En una columna de opinión, los analistas Christopher McCallion y Benjamin H. Friedman califican la última Cumbre de la OTAN como una ‘farsa’ por ofrecer falsas esperanzas a Ucrania.
El mandatario ucraniano se ha visto forzado a un cambio de postura debido al desarrollo de los acontecimientos y al avance de las tropas rusas en el frente de guerra.
Plantear la existencia simultánea de Rusia y China como agresores y enemigos a batir es un escenario sin precedentes para la política estadounidense, que ni siquiera los estrategas más audaces como Henry Kissinger sugirieron.
Con la amenaza de la desintegración de la Unión Soviética, Transnistria que formaba parte de Moldavia, declaró unilateralmente en 1990 su independencia la que, en ese momento, no fue aceptada por Gorbachov.
Parece un pouco estraño que sempre que actúa cos seus habituais instintos bélicos, os USA, non claman aos ceos as inxustizas ou atropelos aos dereitos dos seres que sofren as súas represalias.