Historia de la dignidad

Por José Antonio Martín Acosta 

Dignifica la tierra con el sudor de tu frente

Edifica tu casa con tus propias manos

Produce todo lo que a la boca lleves

Y fúndete con la dignidad que te ocupa

Antes sabíamos el secreto de las cosas

Conocíamos su nombre y sus colores

Podíamos distinguir el arce del castaño

El alerce del sauce y lo que a lo lejos

Levantaba el aire era hermoso y cruel

Como el halcón matando a una paloma

Después nos hacinaron dentro de las fábricas

Supimos crear del vientre de la tierra

Puentes y truncaduras alabardas y espadas

Golpeábamos los escudos y los vehículos

Para que después nunca nos golpearan

Tradujimos al hecho lo ideal y lo impropio

Construimos cañones y balas para mejor matarnos

Descendimos a la nada en el nombre oscuro

Y ambiguo de lo que los ricos llamaban patria

Erigimos rascacielos creamos artefactos

Para comunicar lo recóndito del alma

Supimos vernos como hermanos trabajando

Herrando la luz con nuestras manos

Manejando los tornos y las palancas

Haciendo colisionar el acero con el agua

Y seguimos dignificando la mañana

Apelando a la multitud de seres como nosotros

Que del día a la noche musitaban

Pero se acabaron los barcos las consolas

Los puentes las fábricas las buenas palabras

Nos despojaron de lo poco que teníamos

Los ojos del hermano que a nuestro lado sudaba

Nos metieron en camiones entre cuatro paredes

Entre calumnias impersonales y distancias

Y nuestro espejo se deformó por completo

No supimos ver más allá de nuestras propias lágrimas

La cooperación se trastocó en depredación

Por ver quién era más productivo y más inhumano

Y se transformó la lucha de todos por la de uno

El puño de todos por la tendida mano

Que nunca consiguió nada sin otra mano

Que le amparara y así nos humillaron

Nos vendieron el humo del rosario

La culpabilidad del cielo por el bien del amo

No supimos cotejarnos mirarnos alabarnos

Henchir el pecho y salir a brindar la suerte

Conocimos el amor y la incertidumbre

La esperanza trenzada en un color oscuro

Y de repente nos dimos cuenta de cuantos éramos

Y lo demás será historia dentro de unos años. 

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