Gracias, hermana

Por Olvido Contento

Esta mañana, cuando se hacía pública tu carta, no he podido evitar emocionarme. Después de dos años de silencio has decidido que era el momento de hacerte oír. Un escalofrío me ha recorrido al leerte tranquila, sin rencor y sobre todo agradecida. Quiero hacerte llegar mi sentir y el de todas las hermanas que hemos salido a la calle a reclamar justicia y también reparación para ti y para todas. Has sido un ejemplo de valentía, de fuerza y de entereza, manteniéndote firme sin flaquear a pesar de las adversidades y del cuestionamiento. Y por eso, hermana, te estamos muy agradecidas.

Queremos que sepas que siempre estaremos a tu lado, apoyándote y sosteniéndote cuando lo necesites. No estás sola, tienes una manada de hermanas sororas que no va a parar hasta que se haga JUSTICIA. No necesitamos conocerte para creerte y para hacer nuestra tu batalla, porque entendemos que si nos tocan a una, nos tocan a todas y en eso radica nuestra fuerza. Nos quieren enfrentadas, pero nos van a encontrar enfrente y más unidas que nunca.

Muchas gracias hermana por reclamar JUSTICIA y por hacernos llegar el valiente mensaje de la necesidad de denunciar cualquier agresión a pesar de la dureza del camino.

Gracias por enseñarnos que no hay que rendirse nunca, aunque a veces parezca la salida más fácil.

Gracias por escribir sin rencor y desde la tranquilidad, porque es una enseñanza que vamos a hacer nuestra.

Y gracias por tu agradecimiento, que nos llena de fuerza para continuar en la lucha.

Las calles son nuestras y juntas vamos a cambiar el mundo, porque juntas somos invencibles

¡TRANQUILA HERMANA, AQUÍ ESTA TU MANADA!

 



LA CARTA

Hola a todas y a todos,

Supongo que esta carta pensaréis que es para contar mi versión y mi vivencia, pero no es así. Esta carta es de agradecimiento. Mamá, papá, gracias no solo por el apoyo sino por sacar fuerzas de donde no la teníais y habérmelas dado a mí. Gracias por todo lo que me habéis enseñado y por todo lo que me enseñaréis, pero sobre todo por no abandonarme, ni abandonaros a vosotros por mucho que quisierais. Gracias a mis tías, a mis abuelos, a mis tíos y mis primos. Por hacerme ver que en esto se basa una familia. En estar siempre, pase lo que pase.

Quiero también dar las gracias a mis personas, mis elegidas, las mejores elecciones que he hecho en esta vida. Por apoyarme, llorar conmigo, enfadaros porque no tenía sentido lo que sentía. Por reír, por hacerme ver que lo mejor y lo peor de la vida hay que compartirlo, por odiar y sobre todo por querer. Vosotros me levantáis.

También quiero dar las gracias a todas las personas que me han ayudado en este camino. Ojalá nunca os hubiera conocido, pero la vida es así y te trae a las mejores personas en los peores momentos y eso es por algo. Ojalá nunca te hubiera conocida, amiga, de verdad. Pero gracias a esto tengo una persona imprescindible en mi vida. Compañera de batalla, que sé que nunca voy a olvidar.

También quiero agradecer a toda la gente que sin conocerme tomó España y me dio voz cuando muchos me la intentaron quitar. Gracias por no dejarme sola. Por creerme, hermanas. Gracias por todo, de corazón.

Gracias a todo el mundo que haya hablado de mí un segundo para repudiar lo sucedido. Asociaciones, personas de la calle, personalidades políticas, famosos, periodistas que me hayan respetado y, en general, a todo el que se haya preocupado por mí. Gracias por hacerme sentir otra vez parte de la sociedad en que parece que si te violan tienes que llevar el cartel de violada pegado en la frente. Gracias por luchar, gritar, llorar y apoyar esta causa.

Por último, para mí lo más importante: denunciad. Nadie tiene que pasar por esto. Nadie tiene que lamentarse de beber, de hablar con gente en una fiesta, de ir sola a casa o de llevar una minifalda. Nos tenemos que lamentar todos de la mentalidad que tiene esta sociedad donde esto le puede pasar a cualquiera. Os lo aseguro. Tened cuidado con lo que decís, no sabéis cuántas veces he oído hablar de ‘la chica de sanfermines’ sin saber que esa chica estaba sentada a tu lado. Por cierto, no soy ‘la chica de sanfermines’. Soy la hija, nieta, amiga y a lo mejor, ese ‘de’ sois unos de vosotros, así que por favor, pensadlo antes de hablar.

Igual que estamos mentalizados y no bromeamos con enfermedades, no podemos bromear con una violación. Es indecente y está en nuestras manos cambiarlo. Por favor, solo pido que por mucho que penséis que no os van a creer, denunciéis. Os puedo asegurar que todo el camino que hay que recorrer no es plato de buen gusto, pero qué hubiera pasado si yo no hubiera denunciado, pensadlo.

Está muy bien condenar unos hechos, pero todos tenemos que ser partícipes del cambio. Personalmente, con que mi caso haya removido la conciencia de una persona o haya dado fuerzas a otra persona para luchar, me doy por satisfecha.

Para todas las mujeres, hombres, niñas, niños que estáis pasando por algo parecido: se puede salir. Pensaréis que no tenéis fuerzas para luchar, pero os sorprendería saber la fuerza que tenemos los seres humanos. Contadlo a un amigo, a un familiar, a la policía, en un tuit, hacedlo como queráis, pero contadlo. No os quedéis callados, porque si lo hacéis, les estáis dejando ganar a ellos.

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