Un informe de la Universidad George Washington de EE.UU muestra que los países de la OTAN han formado a miembros de una red nazi dentro del ejército ucraniano.
Durante la guerra, el regimiento ucraniano neonazi Batallón Azov ha obtenido acceso a armas y vehículos blindados de la OTAN. Pero el apoyo occidental a los nazis ucranianos va más allá. Un informe publicado por la Universidad George Washington de Estados Unidos revela que la OTAN ha proporcionado formación a miembros de una red nazi en el ejército ucraniano.
El informe, que cuenta con 93 páginas, ha sido publicado por el Instituto de Estudios Europeos, Rusos y Eurasiáticos (IERES) y escrito por Oleksiy Kuzmenko, periodista del colectivo de periodistas holandeses Bellingcat.
El informe afirma que la OTAN entrenó a oficiales ucranianos pertenecientes a una red nazi llamada Centuria, en la Academia de Defensa Hetman Petro Sahaidachnyi en Lviv, en el oeste de Ucrania.
La Academia de Defensa de Petro Sahaidachny es el principal centro de formación de las Fuerzas de Defensa de Ucrania. Es en esta academia donde Ucrania recibe entrenamiento de los países occidentales. Y también es el lugar donde la red Centuria tiene su base de operaciones desde 2019.
Centuria se define a sí misma como una «sociedad de órdenes» de «tradicionalistas europeos» con el objetivo de dar forma al ejército ucraniano en líneas «ideológicas de derecha». El liderazgo del grupo tiene fuertes lazos con el Batallón nazi Azov.
«Tenemos motivos para estar orgullosos», escriben ellos mismos en Telegram a sus propios seguidores. Afirman que han «logrado establecer cooperación con colegas extranjeros de países como Francia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Alemania y Polonia» y que han participado en ejercicios militares con «socios occidentales». Más tarde, en 2021, sin embargo, la red se vuelve más reservada y escribe a sus seguidores que han «logrado el éxito», pero ahora trabajarán más en secreto.
En un manifiesto publicado en 2019 por la red, no solo se señala como enemigos a Rusia, sino también a «políticos y burócratas» en Bruselas. Se describen a sí mismos como parte de una «reconquista nacionalista» de Europa, donde el enemigo, además de Bruselas, son también «eurasiáticos» y «neobolcheviques».
El objetivo inmediato de la red es «alcanzar el rango más alto en el ejército ucraniano», convertirse en un «núcleo líder» y obtener una «influencia significativa dentro de las estructuras del ejército ucraniano». En el siguiente paso, se unirán a la «élite política ucraniana» e implementarán «cambios decisivos». También describen al ejército ucraniano como disfuncional, formado por «alcohólicos» y «oficiales soviéticos sin control».
El informe concluye con un llamado al gobierno ucraniano y sus aliados internacionales para que reconozcan la influencia de la extrema derecha en el ejército ucraniano.
El informe se publicó en septiembre del año pasado y ha pasado desapercibido en gran medida en los medios occidentales.
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