El final de los incendios forestales

Por Manuel López Arrabal

Para que algún día pueda afirmarse que en España y Portugal se han acabado los incendios forestales, es imprescindible conocer que esto solo será posible si las personas que viven dentro o cerca de cualquier zona forestal se organizan y se implican en los procesos de limpieza, mantenimiento y vigilancia de sus bosques, así como en el buen aprovechamiento de los recursos que ofrecen, tal y como veremos más adelante. Por supuesto, también será importante la colaboración de los ayuntamientos respectivos, así como de las administraciones competentes en materia de conservación del medio ambiente.

Los días 14, 15 y 16 de octubre de 2017, pasarán a la historia como los tres días más fatídicos de las últimas décadas en cuanto a incendios forestales en la Península Ibérica, con 132 incendios en Galicia, 32 en Asturias, 2 en León y más de 500 en el centro y norte de Portugal, que se han cobrado la vida de 4 personas en España y de 43 en el país luso.

Precisamente, los 132 focos de incendio detectados en Galicia en un solo día confirman que la gran mayoría han sido provocados, llegándose a denominar tales actos intencionados como “terrorismo incendiario”. Según la Conselleira del Medio Rural, la superficie forestal que ardió en Galicia el pasado fin de semana ha sido de unas 11.500 hectáreas, superior a la superficie quemada en el último año.Y, por desgracia, Galicia es también la Comunidad Autónoma que encabeza las estadísticas de mayores superficies quemadas durante las últimas décadas en España.

El pasado día 16 de octubre, miles de personas se manifestaron en una veintena de municipios gallegos y en ciudades como Madrid y Barcelona contra la gestión de la Xunta durante la oleada de incendios, exigiendo además un nuevo plan de gestión para el monte y más medios técnicos y humanos para hacer frente a posibles situaciones de este tipo. El lema de «Nunca máis» volvió a sonar con fuerza.

No obstante, lo anterior, es en la prevención de los incendios forestales donde tenemos que poner la atención y centrar los esfuerzos, para que los grandes incendios forestales pasen a la historia. Y os preguntaréis ¿será esto posible? Pues afortunadamente sí que lo es. Y para ello, no debemos irnos muy lejos para averiguar cómo se puede conseguir. Aquí mismo, en España, tenemos un Bosque Modelo, el único de la Península Ibérica, que no ha sufrido un incendio serio en los últimos 100 años. Se trata del Bosque Modelo de Urbión que, con unas 100.000 hectáreas de bosque, principalmente pinares, se encuentra a los pies de los Picos de Urbión, entre las provincias de Burgos (en 15 municipios) y Soria (en 20 municipios). Por tanto, si el mayor bosque de toda la Península Ibérica no ha ardido en los últimos 100 años, entiendo que el resto de bosques de España y Portugal también podrían conseguirlo, pero para ello hace falta conocer en profundidad los motivos de la ausencia de incendios en el bosque de Urbión, aunque aquí solo explicaré lo que considero más relevante, dejando para quienes estén más interesados la posibilidad de estudiar a fondo el modo de funcionamiento del citado Bosque Modelo, principalmente visitando el lugar y conociéndolo de primera mano. Un lugar que recomiendo visitar, para disfrutar en familia o con los amigos, puesto que la oferta turística de la zona es muy amplia y muchas son las posibilidades de senderismo, montañismo y deportes aventura, principalmente por la Sierra de los Picos de Urbión, donde se encuentra el Parque Natural Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión. Lugares que conocí y disfruté en familia hace varios años y donde merece la pena volver.

Volviendo de nuevo a los incendios de Galicia, aparte de que sean intencionados o no, la causa principal de la propagación de los fuegos es que sus montes carecen de una política forestal efectiva. Están repletos de maleza y de especies pirófitas, como los eucaliptos, que son una bomba de relojería para la expansión del fuego. Con lo cual, ya sabemos, por una parte, que la mejor medida de prevención sería la continua limpieza de los montes, así como la reforestación con especies autóctonas y, por otra parte, sería necesario aprender del Bosque Modelo de Urbión, para implantar en la medida de los posible sus políticas de prevención de incendios.

El bosque de Urbión, también conocido como Comarca de Pinares de Burgos y Soria, es un espacio natural de propiedad municipal que en el año 2006 ingresó en la Red Iberoamericana de Bosques Modelo, siendo su principal característica la íntima relación entre el hombre y la naturaleza, que consigue preservar la cultura y las tradiciones de las poblaciones locales, conjugándolas con los aprovechamientos económicos y la conservación del bosque. La filosofía del Bosque Modelo destaca que es imposible separar los bosques de las personas, situándose éstas en el mismo corazón de dicha filosofía. En este sentido, el Bosque Modelo es una asociación de distintos intereses, cuyos miembros representan plenamente las fuerzas ambientales, sociales y económicas de la Comarca de Pinares.

La mejor medida de prevención sería la continua limpieza de los montes, así como la reforestación con especies autóctonas y, por otra parte, sería necesario aprender del Bosque Modelo de Urbión, 100.000 hectáreas de bosque que no ha ardido en los últimos 100 años, para implantar en la medida de los posible sus políticas de prevención de incendios.

Prácticamente la mitad de la población de los 35 municipios por donde se extiende el bosque de Urbión, vive del bosque. A las actividades más tradicionales como las madereras, ganaderas y resineras, se han sumado otras como la recolección de setas o los servicios de ocio. Sin embargo, el 100% de los vecinos que viven en tales municipios, reciben anualmente un porcentaje de los beneficios de la industria maderera. Esto explica, principalmente, porqué este bosque no se quema: porque todos los vecinos se benefician y, por tanto, se comprometen en su conservación y aprovechamiento. En cuanto a la prevención de incendios, muchos de ellos dicen ser «guardas forestales», siendo una importante causa de prevención la rápida actuación de los vecinos del pueblo, o de los pueblos afectados, cuando hay algún conato de incendio y que siempre consiguen controlar y apagar, sobre todo, porque el fuego tampoco se propaga fácilmente debido al buen estado y limpieza del bosque.

Sonia Martel, de la Asociación Monte Modelo Urbión (AMMU), dice que “si los bosques se gestionan bien, no hay nada más ecológico que la madera, siendo los montes improductivos los que se queman”. Y aparte de todo esto, hay que añadir que la Junta de Castilla y León invierte en el bosque de Urbión el 15 por ciento de los beneficios que consigue por la gestión del terreno, para la prevención de incendios.

Con todo lo expuesto hasta aquí, trato de dar esperanza a todos los que han sufrido las consecuencias de algún incendio forestal, así como a los que viven con el miedo a que tal desgracia se produzca algún día cerca de ellos. En el primer caso, les transmito mi más sincero apoyo y solidaridad por las víctimas y por los daños sufridos y, en ambos casos, mi más sincera convicción de que al margen de las actuaciones políticas y judiciales que puedan derivarse de los incendios, provocados o no, somos los ciudadanos los que tenemos la capacidad de organizarnos en torno a nuestros bosques, implicándonos en su conservación y aprovechamiento, para prevenir o sofocar rápidamente cualquier tipo de incendio. De este modo, espero y deseo que, en un futuro próximo, los grandes incendios forestales en España y Portugal no se vuelvan a repetir.

 

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