Han pasado setenta y siete años y algunas de sus consecuencias todavía se dejan sentir o están presentes en el desarrollo de las relaciones internacionales.
Ante la grave coyuntura a la que nos enfrentamos, los gobiernos reaccionan como siempre lo han hecho: aumentando el control social, limitando las libertades para la clase trabajadora, militarizando la sociedad.
La Guerra y el régimen franquista cortaron las alas al ideal de igualdad entre sexos. La labor social y política de la mujer durante la dictadura fue desterrada.
Ninguna generación puede comprometer la voluntad de las generaciones sucesivas; son éstas las que deben proyectar su futuro libremente, sin ataduras del pasado.
El 16% de los hogares en la Comunidad de Madrid quedan por debajo del umbral de la pobreza severa tras pagar los gastos de la vivienda, lo que sitúa a más de 400.000 familias con una reducida capacidad económica para terminar el mes.