Tanto diplomáticos etíopes como eritreos están realizando giras por distintos países del Cuerno de África y otras regiones adyacentes defendiendo sus posturas.
Aunque los Acuerdos de Pretoria pusieron fin a los combates entre el ejército y las fuerzas militares de Tigray en noviembre de 2022, la situación en la región de Amhara no ha dejado de ser motivo de gran preocupación.
La crisis entre la antigua facción vinculada a Debretsion y el gobierno provisional encabezado por Getachew Reda parece haber llegado al punto de no retorno.
Es Chad, con más de un millón, la nación que más asilados ha recibido y cuyos campamentos de acogida están desbordados y exhaustos; seguido por Sudán del Sur, con aproximadamente quinientos mil, donde la situación también es extremadamente difícil.
Dos días después del terremoto, el gobierno etíope dijo que estaba procediendo a la evacuación de al menos 80.000 personas por temor a la actividad volcánica que está afectando la zona.
Quedaron, además, otras víctimas invisibles del conflicto de Tigray, las mujeres que fueron utilizadas como arma de guerra, y que se estima pudieron ser 120.000 las que fueron violadas, muchas de ellas mutiladas.
Las Fano, ahora unificadas, han incrementado significativamente su ritmo de ataques contra la Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF) en toda la región de Amhara.