Ya hace 36 años la intención de reducir el número de pensionistas, rebajar la cuantía de las pensiones y no garantizar el poder adquisitivo, era un claro objetivo.
Por María Luisa Cid.
Hace unos días encontré una “joya histórica” que evoca datos que quizás nuestra memoria ha borrado.
Son los documentos de la huelga general de 20 de junio de 1985. En aquel año los trabajadores, preocupados por su futuro, participaron en movilizaciones contra el anteproyecto de Ley de Medidas Urgentes sobre pensiones. ¡Fueron trabajadores y trabajadoras, no pensionistas!
Fue CCOO, junto a USO, CNT y ELA-STV los que convocaron la huelga y aunque UGT no participó, se opuso a aquella reforma. Ayer, como hoy, estaba en el gobierno el PSOE, así que hubo que matizar que “esta huelga no es una movilización antisocialista, ni pretende derribar al gobierno, solo va contra una política antisocial y antisindical”
Ya hace 36 años la intención de reducir el número de pensionistas, rebajar la cuantía de las pensiones y no garantizar el poder adquisitivo, era un claro objetivo.
Si algo tenemos que reconocer es que, por parte de los gobiernos y del poder financiero, ha habido perseverancia. Reforma tras reforma (1985, 1997,2011y 2013), tanto de gobiernos del PSOE como del PP, se han conseguido recortar las pensiones porque, ciertamente, son recortes encubiertos el aumento de los períodos de cotización, el de los años de cálculo y la edad. Valga un ejemplo: si antes del 2011 una persona se podía jubilar con 25 años cotizados y cobrar el 80% de la pensión, a partir de esa reforma, con esa misma edad, percibiría un 72, 81%.
Las palabras del pasado del presidente de la CEOE, Sr. Cuevas, suenan actuales cuando declaraba que habría que detraer dos billones (de las pesetas de entonces) de los presupuestos de la Seguridad Social. Como suenan también actuales las campañas de intoxicación y manipulación que pregonaban los costes empresariales y sus efectos negativos sobre el empleo y la quiebra ineludible de la Seguridad Social si no se reformaba el sistema. Un sistema del que, como hemos dicho y vuelto a decir, los distintos gobiernos han detraído 500.000 millones excedentes de cotizaciones.
Esta vista atrás obliga a preguntarse qué ha pasado con los trabajadores que viendo venir que el futuro de sus pensiones se tambalea, no reclaman lo que en las calles reclamamos los actuales pensionistas, a los que esta ley, eufemísticamente llamada “De garantía de poder adquisitivo de las pensiones”, nos va a afectar también (¡esperemos a ver que nos depara la interpretación del IPC!).
No sería deseable creer que la indefensión aprendida ha calado en nuestra sociedad, como creer que nos han convencido de que no tenemos capacidad para transformar las circunstancias desfavorables. Hay que volver la vista a la mayéutica de Sócrates, a ese conocimiento que se acumula en la conciencia por la tradición y la experiencia de generaciones pasadas, que con su inconformismo pelearon por los logros sociales que nos están desbaratando.
Ya Noam Chomsky nos avisó con sus Diez Estrategias de Manipulación Mediática, cómo el poder despliega sus armas para conseguir sus objetivos.
Seguro que en esta persistencia de abrir las pensiones públicas al negocio financiero, que desde décadas vienen empleando, encontramos alguna de esas estrategias que resume Chomski. Veamos dos o tres para no ser exhaustivos, aunque fácilmente podríamos acompañar cada una de ellas con titulares y actuaciones cercanas.
A- La estrategia de crear problemas y después ofrecer soluciones:
“Este sistema actual de la seguridad social hace aguas”, (como ministro tras ministro y titular tras titular nos han venido repitiendo machaconamente), así que ahí van los Macrofondos públicos (públicos, pero gestionados por entidades privadas) y, más adelante, los planes privados de empresa que abren el derecho de un bien social a la especulación financiera.
“En España se incentiva poco trabajar más allá de la edad de jubilación” “En Europa se incentiva con un incremento del 6% y 7% de la base reguladora” Escrivá quiere dar un pago único de 12.000 € por cada año que se retase la jubilación o un incremento del 4%… pero no nos dicen cómo y cuándo irán insertado al 30,6 % de la población menor de 25 años que está desempleada.
B-La estrategia de la gradualidad.
En la Ley ya se nos avisa de recortes en las pensiones, pero no, no nos preocupemos, será dentro de unos años, cuando el sistema no responda al 0,6% de incremento de las bases de cotización: “el Gobierno negociará con los interlocutores sociales, para su elevación al Pacto de Toledo, una propuesta que, de forma equilibrada, se dirija a minorar el porcentaje de gasto en pensiones en términos de PIB”
C – Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
Sabemos que Europa nos está pidiendo reformas en materia laboral y de pensiones, pero la Ministra Calviño, guardiana de este Santo Grial – del que dependen 13.793 millones de euros, segundo tramo del Plan de Recuperación- considera que esta ciudadanía no es todavía adulta como para escuchar o leer lo que nuestros “mayores” presentan en foros internacionales, así que mejor vivir en los mundos de Yupi porque papá estado proveerá… o NO.
Antes de acabar, una pregunta para hacerse y deducir, en este diálogo social, tan de moda ¿creéis que estamos bien representados los y las pensionistas de hoy?, ¿y los y las trabajadoras de hoy, pensionistas de mañana?
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