¿Es ético que más allá de recibir una remuneración justa por su aportación ahora sean millonarios gracias al sufrimiento de la población mundial? No olvidemos que sus ingresos provienen del esfuerzo ciudadano que ha tenido que renunciar a otros gastos para retribuir a estos 40 millonarios.
Por Mª Ángeles Castellanos, economista
El Global Wealth Report 2021, publicado por el Credit Suisse Research Institute, señala que el 45,8% de la riqueza mundial está en manos del 1,1% de la población mundial, mientras el 55% de la población posee tan solo el 1,3% de la riqueza mundial.
Una de las listas de la revista Forbes muestra a los 40 empresarios que se han hecho millonarios con el covid,
Algunos han hecho su fortuna desarrollando nuevas vacunas y prometedores tratamientos con anticuerpos, mientras que otros venden pruebas de diagnóstico y equipos de protección personal muy necesarios.
¿Es ético que más allá de recibir una remuneración justa por su aportación ahora sean millonarios gracias al sufrimiento de la población mundial? No olvidemos que sus ingresos provienen del esfuerzo ciudadano que ha tenido que renunciar a otros gastos para retribuir a estos 40 millonarios.
La revista del Massachusetts Institute of Technology (MIT) cuenta como en octubre de 2020 Yuri Milner organizó en su mansión una conferencia científica de dos días para hablar sobre cómo se podría utilizar la biotecnología para rejuvenecer a las personas. Parece que este fue el germen de la compañía Altos Labs.
Altos Labs cuenta con el apoyo de inversores multimillonarios y quieren desarrollar una tecnología para el rejuvenecimiento y la prolongación de la vida, para ello está reclutando a destacados científicos ofreciéndoles elevados salarios y posibilidades de investigación sin restricciones. Jeff Bezos es uno de los inversores de este proyecto.
Bezos es la persona más rica del mundo con un patrimonio entorno a los 177.000 millones de dólares, la riqueza estimada de Milner es de 4.800 millones de dólares.
Los multimillonarios no quieren envejecer.
Otra carrera en la que están embarcados los multimillonarios es en la carrera espacial, Bezos es uno de ellos y a la vuelta de su primer vuelo dio las gracias a los clientes y trabajadores de Amazon porque eran quienes lo habían pagado todo, y desde luego no le falta razón, otra cuestión es la voluntariedad de estos pagos.
A su lista de agradecimientos debería sumar a la ciudadanía que no recibe los recursos derivados de los impuestos que no pagan compañías como la de Bezos.
Entre las personas que han generado esta riqueza que permite al más rico del mundo viajar al espacio, están, sin duda, los transportistas que mueven las mercancías que necesitan estos multimillonarios.
Estos datos son el principal problema de la humanidad, este 1,1% actúan para perpetuar las desigualdades, fomentan el crecimiento irracional en un planeta finito, destruyen el medioambiente y la salud para incrementar su riqueza, se apoyan en los roles de género haciendo que sean las mujeres las encargadas de sustentar las vidas fuera de los espacios de reparto de riqueza, promueven las noticias falsas y los bulos para generar crispación, una crispación que enfocan contra quienes pueden cuestionar las desigualdades, son los responsables de las muertes de quienes huyen desesperadas de territorios en guerra, de territorios asolados, de territorios colapsados, son los culpables de las subidas disparatadas de los precios de los productos básicos, son los culpables del agotamiento de los recursos naturales, son los culpables del agotamiento del petróleo fácil, son los culpables del frío de muchos hogares vulnerables, son los culpables de los diagnósticos tardíos de enfermedades mortales, son los culpables del sufrimiento de buena parte de la humanidad.
Para que esos multimillonarios vivan su sueño de eterna juventud la investigación científica centrada en resolver otros problemas más urgentes de la humanidad está perdiendo a sus mentes más brillantes.
Thomas Piketty en una entrevista en El País el pasado mes de noviembre afirmaba que
los privilegios que se conceden a las grandes fortunas conducirán a una gran crisis política.
En otro artículo de elDiario.es propone una distribución mas igualitaria del poder. En este sentido, algunas de sus propuestas son que la representación de los trabajadores debería tener el 50% de los derechos a voto en los consejos de administración y el 50% los accionistas, o limitar el peso del derecho a voto de un solo accionista al 10% y apunta que
En la economía hay que introducir nuevos indicadores medioambientales, educativos, sanitarios… No podemos resumir todo con una métrica de dinero.
Uno de sus proyectos es El Laboratorio de Desigualdad Mundial en el que se reúnen más de 100 investigadores de cerca de 70 países y desde el que se mantiene la Base de datos sobre Desigualdad Mundial una base de datos abierta que muestra la evolución histórica de la distribución de la renta y la riqueza.
En esta base de datos podemos encontrar datos de España que muestran que el 50% de los hogares acumulan el 6,7% de la riqueza mientras que el 10% de los hogares más ricos acumulan el 58% de la riqueza, y si nos fijamos en el 1% más rico acumulan el 24% de la riqueza.
El informe ‘Evolución Indicadores de buen Gobierno en las empresas del Ibex 35 durante el ejercicio 2020’ elaborado por CCOO señalan que los primeros ejecutivos del Ibex ganan 105 veces más que sus trabajadores y trabajadoras y que la retribución media de los estos ejecutivos alcanzó los 4 millones de euros. Recordemos que el salario mediano de una mujer en España es de 17.962 euros. Cuatro millones frente a menos de 18.000€.
Son muchas las cifras que nos muestran la desigualdad y son muchos los indicadores que nos dicen dónde esta la riqueza generada, pero, las verdaderas causas de las desigualdad y del malestar de la ciudadanía no se convierten en contenido viral porque precisamente quienes causan este malestar emplean su posición económica y el poder que les otorga para convencer a la ciudadanía de que la culpa de no poder calentar sus hogares o de no poder llenar un depósito de gasolina es de los impuestos o de otros pobres que les quieren quitar su empleo o sus casas.
Pensar que el problema del transporte no tiene nada que ver con los viajes espaciales de Bezos o sus sueños de inmortalidad es caminar al precipicio con una venda en los ojos.
Aunque no hay que olvidar lo importante, el verdadero poder transformador está en manos de la sociedad organizada, por eso atacan a quienes se organizan y a quienes tienen conciencia de clase. Fuera vendas y combatamos las desigualdades.
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