Fotogalería de la quinta noche de disturbios en Barcelona

 

Por Ricard Jiménez y David Arévalo 

Al atardecer se congregaron miles de personas por el encarcelamiento de Pablo Hasel en Plaza Universitat de Barcelona.

Sin duda fue el día de mayor afluencia desde buen principio, padres y madres con niños, jóvenes, mayores, que pronto comenzarían a movilizarse por Ronda Universitat hacia Urquinaona, para bajar por Vía Laietana, tal como sucedió el día anterior. Hasta el momento la andadura fue pacífica.

En un momento concreto, al poco de comenzar a bajar por Vía Laietana, comenzaron a sonar las sirenas de las furgonas antidisturbios, que se acercaban. La gente comenzó a correr y recular por temor, con la excepción de cuatro jóvenes y de la prensa, que quedarían relegados a esta primera fila que separaba a los manifestantes y a la policía.

Instantes después, ante la insistencia y la presión de la BRIMO para hacer retroceder a todo el mundo, llegando de nuevo a Urquinaona, los antidisturbios harían una rápida, abrupta y numerosa salida para comenzar a cargar y disparar contra los manifestantes.

La mayoría de las personas movilizadas se retiraría hasta Plaza Catalunya, con la excepción de un grupo, que en respuesta, desde Pau Claris lanzó diversos objetos contra la policía.

Una vez disuelto con contundencia ese pequeño grupo toda la acción pasaría a estar concentrada en Plaza Cataluña, donde siguieron los disparos, hasta que la mayoría de la gente empezaría a subir por Passeig de Gràcia.

Por la amplia avenida céntrica de Barcelona diversos grupos emprendieron contra los negocios de las opulentas marcas y sedes bancarias que esta alberga. Sin embargo, la cabeza y la vanguardia de la movilización se dirigía rauda hacia el barrio de Gràcia.

De nuevo, la BRIMO, volvió a realizar los paseos habituales en los días anteriores, idas y venidas exponiendo músculo, rápidas salidas, disparos y vuelta al ruedo, arriba y abajo o como nos explicaba uno de los manifestantes: «saben que son muy superiores, solamente nos prueban, tantean y se exhiben, ellos saben todo sobre nosotros y es cierto que usan una fuerza proporcional a lo que están entrenados, pese a su dureza no ejercen ni un 20% de su poder, por eso estos días se pasean».

En esos momentos, subiendo, a pesar de la fuerte presencia policial, nada se hizo para detener a los pequeños grupos que se dedicaron a saquear tiendas, algo que llamó la atención de una mayoría que aceleró el ritmo con dirección al barrio de Gràcia.

Tal fue, que llegó el punto en el que en Passeig de Gràcia había más prensa gráfica que personas causando disturbios.

Una vez en Gràcia los manifestantes fueron encapsulados por la policía en la calle principal del barrio, donde cargaron con fuerza desmedida, hasta el punto que se produjeron desmayos y numerosos heridos.

Tras la arremetida, los manifestantes, consiguieron reagruparse, aún en los aledaños del barrio, continuando con algunas intentonas y barricadas, «tratando de resistir», exponía uno de ellos, pero ya el grupo se vio sin fuerzas y decidió bajar de nuevo por Passeig de Gràcia esperando encontrar al resto de la gente.

No fue así, puesto que al llegar les esperaría un fuerte dispositivo policial que contaba con dispositivos de los Mossos y de la Guàrdia Urbana, tanto en furgonas, como en moto y policías de paisano.

Tras algunas tentativas, persecuciones motorizadas y cargas se fueron sucediendo las detenciones.

Anoche hubo 31 detenidos, además de 8 heridos asistidos por el SEM y 1 traslado al hospital.

 

Original: Contrainformación

 

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