Fusiones bancarias: despilfarro de dinero público

El camino tomado por el sistema bancario español es sin duda un camino equivocado que habría que enmendar cuanto antes.

Joan Ramón Sanchis Palacio

Vuelven las fusiones bancarias, si es que alguna vez se fueron. De lo que no hay duda es que vuelven con más fuerza que nunca: Caixabank-Bankia, Unicaja-Liberbank, BBVA-?, Sabadell-?. Con las fusiones, el sector bancario español, ya de por sí altamente concentrado, sigue su curso hacia un oligopolio financiero dominado por 4 grandes bancos.

Bajo mi punto de vista, las fusiones bancarias representan el fracaso de un sistema bancario español incapaz de renovarse, que solo sabe seguir el patrón del tamaño como único recurso para hacer frente a sus retos futuros. El tamaño de la banca se ha convertido en la consigna a seguir dentro de un sector que no reconoce que sus problemas de fondo son el mal gobierno y la falta de transparencia. Conseguir un mercado bancario dominado por cuatro grandes colosos con pies de barro que siguen sin dar respuesta a las necesidades reales de la economía y de la ciudadanía. Esto es lo que representa una estrategia basada en el tamaño como objetivo principal a través de las fusiones. Una estrategia trasnochada que nos lleva al abismo y a un riesgo sistémico cada vez mayor que pone en peligro una economía excesivamente dependiente de los bancos e incapaz también de cambiar de modelo. La sostenibilidad se ha convertido en la palabra de moda de las empresas, pero no deja de estar muy alejada de la realidad.

Las fusiones bancarias nos alejan del resto de países de la Unión Europea, pues en España éstas representan el fracaso de la banca pública y el fracaso de las cajas de ahorros. Con una fusión bancaria se acabó con la banca pública en España durante finales de los años ochenta (la fusión entre BBV y Argentaria, esta última resultado de la privatización de los bancos públicos) y con una nueva fusión bancaria (la de Caixabank y Bankia) se nos acaba el sueño de poder recuperar parte de aquella banca pública (el 67% del capital público de Bankia se ha traducido, de momento, en un 16% del capital público de Caixabank-Bankia). ¿Qué queda de aquella banca pública?. Su negocio ha ido pasando a manos de la gran banca privada a cambio de colocar a determinados políticos que utilizan las puertas giratorias para seguir acumulando poder y riqueza.

La crisis financiera del 2008 y la politización de las cajas de ahorros fue la excusa para transformar por ley las cajas en bancos privados

Las fusiones bancarias han supuesto también la sentencia de muerte de las cajas de ahorros, una parte destacada de la banca social y de proximidad que ha existido en España durante más de 100 años. La crisis financiera del 2008 y la politización de las cajas de ahorros fue la excusa para transformar por ley las cajas en bancos privados, manteniendo solo unas fundaciones que no son ni la sombra de lo que fueron en otros tiempos. El negocio acumulado por las cajas durante varias décadas del Siglo XX era demasiado suculento como para que la gran banca renunciara a él. Y así es como llegaron las fusiones bancarias del Siglo XXI (los famosos Sistemas Institucionales de Protección SIP), las que primero agruparon a varias cajas para declararlas en quiebra y sanearlas con dinero público mediante un rescate bancario que aún está por cuantificar y las que después han permitido a la gran banca absorber todo ese bagaje financiero de saber ser y saber estar que supusieron las cajas de ahorros durante muchas décadas. Así, es como solo han quedado dos pequeñas cajas de ahorros, que ya se han encargado los legisladores de asegurarse que no vuelvan a quitarle cuota de mercado a la gran banca. Las cooperativas de crédito, el otro tipo de banca de proximidad con fuerte tradición agraria en España, se resisten a su desaparición, aunque también se están viendo afectadas por fusiones bancarias que están acabando con su capacidad de financiación del territorio y de las personas. ¿Cuánto tardarán en desaparecer?. Lo que los legisladores consideren oportuno, antes de traspasar su negocio a la gran banca.

Mientras todo esto sucedía en España (eliminación de la banca pública y reducción significativa de la banca de proximidad), en Europa sigue existiendo la banca pública y la banca de proximidad, y además manteniendo niveles de cuota de mercado destacados e impidiendo que la gran banca acabe dominando los mercados financieros. España es una anomalía financiera en Europa, se mire como se mire.

Pero lo peor de todo esto es que ese proceso de concentración y dominio de la gran banca española mediante fusiones, se está haciendo con dinero público. Somos la ciudadanía la que estamos aportando, inconscientemente eso sí, parte de nuestros impuestos, para que la gran banca sea cada vez más fuerte. A cambio de más abusos (comisiones bancarias cada vez más altas, deshaucios), más engaños (colocación de productos tóxicos y manipulación de los tipos de interés) y más especulación (paraísos fiscales, evasión de capitales, elusión fiscal y blanqueo de dinero negro). 

La solidaridad que se le niega a autónomos y pequeñas y medianas empresas durante la actual crisis económica provocada por el Covid-19 se tiene con los grandes bancos

Digo esto porque si se analizan las principales fusiones bancarias que se han realizado en España durante los últimos 30 años, se puede observar como la gran banca privada se ha ido apoderando de bancos públicos y de cajas de ahorros previamente saneados con dinero público. Primero se han saneado con dinero público y después se han regalado (precio simbólico de un euro como ha sucedido con el Banco de Valencia, el Banco Gallego o la CAM) o se han malvendido a la gran banca. Recomiendo ver el video que aparece al final del artículo, en el que se describe todo el proceso de fusiones bancarias llevado a cabo durante estos últimos 30 años y el coste económico que éstas han supuesto para el Estado. Y no solo se han socializado pérdidas que han ido a parar a manos de la banca privada, sino que además se han utilizado exenciones fiscales por las fusiones e incluso condonaciones en el impuesto sobre sociedades. Todo un paquete de medidas económicas y fiscales enfocadas a facilitar las fusiones bancarias, siempre con el propósito de beneficiar a los cinco grandes bancos que controlan alrededor del 70% del total del sistema bancario español.

Esto supone todo un ejercicio de solidaridad hacia los grandes bancos privados; esa solidaridad que se le niega a autónomos y pequeñas y medianas empresas durante la actual crisis económica provocada por el Covid-19. El camino tomado por el sistema bancario español es sin duda un camino equivocado que habría que enmendar cuanto antes. ¿Cómo enmendarlo?. Este será contenido de un próximo artículo, que ya adelanto: cómo recuperar una banca pública y cómo potenciar una banca de proximidad y ética. Más sostenibilidad y menos tamaño es lo que realmente necesitamos.

Video Un oligopolio bancario creado con dinero público: 

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