Irán y la ira de las mujeres, conversación con Hélène Fathpour

Por Teresa Domínguez

In Memoriam
Mujeres asesinadas en las protestas de noviembre 2019 en Irán

El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer en el mundo. En el siglo XXI hay países que han dado grandes pasos hacia la igualdad, al menos formal, sin embargo, bochornosamente, hay algunos que insisten en una misoginia absoluta consagrada incluso en sus leyes. Irán es un ejemplo de ello. Un gobierno que aplica leyes y regulaciones que discriminan y reprimen sistemáticamente a las mujeres. Una forma de represión y discriminación basada en el sexo, atribuida a lo que se conoce como «cultura» o «tradición», que descansa en una misoginia institucionalizada y una teocracia, que se plasma en la constitución, en el código penal y en la vida misma. 

Llevo un tiempo hablando con Helène Fathpour, del NCRI Women Committee sobre la situación de las mujeres y niñas en Irán, y su lucha por alcanzar la igualdad. El asunto del velo, aunque importante, no es más que la punta del iceberg de una desigualdad estructural que sufren a diario, que tiene consecuencias dramáticas para sus vidas.

 El velo obligatorio resulta crucial contra las mujeres y niñas. La tasa de violencia de género contra las mujeres en dicho país es la más alta del mundo, y la forma de violencia mas prevalente proviene del poder en su esfuerzos por imponer el velo obligatorio. Y los arrestos van acompañados de violencia.

El velo: un tema de seguridad para los mulás

La policía de Teherán anunció en un comunicado el 23 de febrero de 2018 que «Alentar a las mujeres a no usar el velo (…) se castiga con uno a diez años de prisión y no puede ser reemplazado por otras formas. de castigo.». Tres activistas, Monireh Arabshahi, su hija Yasman Aryani y Mojgan Keshavarz, fueron condenadas a 55 años de prisión en total por celebrar el Día Internacional de la Mujer en un vagón de metro con la cabeza descubierta.

El velo obligatorio es una cuestión de seguridad nacional para los gobernantes de Irán. Las campañas del velo apuntan a detenciones masivas de mujeres. No es nuevo, las mujeres llevan luchando por sus derechos y libertades desde hace más de 40 años. Según un informe del parlamento de los mulás, el 70% de las mujeres se oponen al velo obligatorio. Irán es el único país del mundo donde las mujeres reciben 74 latigazos si aparecen en público sin cubrirse la cabeza. En muchos casos, sin embargo, el castigo no termina ahí. Las sanciones también incluyen detenciones masivas y largas penas de prisión por “estar mal velada” incluso en las fotos de perfil de las redes, y por “difundir la corrupción y la prostitución”.

En los últimos años, ha surgido en Irán un movimiento valiente por los derechos de las mujeres y niñas y contra el uso del hijab, un movimiento por derechos básicos, en el que se involucran con valentía en actos de desafío. Mostrándose en lugares públicos, agitando silenciosamente sus velos o con videos en la calle con la cabeza descubierta. Pero como digo, el asunto de «el velo» es una mas de las muchas demandas de la lucha de las mujeres por su libertad.  El propio Comité de Mujeres ha adoptado un plan de 10 puntos de derechos y libertades básicos que incluyen poder elegir cómo vestirse, pero también exigen que las niñas y mujeres gocen de protección, de derechos e igualdad en todos los ámbitos.

Privadas de todos los derechos

Además de la derogación de la ley que obliga al velo y al control de la vestimenta, las mujeres exigen libertades y derechos elementales tales como la igualdad con el hombre ante la ley, su derecho a la participación igualitaria en política, (hoy por hoy la mujer tiene prohibido por la constitución ser Presidenta de la República). En la economía, de manera que puedan heredar como los hombres, o cobrar el mismo salario por el mismo trabajo (actualmente cobran un 41% del salario de un hombre y solo el 12% de las mujeres tiene empleo). Las mismas obligaciones, que no sean las depositarias de los trabajos de cuidado en exclusiva, o los mismos derechos que estos, en temas básicos como vivienda, salud, deportes…

 Raha, 11 años, ha sido forzada a casarse con un hombre de 50 años a cambio de 15 millions de tomans. El hombre ya tenía 7 hijos de otro matrimonio.

Las mujeres exigen igualdad en la familia, una igualdad que se traduzca en poder elegir con quien se casan o cuando se divorcian. Y poder tener la custodia de sus hijos. Por supuesto exigen la prohibición de los matrimonios infantiles y de la poligamia (pueden tener hasta 4 esposas permanentes). Además el art. 1075 del código civil les permite contraer cuántos matrimonios temporales deseen, incluso de una hora de duración, y romperlos cuando quieran. Es decir: prostitución legalizada. Una mujer o una niña tampoco puede negarse a mantener relaciones sexuales con su marido, so pena de quedarse sin recursos. En 1988 la edad de matrimonio de las niñas bajó de 18 a 9 años. En 2002 se subió a 13 años, sin embargo, los tutores pueden permitir matrimonios con niñas más pequeñas, con el aval de un juez. La vulnerabilidad social y jurídica de las niñas es extrema, la edad de la responsabilidad jurídica de las niñas es de 9 años y la de los niños de 15 años.

Otro de los aspectos de la lucha de las mujeres iraníes es por demandas tan elementales como que se prohiban el trato humillante o la pena de muerte. Que se considere delito la violación o la violencia machista, o los crímenes de honor (el 66% de las mujeres iraníes sufre este tipo de violencia). Cientos de mujeres iraníes son asesinadas en «asesinatos por honor» cada año, y la agencia de noticias estatal ISNA estima que las cifras son «entre 375 y 450», lo que representa el 20 por ciento de todos los asesinatos en Irán. Esto es violencia sistémica porque el gobierno lo aprueba, y el Código Penal establece que los padres y abuelos paternos no pueden ser condenados a muerte por matar a su hija o nieta. Incluso establece rotundamente que un esposo puede legalmente matar a su esposa en el acto si la descubre engañándolo.

Otra de las demandas es que se prohiba la explotación sexual (y reproductiva) de las mujeres y niñas, incluso bajo el pretexto de las «tradiciones». Y por supuesto, la eliminación de la figura del tutor. Una mujer no puede salir de su casa, viajar o ejercer una profesión, sin el consentimiento de su marido.

Las reivindicaciones van más allá, las mujeres iraníes luchan contra una teocracia que ejerce la coerción en la religión, la segregación sexual, la lapidación, y contra toda norma que justifica los crímenes contra las mujeres so pretexto de la moral pública. La emancipación de las mujeres requiere la liberación de la población sometida a un régimen medieval.

La información que llega desde el interior de Irán habla de la terrible discriminación contra las mujeres en la ley y en la práctica, y especialmente en estos tiempos de miseria, pobreza y hambreEn Irán, la pobreza es femenina, aproximadamente cuatro millones están solas, a cargo de sus familias, cifra que sigue en aumento, y no hay trabajo para ellas, y si trabajan se quedan sin  salariosLa edad media de estas madres, ha bajado a los 14 años, a consecuencia de los matrimonios forzados, el matrimonio infantil y, trágicamente, los divorcios, que dejan a estas menores con una carga familiar inasumible, condenadas al chabolismo. Y todo ello empeorado por la situación de la pandemia y la falta de medios. Actualmente, la tasa de pacientes confirmados de coronavirus es de 1.069,14 por cada cien mil habitantes. 20.000 enfermeras han sido infectadas y muchas han fallecido.

 Saïdeh fue obligada con 10 años a casarse con un hombre de 42 años, después de tener un bebé, año y medio después, el marido pidió el divorcio.

La ira femenina

Me decía Fathpour que la realidad es que la ira también es femenina en Irán y que las mujeres, que son los principales objetivos de esta teocracia misógina, son motores de revueltas y protestas. Y tuvieron una gran participación en los levantamientos de 2017, 2018, el grand levantamiento de noviembre de 2019 y después los de enero de 2020, en las protestas por la escasez de agua.

El gran levantamiento de noviembre de 2019 dejó 1.500 muertos, entre ellos, 400 mujeres (Infobae) (Nius)La investigación de Reuters confirma una verdadera matanza en todo el país. 4000 personas heridas y detuvieron a 12.000 personas. Se hablaba abiertamente sobre las «líderes» (The Guardian), algunos grupos liderados por mujeres se reunieron en la plaza Azadi central de Teherán el domingo por la noche. La agencia de noticias Fars en Irán, afiliada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, publicó un despacho basado en «las estimaciones y evaluaciones primarias de una agencia de inteligencia». El informe estimaba que un total de 87.400 manifestantes salieron a las calles, «5.200 de ellos eran mujeres». Siguen en prisión, y bajo tortura.

Nasrin Sotoudeh(La Vanguardia), la abogada iraní y activista de derechos humanos, fue liberada provisionalmente de prisión. Cumplía una sentencia de 12 años de cárcel. Su hija, Mehraveh Khandan también fue arrestada este verano, y puesta en libertad temporalmente bajo fianza. Nasrin estaba en estado crítico, después de 45 días de huelga de hambre. Fue hospitalizada de urgencia a finales de octubre, por las deplorables condiciones sanitarias de la prisión de Qarchack. Shaparak Shajarizadeh, fue exiliada por quitarse el velo. (Le Point).

 Zahra Safa’i, y Parastou Moïni, fueron detenidas en febrero de 2020 , como otras muchas, se encuentran entre las mujeres que han optado por resistir por la libertad, no solo contra la imposición del velo. Han optado por luchar contra una teocracia  que ostenta el récord de ejecuciones de presos políticos (de las 120.000 ejecuciones políticas de este régimen el 30% son mujeres) y bajo el mandato de Rouhani 109 han sido ahorcadas.

El 2 de noviembre Zahra Safa’i y Golrokh Iraee fueron agredidas, insultadas y amenazadas de muerte en la misma cárcel. Según fuentes del Comité de Mujeres, Fatemeh Mosanna, fue devuelta a prisión a pesar de una hemorragia intestinal grave, Sakineh Parvaneh, prisionera kurda, fue brutalmente golpeada en la prisión de Qarchak, por protestar.

 Imagen de la asociación de prensa de Almería

Reporteros Sin Fronteras informó del arresto el 29 de octubre de Mehrnoush Tafian,(FAPE)por no pagar la fianza tras ser acusada, a principios de septiembre, por su cobertura de una manifestación. Negar Massoudi fue detenida el 1 de noviembre por fotografiar las caras desfiguradas de mujeres que, a los ojos del gobierno iraní, no se habían puesto el “velo adecuadamente”.

También Elham Alvani está en prisión por dibujar graffitis como protesta, en las murallas de la ciudad de Teherán.  Alvani tiene cáncer y la exposición al coronavirus que azota la prisión de Evin la pone en mayor riesgo. Las detenciones arbitrarias en Irán tienen como objetivo a activistas civiles y estudiantes.

Yasaman Ariani fue arrestada el 10 de abril de 2019 y llevada al centro de detención de Vozara en Teherán. Su madre, Monireh Arabshahifue arrestada al día siguiente. Ambas fueron trasladadas al pabellón 5 de la prisión de Qarchak. Cerca de 300 prisioneras fueron trasladadas a la prisión central de Oroumieh. Esta transferencia se realizó por orden del Poder Judicial sin dar ningún tipo de razones. La prisión central de Oroumieh está afectada por el coronavirus. En marzo de 2020, Fatemeh Alizadeh, de 53 años, perdió la vida después de contraer la enfermedad. Las presas iniciaron una huelga de hambre para protestar por la muerte de su compañera. Han perdido ya la vida numerosas mujeres.

Hélène Fathpour del comité de mujeres del NCRI también menciona que muchas mujeres ejecutadas por la teocracia de los mulás fueron víctimas de violencia machista y actuaron en defensa propia. El gobierno iraní utiliza abiertamente la pena de muerte como forma de castigo. En muchos casos y de manera discriminatoria, esta sanción se aplica a minorías religiosas y étnicas, opositores políticos y mujeres.

Un modelo de lucha

Mujeres iraníes desafían cuatro décadas de teocracia. Tienen un modelo de mujeres que han resistido durante 40 años, que se han mantenido firmes a pesar de  las miles de ejecuciones, torturas,  la pérdida de sus familias y sus bienes, a pesar de las campañas de propaganda que las demoniza. Mujeres que se han jugado la vida de manera pacífica desafiando los mandatos misóginos de su gobierno.

Cada día, las mujeres de todos los países del mundo sufren desigualdad y discriminación solo por ser mujeres. Se enfrentan a situaciones de violencia en sus hogares, su entorno de trabajo y sus comunidades, y en muchos países ni siquiera han alcanzado una igualdad formal. La revolución de 1979 fue uno de los movimientos populares más grandes en la historia de los movimientos de liberación que terminaron con la dictadura de Reza Pahlavi. Con el derrocamiento del régimen del Sha, el pueblo iraní, especialmente las mujeres, buscaban disfrutar de sus derechos y libertades para establecer una nueva sociedad. Pero el nuevo gobierno teocrático empezó su ofensiva contra las libertades de las mujeres iraníes apenas una semana después de dicha Revolución.  Las medidas tomadas por el gobierno para privarlas gradualmente de sus derechos son las demandas* que estas, 40 años después, siguen reivindicando.

Días después del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer en el mundo, bajo un sistema donde se legaliza la desigualdad y la violencia, muchas mujeres nos invitan a reflexionar sobre su esperanza de un país libre donde la igualdad sea una realidad concreta y donde ellas, las mujeres, sean libres y tengan su lugar.

“Si no puedes hacer algo por erradicar la injusticia, por lo menos hay que darla a conocer». De la entrevista de Ana Alonso a la iraní Shirin Ebadi, primera mujer musulmana que fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 2003. 

Teresa Domínguez

“No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas” Lorde

Especial agradecimiento a Helène Fathpour por su valentía y por su amabilidad para realizar este artículo.

A continuación se muestra una breve historia de las medidas tomadas a lo largo de los días por la teocracia iraní para privar gradualmente a las mujeres iraníes de sus derechos: «Mujeres iraníes desafían cuatro décadas de dictadura religiosa«.

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2 Comments

  1. Creo que es muy bueno que las tecnologías están cambiando muy rápidamente y hoy en día podemos ser padres incluso si la mujer tiene una enfermedad que no la deja quedarse embarazada , como en mi caso.
    Pero la gestación subrogada no está permitida en todos los países, incluso España. Por eso mi marido y yo optamos por Ucrania, el centro de Feskov. Ahí eso está legal y es muy importante que hay lugares donde están listos para ayudarte . En cuando se termine la pandemia y abren las fronteras , nos vamos ahí a la clínica de reproducción asistida de Feskov, bien recomendad por nuestros amigos . Espero que pronto logremos nuestro sueño y podamos ser padres. Para nosotros sin hijos es muy difícil tener la felicidad perfecta .

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