Feijóo: TIME IS OVER

La visión melancólica, miope, y post franquista de la Unidad de España le impide al PP de Ayuso ver la gran heterogeneidad que hay en un estado plurinacional y les hace creer que esa diversidad no existe en los PP de Catalunya, Galicia, Andalucía, Euskadi, las Castillas o Extremadura

Por Lucio Martínez Pereda

El empeño en hacer pasar por posible un objetivo que es imposible únicamente se puede comprender si el señor Feijóo intuye que está ante la dramática disyuntiva de gobernar o morir. El proceso temporal que lleva hacia su final se ha iniciado: el discurso oficial del PP empieza a articularse en torno a las propuestas de futuro que Ayuso dicta en público sin ninguna preocupación por qué puedan evidenciar un desprestigio para la figura de liderazgo de su jefe.

Vamos a ver un PP que intentará ofrecer a sus votantes en todo el estado la cultura política de la derecha madrileña, exitosa en la capital, pero muy alejada de la sensibilidad política de la derecha en otros territorios. La visión melancólica, miope, y post franquista de la Unidad de España le impide al PP de Ayuso ver la gran heterogeneidad que hay en un estado plurinacional y les hace creer que esa diversidad no existe en los PP de Catalunya, Galicia, Andalucía, Euskadi, las Castillas o Extremadura.

Además, a este problema de identificación y extensión territorial de su liderazgo, habría que añadir otro. Ayuso carece de competencia intelectual para armar una propuesta discursiva constructiva. Tiene habilidad dialéctica y destreza psicológica para atacar y defenderse en el tráfago caliente de la lucha cuerpo a cuerpo de un parlamento, pero carece de una básica visión propositiva para articular un proyecto que pueda superar los actuales problemas producidos por el caos de la indefinición ideológica del PP.

Ejemplo de esta severa limitación conceptual de la señora Ayuso lo tenemos sus declaraciones publicadas en la entrevista de este domingo en el ABC.

El conflicto producido por las diferentes interpretaciones de las constituciones es una característica propia de las democracias, sistemas políticos “abiertos” que están siempre involucrados en un proceso de adaptación de las soluciones a los nuevos problemas. Entender una Constitución como un texto religioso sagrado casi dictado Sub specie aeternitatis por una especie de divinidad invariable, es uno de los rasgos de reaccionarismo antidemocrático que caracterizan a la actual derecha española.

Este pendenciero integrismo constitucionalista al que se agarra el PP , a quien más perjudica es a la propia constitución. La constitución americana sigue siendo la más antigua del mundo porque ha sido la que mayor número de cambios ha admitido. El actual PP demuestra que solamente es capaz gestionar su supervivencia en un escenario de creciente divorcio entre la sociedad y la resolución de nuevos problemas por un lado, y esa constitución- por otro- que diciendo protegerla la convierten en tara que obstruye y retrasa la necesaria e inevitable modernización política. Es un PP que parece querer caminar hacia un pasado que ya no tiene solución de continuidad en el futuro.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.