Internacional | Marine Le Pen, ¿cómo afectaría a Europa su victoria?

Por Roberto Santos

En las próximas elecciones en Francia, la victoria de Marine Le Pen es algo completamente plausible. Tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos y del Brexit en Reino Unido, Le Pen, líder indiscutible de uno de los partidos de extrema derecha más antiguos de Europa, huele ya la victoria en lo que los miembros de su partido llaman la “tercera batalla”.

Marine Le Pen cuenta ya con el respaldo de más de uno de cada cuatro votantes franceses. Estos nuevos partidarios del Frente Nacional son los descontentos, los que están hartos del sistema y justamente son los que tienen más claro su voto al partido de extrema derecha. Aunque los sondeos de opinión recientes sugieren que Le Pen perdería en la segunda vuelta, no podemos perder de vista que tras el último atentado en Londres, Marine ha vuelto a escalar en todos los sondeos. Tampoco debemos perder de vista que sus estrategas están seguros de que ella, como ya ocurriera con Trump o con el Brexit, también demostrará que los sondeos se equivocan. Lo que es seguro y ya nadie pone en duda, es que el Frente Nacional pasará a la segunda vuelta junto con el centrista, Emmanuel Macron, al mes siguiente.

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Los franceses ven a Macron de 39 años como el oponente perfecto, un ex-banquero de inversiones de Rothschild y un tecnócrata liberal de élite que representa precisamente los intereses de la “globalización salvaje” y del establishment, a los que justamente enfrenta Le Pen.

Según los estrategas del Frente Nacional, “Macron es la encarnación viviente del establishment globalizador”  «¿Cómo puede un hombre de Rothschild comprender los trabajadores franceses?» Ese es su mensaje y es muy similar al que Donald Trump usó contra Hilary Clinton en su momento.

El Frente Nacional espera acaparar el voto protesta, el del descontento generalizado que recorre Francia de derecha a izquierda y eliminar a los rivales menores en la primera vuelta, cosa que parece que conseguirá con total facilidad. Sin embargo, para el enfrentamiento directo en la segunda vuelta, la estrategia será clara, se concentrará en atacar sin descanso los privilegiados antecedentes de Macron y en sus estrechos vínculos con François Hollande, el presidente saliente, que cuenta con el nivel de aprobación más bajo de la historia de la democracia francesa.

Por otro lado, el equipo de campaña de Marine Le Pen, espera que el liberalismo económico de Macron lleve a la abstención a la izquierda tradicional o incluso a que apoyen su propio mensaje proteccionista, que está envuelto en el tema de la preferencia nacional, la idea de poner a los trabajadores franceses nativos primero e introducir impuestos adicionales en los contratos a trabajadores extranjeros, lo que serviría para penalizar su contratación.

Tras el último atentado en Londres, Marine ha vuelto a escalar en todos los sondeos

Además, entre sus promesas electorales lleva la de iniciar una reindustrialización y pretende obligar a las grandes multinacionales como Ikea, a comprar productos locales y pagar impuestos más altos si contratan a trabajadores que no sean nativos franceses. Un discurso que recuerda mucho al “America first” y al “Make América great again” de Donald Trump y que parece calar en un pueblo que está harto de la Unión Europea, de que nadie cambie y que ve en Le Pen, una auténtica promesa de cambio como ya ocurrió en Estados Unidos con Trump.

Le Pen también atacará a Macron desde la derecha argumentando que es blando con la amenaza terrorista del Islam y saltando sobre su reciente declaración sobre multiculturalismo y diversidad en Francia – que «no hay una cultura francesa «- para tentar así a los conservadores tradicionales más viejos.

Suponiendo que todo esto le funcione y que su discurso cale por completo en la sociedad francesa. ¿Qué significaría una victoria de Le Pen para Francia y para Europa?

A corto plazo, una victoria de Marine Le Pen y su Frente Nacional sumiría a la Unión Europea en una profunda crisis. Según los politólogos, en las dos últimas décadas, las actitudes de la gente hacia la unión han pasado por dos etapas: la primera de amplia aceptación en los años sesenta y setenta, hasta un escepticismo instintivo de los años 80 en adelante. Por lo tanto, una victoria de Le Pen, después del Brexit, nos mostraría que los europeos han llegado a una tercera fase: la rebelión activa.

¿Y qué ocurriría con la política doméstica francesa primero? El programa de Le Pen se basa en la suposición de que su victoria presidencial le dará el impulso para alcanzar la mayoría parlamentaria al Frente Nacional después de las elecciones a la Asamblea Nacional en junio. Dado que el Frente Nacional tiene solo dos escaños en el Parlamento, Le Pen necesitará contar con el apoyo de los republicanos de centro-derecha, para lo que espera que este año y tras su victoria, se rompa el llamado Frente Republicano, una ley no escrita en la política francesa por la que los principales partidos se niegan a trabajar con el Frente Nacional.

Aunque esto, es en principio, improbable, vamos a imaginar que Marine Le Pen consiga ese escenario perfecto y alcance sus objetivos. Desde su formación en 1972, el Frente Nacional ha ganado la atención principalmente por sus políticas duras como la restricción de la inmigración y la lucha contra la “islamización” de la sociedad francesa. Si se mantiene fiel a estos compromisos, Le Pen se retiraría del tratado fronterizo de Schengen, reduciría la migración neta a 10.000 por año, despojaría a los nacionales de doble nacionalidad francesa y pondría a 15.000 policías más en las calles.

Pero ojo, porque su posición sobre el euro y la Unión Europe es mucho más importante, pues una victoria de Le Pen podría significar la desaparición de la moneda única y una nueva excisión dentro de la unión, que podría suponer directamente el fin de la misma tal y como la conocemos desatando una crisis con múltiples frentes en todo el continente europeo, como la reanudación de la crisis financiera en Grecia, el crash del sector bancario italiano, el golpe brutal que supondría para las economías de España y Portugal… Aunque el crecimiento está volviendo lentamente a la zona euro, un retiro francés a las órdenes de Le Pen y tras el Brexit, dejaría a la unión monetaria, en el mejor de los casos, en estado crítico.

No debemos olvidar tampoco que Marine Le Pen no es una “euroesceptica” suave. Ella ve al euro como un ‘arma política’ que el Banco Central Europeo, la Unión Europea y los poderes financieros mundiales han usado para esclavizar a Francia. Marine está convencida de que el euro está destinado a fracasar y aunque es consciente de que dejarlo sería costoso, considera que sigue siendo más barato que aguantar el derrumbe total de la eurozona.

«Los franceses están sentados en el Titanic, conocido como el euro, y están escuchando los violines», dijo su estratega en Londres. «Vamos a empujarlos hacia los botes salvavidas».

Le Pen planea hacer esto renegociando los términos de la membresía de Francia en la Unión, conversaciones que seguramente coincidirían con las negociaciones del Brexit y que sin duda animarían a otros países de la Eurozona a emprender el mismo camino. Ella tiene claro que exigirá un retorno de la plena soberanía nacional, incluida la independencia monetaria, la autonomía fiscal y financiera. Sus más allegados dentro del partido hablan abiertamente de querer abandonar el euro, redenominar los activos en euros franceses y la deuda en una nueva moneda sobre una base de “un franco un euro”, y realizar devaluaciones competitivas. Un nuevo banco independiente de Francia, argumentan, podría comprar bonos del gobierno francés en el mercado secundario y suprimir los rendimientos.

Tras el último atentado en Londres, las encuestas vuelven a darle vientos a favor a una Marine que cada día está más cerca de la presidencia

Para ello, Le Pen, en su primer año como presidenta, haría uso del artículo 11 de la Constitución francesa para llevar a cabo un referéndum sobre si Francia debe abandonar la Unión Europea, lo que algunos ya llaman: el “Frexit”.

La mayoría de votantes franceses siguen apoyando la adhesión a la Unión Europea y al euro. Pero dado su programa, la victoria de Le Pen cambiaría las reglas del juego: los inversores venderían activos franceses, los mercados caerían y la recuperación de la eurozona entraría en estado crítico. Los ahorradores franceses ordinarios, preocupados por el riesgo de devaluación por el retorno al franco, se apresurarían a retirar sus euros por temor a que se impusieran controles de capital, como ocurrió en Grecia. Todo ello supondría una presión importante sobre el euro, que podría llevar a una fuga de capitales que se extendería por todo el continente, lo que desestabilizaría la unión monetaria a medida que los mercados comenzaran a anticipar su disolución.

Por supuesto, nada de esto puede suceder. Después de todo, la probabilidad de una victoria de Le Pen es pequeña, sobre todo si vamos a confiar en las encuestas de opinión que ya sabemos son siempre confiables. Pero ojo, porque tras el último atentado en Londres, las encuestas vuelven a darle vientos a favor a una Marine que cada día está más cerca de la presidencia y que ya en las últimas elecciones europeas de 2014 consiguió que el Frente Nacional se convirtiese en el partido más votado, al obtener un 25% de los votos.  Además, no conviene olvidar que en las anteriores elecciones presidenciales obtuvo un 17,9% de los votos y en los Consejos Regionales un 27,1%, cifras que comparadas con sus respectivas elecciones anteriores muestran un claro aumento de apoyos al Frente Nacional.

Sea como sea, lo que es seguro es que toda Europa estará pendiente de lo que ocurra en estás elecciones presidenciales en Francia y que pueden convertirse en una tormenta perfecta para la Unión Europea.

2 Comments

  1. Todo son ciclos, como las estaciones.
    Ahora se necesita, independientemente de las politicas sociales, que ojo! La solidaridad es un privilegio, aunque las clases sociales inferiores siempre han luchado para tener lo mismo que las clases mas »afortunados» se presupone que una sociedad avanzada y superior cuide de los suyos!
    Tambien el equilibrio entre el comercio justo y la competitividad.
    Algun dia se aprendera que es mas economico compartir ( yo doy y tu das tambien!! ) que competir.
    Superados estos inconvenientes para todas las partes inplicadas, se debe de tener un sano patriotismo e inteligente.
    La sociedad tiene y debe de poder protegerse contra aquellos que son contrarios a estos ideales (democraticos) superiores.
    Poco importa lo que ES un estado, importa lo que un estado HACE.

  2. Estoy de acuerdo que Marine Le Pen, va para la segunda vuelta.

    Pero pongo en duda que macron, pase a la segunda vuelta. Estamos de acuerdo que Macron es el candidato de los banqueros, y que estan pagando mucho dinero para comprar toda la campaña que puedan a favor de su candidato, esto incluye comprar a todas las encuestas. Pero los franceses no son tan idiotas como le parece a las mafias bancarias. Por eso, considero que el que pasaría a la segunda vuelta es el candidato comunista Melenchon.

    De hecho, los mejores parados en el ultimo debate presidencial, fueron 1- Le pen, 2- Melenchon, 3- el candidato del hollande (para sorpresa de todos), 4- macron y 5- fillon.

    Marine Le Pen, presenta buenos puntos referentes a la invasion musulmana, pero cuando propone duplicar y triplicar el presupuesto militar, en vez de subir las pensiones de los franceses jubilados, nos desanima a todos. Por eso, el candidato Melenchon, le quita electores a Le Pen. Macron, es solo un mal chiste bancario, sin nada sustantivo.

    Por el bien de francia, espero que gane Le Pen, pero que la asamblea quede entre Le Pen y Melenchon. Seria un equilibrio sano.

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