Imanol Arzuaga, Kima: ‘El objetivo de Bi Arnas es denunciar el uso de la tortura sistemática contra la disidencia política’

La práctica totalidad de los funcionarios policiales condenados por torturas han sido indultados y muchos de ellos ha seguido ascendiendo en la jerarquía policial y militar.

Por Angelo Nero | 30/11/2023

Nekane, Iratxe y Mari Nieves, son tres mujeres que han sufrido la tortura. Las dos primeras lo sufrieron en su carne. La tercera a través del cordón umbilical que, desde que llevó a Iratxe en su vientre, une a madre e hija, aunque estén a cientos de kilómetros de distancia, con un hilo invisible por el que también transita el dolor. Dos respiraciones unidas aún cuando te falta el aliento, cuando una bolsa de plástico te roba el aire, cuando sientes que el mundo se abre bajo tus pies y ves la boca negra del abismo, y solo quieres volver al regazo de tu madre.

Imanol Arzuaga, Kima, conoce a Iratxe Sorzabal desde los tiempos, o quizás antes, en que bailaban el “Sarri, Sarri”, de Kortatu en el gaztetxe de su pueblo, Hondarribia, y a través del documental “Bi Arnas” quiso que todos y todas pudiéramos escuchar sus respiraciones, ponernos en su piel, y con ello, hacer un duro y hermoso alegato contra uno de los crímenes más horribles que se pueden cometer, la tortura.

A pesar de la cercanía, me imagino que no habrá sido fácil conseguir que Iratxe contara a su madre, Mari Nieves, su traumática experiencia, y, además, que esta conversación fuera el hilo central de un documental. ¿Cómo surgió la idea de hacer Bi Arnas, y cómo conseguiste que, sobre todo la madre, se prestara a ponerse delante de una cámara, para mostrar el dolor de saber que su hija había sido torturada?

Iratxe estaba encarcelada en Francia desde el año 2015 y en ese periodo fue juzgada en París a petición del estado Español quien había solicitado cuatro euroordenes de detención para poder ser juzgada en España. En febrero del 2022 estaba previsto el primero de los juicios en la Audiencia Nacional y es en ese contexto cuando los amigos de Iratxe nos propusimos hacer algo para denunciar su caso, ya que iba a ser juzgada con una única prueba, sus declaraciones autoinculpatorias realizadas bajo tortura. Al principio la idea era hacer un buen dossier de prensa para informar y presionar de alguna manera ante la inminencia del juicio. De ahí pasamos a barajar la idea de realizar un documental (hay que reconocer con un punto de inconsciencia), y empezamos a recolectar dinero. Para cuando nos dimos cuenta teníamos el dinero para comenzar con el proyecto y ya no podíamos echarnos para atrás.

Este no ha sido un documental al uso, lo hemos realizado desde la militancia y como decimos en euskera “maitasun handiarekin”, con mucho amor y cariño. Hemos conseguido implicar a cerca de 500 personas que nos creyeron y no dudaron en colaborar, aún a sabiendas que era un proyecto casi casi amateur.

Una vez que le propuse a Jon Mikel dirigir el documental, nos pusimos en marcha y en un par de entrevistas que tuvimos con Mari Nieves, conseguimos convencerla. Iratxe tenía más reparos en exponer a su madre, a hacerla sufrir, pero al final la disposición de Mari Nieves fue inmediata.

La historia de Iratxe y Mari Nieves, sus dos respiraciones, tienen suficiente profundidad como para hacer una película, ¿porqué decidisteis incluir también el testimonio de Nekane Txapartegi?

Cuando empezamos con el guión no teníamos prevista la presencia de Iratxe en el documental, ese fue una de los primeros quebraderos de cabeza, la entrevista de Bruselas nos llegó cuando el documental estaba muy avanzado.

El caso de Nekane Txapartegi guarda muchas similitudes con Iratxe, ambas fueron detenidas y torturadas por la Guardia Civil, con una diferencia de pocos años y puestas en libertad a los meses, que aprovecharon para huir y exiliarse en el extranjero. Tanto Iratxe como Nekane nos han relatado que al ver el documental, las palabras de la otra podrían haber sido suyas, se sienten totalmente identificadas una y la otra.

Además de los testimonios de Iratxe, Nekane y Mari Nieves, contasteis con la colaboración de Paco Etxeberria y Serge Portelli, ¿porqué era importante incluir estas voces en Bi Arnas?

Paco Etxeberria es el que ha dirigido el equipo a petición del Gobierno Vasco para contabilizar y documentar los casos de tortura sufridos por ciudadanos vascos a manos de la fuerzas policiales en las últimas décadas y por lo tanto era imprescindible su aportación en Bi Arnas.

Y Serge Portelli es un ex magistrado de la corte de Versalles (Francia) y persona muy concienciada en denunciar la tortura. Ha escrito muchos artículos y algún libro sobre el tema y además colaboró con la defensa de Iratxe en los juicios en París para evitar que se aprobaran las euroordenes de detención y su entrega a España.

Con una de las protagonistas en la cárcel y otra en el exilio, el rodaje de Bi Arnas no ha debido estar exento de dificultades, ¿cuales fueron los obstáculos más grandes que tuvisteis que sortear para llevar adelante el proyecto?

Yo creo que el principal obstáculo ha sido que no teníamos mucha idea de realizar un documental, pero a su vez ha sido una motivación para crecernos. Hemos hecho un máster de como realizar un documental. Desde el primer café que tomamos Jon Mikel y yo, el día que le pedí el “marrón” de dirigirlo, hasta que lo estrenamos pasaron 19 meses.

Jon Mikel no había dirigido nunca y más de una vez se cuestionaba como hacerlo, tenía sus miedos, pero como se ha podido ver más adelante ha acertado de lleno con el guión y con el montaje final.

Yo he sido más inconsciente, he desempeñado el papel de productor sin darme cuenta. He conseguido la financiación, los recursos necesarios, he puesto a la gente a trabajar y ahora una vez estrenado estoy intentando moverlo y que tenga mayor repercusión.

A través de itsulapikoa, la plataforma vasca de crowdfunding, conseguisteis más de 12.000 euros para financiar la película, ¿os visteis obligados a buscar esta forma de financiación ante la falta de subvenciones, o recurristeis al micromecenazgo para implicar también a la sociedad en el proyecto?

Desde el primer momento hemos ido sobre la marcha. Al principio empecé pidiendo dinero a mi circulo de amigos y familiares, y luego a través de Itsulapikoa. Para cuando nos enteramos que podíamos pedir subvenciones era demasiado tarde, la mayoría de veces llegábamos fuera de plazo. Solo conseguimos una pequeña subvención de la Diputación foral de Gipuzkoa. En este tema hemos pecado de novatos, pero esto también nos ha ayudado a trabajar con total libertad.

Además de estrenarla en Euskal Herria, donde una buena parte está muy concienciada con el tema de la tortura, y donde incluso llegasteis a proyectarla en el Festival de San Sebastián, ¿que recorrido ha tenido la película en otros lugares del estado? ¿Ha viajado también Bi Arnas al extranjero? ¿y cual ha sido su acogida?

En Euskal herria hemos proyectado en alrededor de 80 ciudades y pueblos, como bien sabes estuvimos en Vig0 el pasado 14 de noviembre, en París, en Suiza 4 proyecciones, Alemania 15, Argentina 4 y recientemente en Uruguay.

En Krakow (Polonia) fuimos seleccionados en el Festival Internacional de Krakow.

En Cataluña, TV3 compró los derechos de emisión y tuvo una audiencia de 193.000 personas. En Euskal Herria EITB, después de que TV3 compró los derechos, tambien ha comprado los derechos de emisión. Estamos a la espera de que lo emita.

Es innegable que el haber sido seleccionados en el Festival de cine de San Sebastian nos ha abierto muchas puertas.

La acogida ha sido buena, en Euskal Herria hemos notado que hacen falta este tipo de documentales, ya que el tema de la tortura hasta ahora ha sido un tema tabú.

Y en el extranjero la gente se ha extrañado de que la tortura todavía pueda existir. Que en la Europa moderna pase esto.

Una de las conclusiones de la película, para mí, es que la tortura no es cosa del pasado, no es una cicatriz, sino una herida abierta que sigue generando mucho dolor a quienes la sufrieron, ¿este era uno de los objetivos de Bi Arnas, o simplemente lo que pretende es abrir un debate que todavía no se ha dado con la profundidad que merece el tema?

El primer objetivo era denunciar el caso de Iratxe y denunciar el uso de la tortura sistemática contra la disidencia política. Claro que queríamos abrir un debate que todavía no se ha dado en la sociedad vasca y mucho menos en la sociedad española. Pero te voy a ser sincero, no esperábamos la repercusión que está teniendo Bi Arnas. Cómo íbamos a pensar que llegaríamos al Festival de cine de San Sebastián, o que EITB y TV3 nos comprarían los derechos de emisión. Ni tampoco pensábamos que llegaríamos a proyectar en Europa y América Latina. En este momento si creo que gracias a Bi Arnas se ha hablado de la tortura en muchos foros.

Para que exista impunidad con la práctica de la tortura tiene que haber todo un engranaje, no solo de los funcionarios que la infligen, sino de los médicos que no la certifican, y la de los jueces que la ignoran. ¿Esto es lo que ha facilitado que miles de denuncias de torturas no hayan sido investigadas, y que existan muy pocas condenas?

Esto es así y no solo eso. La práctica totalidad de los funcionarios policiales condenados por torturas han sido indultados y muchos de ellos ha seguido ascendiendo en la jerarquía policial y militar.

Pasarán muchos años para que la practica sistemática de la tortura por parte del estado español sea reconocida por este. Yo creo que no lo veré con mis propios ojos.

Hasta que punto está difícil erradicar la tortura, si en la composición del nuevo gobierno «progresista» que tiene el estado español, el ministro de interior es el señor Grande Marlasca que cuando era Juez de la Audiencia Nacional, España fue condenada por no investigar las denuncias realizadas delante de él , en el marco de sus declaraciones. Y no una sino 4 veces.

Quiero aprovechar esta entrevista para agradecer a los compañeros republicanos y antifascistas de Vigo por habernos dado la posibilidad de proyectar Bi Arnas en vuestra tierra.

Grazas

Eskerrik asko

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