Casi dos años después del fin de la guerra que destruyó la región norte de Etiopía, la crisis humanitaria en Tigray todavía tiene que hacer frente a un millón de personas en campos de desplazados, a menudo verdaderos refugios improvisados, presentes en todo el territorio.
Por Matteo Palamidesse | 4/09/2024
Las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y los trabajadores humanitarios presentes en Tigray han pedido al gobierno una intervención inmediata para el millón o más de desplazados internos presentes.
Casi dos años después del fin de la guerra, un millón de personas siguen hacinando los campamentos de desplazados internos de la región, cuyas condiciones higiénicas, sociales y humanitarias han superado todos los niveles de tolerancia humana. Los campos “Seba Kare” en Mekelle y “Abi-Adi” en Tembien “alojan” al 80% del total de personas desplazadas.
Hombres, mujeres y niños deben soportar condiciones más allá de lo impensable, la falta de necesidades y servicios básicos, condiciones extremadamente difíciles agravadas por períodos de sequía, hambruna e inundaciones debido al cambio climático.
La presencia de un número tan elevado de personas, concentradas en algunas zonas, está ejerciendo presión sobre las comunidades y el gobierno regional, que no puede dar respuestas adecuadas a los desplazados.
El nuevo informe de las Naciones Unidas subraya cómo el cambio climático y las congruencias que provoca (largos períodos de sequía o fenómenos como inundaciones) han pesado mucho más en el último año sobre la condición de por sí precaria y al límite de la supervivencia de desplazados internos. Hechos que provocaron mayores desplazamientos y mayores riesgos para todos aquellos que fueron desarraigados de sus tierras a causa de la guerra.
Las organizaciones presentes en la zona piden al gobierno y a la comunidad internacional que soliciten esfuerzos inmediatos y coordinados de todas las partes interesadas, del gobierno federal, del de Tigray, de la comunidad internacional.
La situación de tensión en la región, debido al conflicto entre los partidos políticos de Tigray, el conflicto con el gobierno federal, la inseguridad derivada de los combates en las regiones cercanas, como Amhara, donde las milicias Fano se enfrentan a las fuerzas federales. , la guerra en Sudán y la inseguridad rampante son hoy los mayores impedimentos que impiden a los desplazados regresar a sus hogares.
Según informó The Reporter , quienes habían encontrado refugio en las escuelas hoy debieron abandonar las instalaciones para la reanudación de las actividades escolares en la región. Pero los desplazados internos hoy se encuentran impotentes ante estas situaciones, no tienen otra opción. Aunque el tratado de paz fue, en efecto, una solución política al conflicto, no se encontró ninguna solución permanente para los desplazados.
Matteo Palamidesse es periodista especializado en Etiopía y África. Actualmente escribe para el medio Focus on África y colabora en Nueva Revolución.
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