroristas» a seis organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de los palestinos. Esta decisión es consistente con la política israelí de desmantelar cualquier atisbo de sociedad civil en los territorios ocupados. El objetivo es impedir cualquier estructura por pequeña que sea que combata la brutal desposesión de la población palestina.
Los americanos son conscientes de que las protestas de Washington no van a llegar a ninguna parte. En cualquier caso, Israel ha anunciado que en los próximos días enviará a Washington una delegación para que les «explique» por qué se cierran las ONG y sus vínculos con el «terrorismo».
Violencia contra los campesinos
Por otra parte, estos días el ejército y los colonos están incrementando la violencia contra los campesinos que recogen olivas que a menudo constituyen su único medio de subsistencia. Los colonos se sienten libres para arrancar, quemar, destruir y cortar los árboles frutales de los campesinos locales, y para ello cuentan con el decisivo respaldo de los soldados.
Además de destruir los olivos, los colonos les roban los sacos de la cosecha que es el resultado de un año de trabajo, golpean a los campesinos, les amenazan, les tiran piedras y les roban el dinero o los teléfonos sin que ningún país occidental trate de impedirlo.
Israel desposee periódicamente de sus tierras a los palestinos, lo que provoca que los palestinos vivan cada día de una manera más miserable y sin ninguna esperanza.
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