Ante la nueva huelga de hambre de los presos Gdeim Izik en las cárceles marroquíes, Fatma Houssein Zaoui crítica la inacción de las organizaciones internacionales en la defensa de los presos saharauis.
Por Héctor Santorum | 6/12/2023
En el corazón del conflicto en el Sáhara Occidental yace una historia de resistencia, dignidad y una lucha incansable por la justicia. Fatma Houssein Zaoui, hija de Houssein Zaoui, uno de los presos del Grupo Gdeim Izik, nos brinda su testimonio. Los presos saharauis han decidido alzar sus voces de manera contundente, iniciando una huelga de hambre en cárceles marroquíes para denunciar los maltratos y condiciones inhumanas a las que han sido sometidos.
La historia de Gdeim Izik, un campamento de protesta pacífica levantado en 2010 en el Sáhara Occidental ocupado, es el telón de fondo de este drama. Miles de saharauis, cansados de la ocupación brutal, la discriminación económica y social, se unieron en un acto de resistencia que buscaba llamar la atención del mundo. Sin embargo, la respuesta de Marruecos fue implacable: camiones armados, helicópteros y bloqueos de carreteras rodearon el campamento, sumiendo a los manifestantes en un asedio total.
La violencia alcanzó su punto álgido el 8 de noviembre de 2010, cuando las fuerzas marroquíes invadieron el campamento con brutalidad. El saldo fue devastador: cientos de arrestos, torturas, y la trágica muerte de Nayem Elgarhi, un niño saharaui de 14 años. La MINURSO, la supuesta misión de paz de la ONU, fue testigo silente de estos horrores, violando flagrantemente el acuerdo de alto el fuego de 1991.
A pesar de la presión internacional y las condenas por detenciones arbitrarias, un grupo de 24 hombres fue llevado a juicio militar en 2013. Sin embargo, el proceso fue considerado nulo, y tras intensas presiones, se llevó a cabo un segundo juicio en un tribunal civil en 2016/2017. Diecinueve de estos hombres enfrentan penas que van desde los 20 años hasta la cadena perpetua.
Héctor: Después de más de una década, ¿Cómo describirías la situación actual de los prisioneros de Gdeim Izik y sus familias?
Fatma: La situación que están viviendo ahora mismo es un poco delicada ellos ya están un poco mayores sufren enfermedades están pasando por malos tratos que no es soportable y los familiares les están compartiendo el dolor tener a un padre o un hermano primo en la cárcel no es nada fácil.
Héctor: ¿Cuáles son las condiciones y abusos específicos que tu padre, Houssein Zaoui, y sus compañeros han enfrentado durante su tiempo en prisión?
Fatma: Los abusos que han sufrido todo este tiempo fueron muy malos al principio les quitaron las uñas, les pegaban todo el rato les dejaban dormir en el suelo les insultaban les hacían tantas cosas que ningún ser humano merecía eso.
Héctor: ¿Cómo ha afectado esta situación a tu familia y a otras familias saharauis, y cuáles son los desafíos que enfrentáis diariamente?
Fatma: Lo que nos afectó, es que crecimos sin padre, no tuvimos esa oportunidad de estar con nuestro padre y lo peor es que mi madre lleva 7 años sin ver a mi padre y no la dejaron entrar por ninguna razón.
Héctor: ¿Cómo describirías el papel de las organizaciones de derechos humanos en la defensa de la causa saharaui y en la presión para poner fin a las violaciones de derechos humanos?
Fatma: Lo que yo diría es que no están haciendo nada por los presos llevan 13 años sufriendo violencias, maltratos y nadie esta haciendo nada al respecto. Dejaron a sus hijos atrás a sus familiares para tener un Sáhara libre.
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